Feliciano Díaz Díaz, el niño que vendía chicles en Tabasco.
Foto: Tomada de Youtube
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TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- El organismo no gubernamental Melel Xojobal señaló hoy que en la entidad hay 82 mil 276 niños de 5 a 14 años que, como Feliciano Díaz Díaz, el menor que fue humillado en Tabasco, se ven en la necesidad de trabajar.
En un pronunciamiento, la ONG condenó la “revictimización” a la que fue sometido Feliciano, el indígena tzotzil de 10 años, quien la víspera fue llevado hasta la Ciudad de México para aparecer en un programa de TV Azteca.
La organización, que trabaja en la promoción y defensa de los derechos de la infancia y juventud en San Cristóbal de Las Casas, indicó que el caso de Feliciano visibiliza las prácticas que se han generalizado en diversas ciudades del país en contra de la población que trabaja en las calles.
Pero lo peor de todo ello, deploró, es el uso del caso y su tratamiento en medios masivos de comunicación, que coloca al menor en una situación de “revictimización” que violenta sus derechos.
Para Melel Xojobal, el caso del niño humillado en Tabasco por el entonces inspector de mercados Juan Diego López Jiménez no es un hecho aislado, ya que evidencia las prácticas que se han generalizado en contra de vendedores ambulantes en las principales ciudades y zonas turísticas.
Luego de saludar la separación del cargo del agresor, destacó la importancia de reconocer la responsabilidad institucional de los municipios y gobiernos estatales que alientan estas prácticas con discursos, decisiones de cabildo y leyes que criminalizan las actividades de sobrevivencia que niños, niñas y sus familias, quienes se ven lanzados al ambulantaje ante la ausencia de políticas que procuren su inclusión social y económica.
Por otro lado, reprobó el inapropiado tratamiento que algunos medios electrónicos han dado al caso, “exhibiendo al niño y colocándolo en una situación de revictimización que violenta sus derechos”.
En particular se refirió al principio del interés superior del niño y su derecho a la intimidad, así como su protección frente a prácticas que simplifican la situación de la infancia trabajadora en el país e “invisibilizan” su condición como sujetos de garantías.
Según el organismo no gubernamental, cada vez son más los niños y adolescentes, en particular indígenas, quienes se integran al trabajo en el ámbito informal, en búsqueda de mejores condiciones de vida para ellos y sus familias.
Actualmente, resaltó, en la entidad hay 82 mil 276 niños de 5 a 14 años que realizan alguna actividad económica.
También indicó que sólo en San Cristóbal de Las Casas, de acuerdo con el último conteo realizado en 2012 por Melel Xojobal, unos 2 mil 472 niñas y niños trabajan y otros mil 201 acompañan a sus familiares mientras éstas realizan sus actividades laborales; de ellos, más de 92% son indígenas.
Para el organismo, la entrega de becas y apoyos específicos por parte de los gobiernos federal y estatales, así como los “regalos” que han hecho algunas televisoras a Feliciano y su familia, son acciones paliativas que no resuelven de fondo la problemática de marginación y exclusión social de más de 3 millones de niñas, niños y adolescentes que trabajan en el país, ni garantizan el cumplimiento de todos sus derechos.
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