Denise Dresser, Sergio Aguayo y Lorenzo Meyer coindicieron en que "el ignorante y el incompetente se refugia en fuerzas sobrenaturales para evadir su responsabilidad".
Sergio Aguayo, Denise Dresser y Lorenzo Meyer -analistas de MVS-, hablaron esta mañana sobre lo ocurrido en Monterrey el pasado fin de semana, donde su alcaldesa, Margarita Alicia Arellanes, entregó las llaves de la ciudad a Jesucristo.
Aguayo indicó que los políticos no tienen derecho de imponer a los demás sus propias creencias; comentó que al parecer “ya no existen reglas”, cada quien va creando una ciudad, estado o país “a su antojo”.
El investigador expuso que con el caso de la alcaldesa de Monterrey “pareciera que no existe ni la historia, ni la tradición ni las leyes”, “cada quien hace lo que le da su regalada gana”.
Señaló que ahora la alcaldesa no tendrá que rendir cuentas a los ciudadanos sino a Jesús. Se trata, dijo, de la “lógica del fundamentalismo que busca ampararse en la religiosidad para resolver todos los problemas”.
Al respecto, Denise Dresser comentó que hay una “erosión importante en la laicicidad” del Estado.Recordó que el ex presidente Vicente Fox, en su toma de posesión llevó un crucifijo en la mano, mientras en la campaña presidencial utilizó un estandarte de la Virgen de Guadalupe.
Mencionó que la separación del Estado y la Iglesia costó “trabajo y sangre”, por lo que al margen de las creencias de cada uno, vivimos constitucionalmente en un estado laico y se debe respetar la barrera constitucional.
La politóloga señaló que “el catolicismo le ha hecho un daño profundo a la cultura política mexicana” pues, dijo, los políticos dejan el destino de sus gobernados en manos de Dios o apelan a una fuerza superior para resolver los problemas.
El historiador Lorenzo Meyer señaló que en casos como el de la alcaldesa de Monterrey se nota una falta de ética republicana; “y la única (ética) que más o menos tienen es la católica”.
Agregó que, en ocasiones, el ignorante y el incompetente “se refugia en fuerzas sobrenaturales” para evadir su responsabilidad. Como ejemplo, mencionó el caso de Sayyid Qutb, activista político egipcio y militante musulmán, ligado a los Hermanos Musulmanes, una de las principales entidades fundamentalistas islámicas.
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