El tema de la legalización de la mariguana en Puebla, planteado el miércoles pasado por el líder del PRD en el Congreso local, Eric Cotoñeto, ha provocado la reacción de los ultraconservadores, que han protestado no solo contra este asunto, sino contra todos los temas de corte liberal.
Prueba de ello son las declaraciones de la diputada panista Ana María Jiménez, presidenta de la Comisión de la Familia en el legislativo poblano. El jueves pasado, durante su participación en el Foro “Matrimonio Igualitario en Puebla”, se pronunció en contra de la unión entre parejas del mismo sexo y su derecho a adoptar, alegando la existencia de supuestos estudios que demuestran que los hijos adoptados por estas parejas tienen mayor propensión a ser drogadictos, alcohólicos, personas socialmente inadaptadas o incluso delincuentes.
En este espacio, al que Jiménez acudió como panelista, la legisladora cargó no solo contra los matrimonios de parejas homosexuales, a los que calificó de “antinaturales”, sino también contra todos los temas “polémicos” que han comenzado a ser abordados por los legislativos de todo el país y otras ciudades del mundo, como el aborto y la legalización de las drogas.
“Este estudio, dentro de alguna de las cosas que manifiesta, es que las personas adultas que han vivido esa experiencia (ser adoptados por homosexuales) tienen, por ejemplo, mayor tendencia al acercamiento con las drogas, sentimientos de depresión, de menosprecio a sí mismo y predisposición a las conductas antisociales”, aseguró Jiménez.
Las palabras de Jiménez causaron la animadversión de los presentes, que cuestionaron la legitimidad de la fuente consultada por la legisladora, así como el discurso religioso que en todo momento ostentó. A lo que Jiménez añadió que solo debe considerarse como matrimonio aquellas relaciones en las que los integrantes sostienen relaciones sexuales mirándose a la cara, cosa que, según ella, no ocurre entre las parejas homosexuales.
Respecto al tema del aborto, la diputada panista lo calificó como una “experiencia terrible y dolorosa”, por la cual ninguna persona en pleno juicio estaría dispuesta a pasar, incluidas aquellas mujeres que fueron víctimas de violación, pues aseguró que “una atrocidad no se elimina con otra atrocidad”.
Estas declaraciones no han sido las únicas en el mismo sentido. A nivel nacional, varios defensores de la moral, la mayoría provenientes del Partido Acción Nacional, han reaccionado fuertemente contra la legalización de las drogas, el aborto, el matrimonio homosexual, la eutanasia, y la regulación del sexoservicio.
Ejemplo de ello es lo expresado por la presidenta de la Comisión de Salud en el Senado de la República y ex subsecretaria de Salud, Maki Ortiz, quien el pasado miércoles se opuso a la legalización de la mariguana, pues aseguró que esta medida potencializará el consumo de la yerba en vez de aminorarlo.
Para la senadora, la defensa de la prohibición de estupefacientes responde a otras razones, pues, originaria de Tamaulipas, Ortiz busca justificar los seis años de la lucha calderonista contra el narcotráfico, de la cual formó parte como subsecretaria de Salud y que se estima, dejó más de 70,000 muertos y al menos 100,000 desaparecidos.
Fuente: Imágen Poblana
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