La organización dirigida por el periodista australiano Julian Assange, Wikileaks, dio a conocer este fin de semama que el expresidente mexicano Felipe Calderón (2006-2012) pidió en 2009 al gobierno de Estados Unidos “una mayor presencia en América Latina”, para “contrarrestar la influencia” del Líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez.
De acuerdo con los documentos revelados Calderón se reunió con el entonces director de la inteligencia estadounidense, Dennis Blair, y le confesó al representante norteamericano su preocupación por la “influencia de Hugo Chávez en la región” del Caribe.
El informe dice que Calderón denunció que Chávez, supuestamente, se había involucrado en las elecciones de varios países latinoamericanos, incluso en las de México, al “financiar la campaña electoral de Andrés Manuel López Obrador”, el rival de Calderón en las elecciones de 2006.
Los documentos de WikiLeaks confirman que a Calderón no le gustaba la oposición del Gobierno de Chávez a a la zona de libre comercio que abarca gran parte del continente.
Asimismo, el exmandatario mexicano habría dicho que era necesaria una “presencia más fuerte de Estados Unidos en la región”. "Para eliminar la influencia de Hugo Chávez, la región necesita la presencia visible de EE.UU.", señaló.
Adicionalmente, Calderón consideraba que "Estados Unidos ha de ser visto como una pieza clave" para este plan antichavista.
Días atrás, Wikileaks filtró otro documento en el que se revelaba una estrategia de cinco pasos implementada por Washington con la pretensión de debilitar y destruir el “chavismo” en Venezuela, teniendo a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por su sigla en inglés) como protagonista.
Tras el golpe de Estado del 2002 y el referendo revocatorio del 2004, la Usaid donó unos 15 millones de dólares a más de 300 organizaciones no gubernamentales (ONG) en Venezuela y les ofreció “apoyo técnico y de capacitación”, a través de su Oficina de Iniciativas de Transición (OTI), para desestabilizar.
El texto expone que eran cinco los objetivos de aquella estrategia: “fortalecer las instituciones democráticas , penetrar en la base política de Hugo Chávez, dividir el chavismo, proteger los negocios vitales de EE.UU. y aislar a Chávez internacionalmente”.
Planes de este tipo han sido constantemente revelados, con el pasar de los años, por activistas estadounidenses que valoran la gestión del Gobierno Bolivariano. Con base en esas informaciones, en 2010 la Asamblea Nacional de Venezuela aprobó una ley que prohibía el financiamiento externo para fines políticos en el país.
teleSUR-RT-Correo-AVN/vg
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