El presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés Zurita.
Foto: Eduardo Miranda
Foto: Eduardo Miranda
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- En una entrevista concedida al diarioReforma, el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés, afirma que dicho organismo es una de las instituciones más confiables en México, a pesar de la crisis de credibilidad que atraviesa y de las críticas por el papel desempeñado en los comicios de 2012.
Con cinco años al frente del IFE, Valdés considera que en ese tiempo el instituto ha mostrado solvencia en sus actividades; señala que está satisfecho con los resultados “y que la palabra crisis no lo inquieta”.
El funcionario rechaza que el IFE no haya logrado recuperar la credibilidad perdida tras el conflicto poselectoral del 2006 y argumenta que no ha dejado de ser una de las tres o cuatro instituciones en las que la población tiene mayor confianza, después del Ejército y la Iglesia.
“La medición de la confianza no está sólo en las encuestas, sino en la disposición de los ciudadanos a participar con esta institución en la organización de las elecciones. Y en eso, por más críticas que se haga al IFE, lo cierto es que cada vez los ciudadanos responden mejor al llamado a organizar elecciones, ser funcionarios de casilla y darnos resultados confiables, legales, legítimos”, manifiesta Valdés.
Asegura que los escándalos de los altos sueldos de los funcionarios del organismo electoral, las irregularidades, los gastos excesivos en asesores que salieron a relucir en los últimos cinco años, se conocieron porque “el IFE es transparente”, pues si fuera opaco esa información no se conocería.
El consejero presidente indica que ha vivido bajo el fuego de las televisoras, de la radio y de la prensa escrita tras la reforma electoral del 2007-2008, pero se dice satisfecho porque a pesar de la “crítica sistemática” de los medios de comunicación, el resultado del trabajo institucional fue más que aceptable.
De igual manera, niega que se haya doblado al poder de los medios, del PRI y de Enrique Peña Nieto.
Afirma que ha tratado de hacer un trabajo con absoluta imparcialidad, pues fue lo que ofreció a los coordinadores de los grupos parlamentarios a finales de 2007, cuando presentó su candidatura para ser consejero del IFE.
Sobre las acusaciones de que favoreció al PRI con sus últimas votaciones, responde que no hay ningún fundamento para que eso pueda afirmarse.
“Cuando los proyectos de resolución, después de haber hecho investigaciones tanto en procedimientos especiales sancionadores como en temas de fiscalización, plantean que hay que multar a ese partido o a cualquier otro partido, hago mi reflexión en términos de la objetividad, de la legalidad a las que estoy obligado, y emito mi voto en conciencia”.
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