Aportarán datos de los habitantes de la región Río Bec, de la cual poco se sabe: arqueólogo
Tres muestran buena conservación, en siete hay vestigios de jeroglíficos y el resto están erosionadas
Mónica Mayeos-Vega y Lorenzo Chim
Enviada y corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 26 de junio de 2013, p. 5
Miércoles 26 de junio de 2013, p. 5
Campeche, Camp., 25 de junio.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que fueron localizadas 19 estelas en la recién descubierta ciudad maya de Chactún.
Tres están en muy buen estado de conservación, mientras en otras siete todavía es posible observar restos de escritura jeroglífica, aunque sus condiciones son tan precarios que difícilmente se pueden apreciar eventos o fechas concretas. Asimismo, las otras nueve están severamente erosionadas.
No obstante, será posible obtener nuevos datos de los antiguos habitantes del área ubicada al norte de la región Río Bec, de la cual se sabe poco hasta el momento, confirmó el arqueólogo y epigrafista Octavio Esparza Olguín, quien manifestó que en esa zona no abundan los registros epigráficos, de ahí la importancia de las piezas encontradas en el lugar.
Zona cerrada al público
Hace unos días, el 19 de junio, La Jornada informó que un grupo de investigadores nacionales y extranjeros, apoyados por el INAH, descubrieron los restos de una antigua ciudad maya en la zona de las tierras bajas centrales, al sureste de Campeche.
El arqueólogo eslovaco Ivan Sprajc, coordinador de la investigación, aseguró entonces que el hallazgo se refiere a uno de los sitios más grandes registrados en esa región. La ciudad fue bautizada como Chactún, que significa piedra roja o piedra grande, y estuvo oculta en la selva del norte de la Reserva de la Biosfera de Calakmul.
Ayer, en rueda de prensa, el gobernador del estado Fernado Ortega Bernés confirmó que Chactún se encuentra cerrada al público, y es prácticamente imposible por el momento el ingreso de medios de información por la
murallaque representa la espesura de la selva, el clima y la carencia total de caminos de acceso. No obstante, ofreció que a finales de noviembre, una vez que concluya la temporada de lluvias, se podrá organizar una visita para periodistas.
Monolito con residuos de estuco
Octavio Esparza, experto en epigrafía de la Universidad Nacional Autónoma de México, y quien formó parte de la expedición que se internó en la Reserva de la Biosfera de Calakmul, dijo que es
excepcionalque la estela a la que se ha dado el número uno aún contenga restos de estuco, porque ese tipo de material es raro que se conserve en climas tropicales después de tantos años. Es precisamente este monolito el que da nombre al lugar, pues en ella se hace referencia a una
Piedra Rojao
Piedra Grande, que fue erigida por un personaje de nombre K’ihnich B’ahlam, en el año 751 dC.
Una de las 19 estelas descubiertas en la zona arqueológica de Chactún, CampecheFoto Cortesía del INAH
Las estelas, cuyo tamaño varía entre dos y tres metros de altura y una tonelada de peso, también eran utilizadas para celebrar periodos calendáricos y en el caso de la referida, se mandó erigir para conmemorar el katún 16, que era el final de un ciclo de aproximadamente 20 años.
Los mayas, detalló el especialista, también utilizaban esas piedras para recordar guerras, nacimientos o sucesos importantes, pero en el caso de las detectadas hasta el momento en Chactún, la mayoría eran para conmemorar los finales de katún.
Esparza añadió que la estela 14
es un claro ejemplo de reutilización en el sitio, pues estaba enterrada y se le adosó un muro en la cara frontal, lo que impide ver claramente al personaje, aunque puede leerse una fecha del calendario de cuenta larga que corresponde a 731 dC, así como parte de un ciclo lunar.
En el sitio arqueológico se encontraron además restos de ofrendas tardías en algunos monumentos, como en el caso de la estela uno, donde fue posible rescatar restos de incensarios de cerámica que fueron depositados hacia finales del periodo Clásico tardío o a principios del Posclásico (900-1200 dC).
La gran cantidad de estelas y altares dan cuenta de la importancia de este sitio que ocupa 22 hectáreas, el cual floreció hace más de mil años entre las regiones del Río Bec y los Chenes. La misma situación se presenta en otra nueva zona llamada Uxul, donde se han mapeado alrededor de 2.5 kilómetros, pero se estima que la urbe tenía unos cinco kilómetros cuadrados y contaba con al menos 180 estructuras, donde los arqueólogos han descubierto algunas.
El gobernador Ortega Bernés reveló también que está prácticamente listo el camino de acceso a la zona arqueológica de Itzamcanak o
El Tigre, donde los historiadores refieren que asesinaron al emperador Cuauhtémoc. El mandatario aseguró que se tienen registros comprobados de que ahí se encuentran los restos del último emperador azteca y que se han realizado investigaciones históricas para sustentarlo desde hace más de 10 años.
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