Con la reforma energética de Enrique Peña Nieto que privatiza Pemex, México dejaría de recibir casi 9 de cada 10 pesos que ahora recibe de renta petrolera, admitió el titular de Hacienda, Luis Videgaray.
En un texto publicado en Reforma, Videgaray admitió que la reforma de Peña Nieto busca que Pemex sólo le pague al fisco la tasa de 30% de ISR, en vez del 100% que ahora paga y del cual depende casi el 40% del ingreso de México.
"Las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos ahora estarán sujetas al impuesto sobre la renta", dice el texto.
Esto significaría que las empresas privadas que entrarían a Pemex tampoco recibirían como pago el 100% del costo del petróleo que extraigan, pero sólo pagarían 30% de ISR o menos, ya que de aplicar la consolidación fiscal pagarían prácticamente nada.
No sólo eso; al establecerse los contratos de utilidad compartida que pretende Pemex, la renta petrolera disminuiría ya que se le entregaría un porcentaje a privados que sería de no más del 50% según el gobierno de Peña Nieto.
Por consiguiente, al sumar la pérdida de renta petrolera que se le "compartiría" a privados, y el 70% de impuestos que Pemex dejaría de pagar, México sólo recibiría 70% de 50% de la renta petrolera.
Eso representa una pérdida total de 85% del ingreso que México recibe por el petróleo.
Esto representaría una pérdida de casi 34% del presupuesto anual para el país.
El boquete fiscal, cabe señalar, sólo se podría cubrir aumentando los impuestos.
En un texto publicado en Reforma, Videgaray admitió que la reforma de Peña Nieto busca que Pemex sólo le pague al fisco la tasa de 30% de ISR, en vez del 100% que ahora paga y del cual depende casi el 40% del ingreso de México.
"Las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos ahora estarán sujetas al impuesto sobre la renta", dice el texto.
Esto significaría que las empresas privadas que entrarían a Pemex tampoco recibirían como pago el 100% del costo del petróleo que extraigan, pero sólo pagarían 30% de ISR o menos, ya que de aplicar la consolidación fiscal pagarían prácticamente nada.
No sólo eso; al establecerse los contratos de utilidad compartida que pretende Pemex, la renta petrolera disminuiría ya que se le entregaría un porcentaje a privados que sería de no más del 50% según el gobierno de Peña Nieto.
Por consiguiente, al sumar la pérdida de renta petrolera que se le "compartiría" a privados, y el 70% de impuestos que Pemex dejaría de pagar, México sólo recibiría 70% de 50% de la renta petrolera.
Eso representa una pérdida total de 85% del ingreso que México recibe por el petróleo.
Esto representaría una pérdida de casi 34% del presupuesto anual para el país.
El boquete fiscal, cabe señalar, sólo se podría cubrir aumentando los impuestos.
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