Arturo Nuñez durante su toma de protesta como gobernador de Tabasco.
Foto: Hipólito García
Foto: Hipólito García
VILLAHERMOSA, Tab., (apro).- En su primer discurso como gobernador del estado, Arturo Núñez Jiménez habló claro y fuerte.
De entrada, advirtió a quienes se dedicaron a robar a los tabasqueños que “no les espera el disfrute de rentas, sino la cárcel”.
Luego de rendir protesta, el hombre que acabó con 83 años de gobiernos priistas, añadió que la alternancia política no la concibe como revancha política, pero afirmó que se sancionará a quienes hicieron mal uso de los recursos públicos, “sin consideración de partido político, jerarquía o poder del presunto responsable”.
Anticipó:
“Que quede claro, no encubriré a nadie haciéndome cómplice de quien haya hecho privados en su beneficio los recursos públicos de los tabasqueños. A ésos no les espera el disfrute de rentas mal habidas: les espera la cárcel”.
Por cumplimiento de la ley, firme convicción y congruencia personales, dijo “es indispensable, para el bien de la convivencia entre los tabasqueños, desagraviar a una sociedad profundamente lastimada”.
Núñez Jiménez resaltó que en el ámbito de la administración y las finanzas públicas, “el diagnóstico es grave” y citó como ejemplo la crisis de abasto de medicamentos, alimentos y equipos en las instalaciones hospitalarias, lo que puso en evidencia “no sólo un pésimo manejo financiero, sino también desorden administrativo, negligencia, corrupción e irresponsabilidad compartida”.
Explicó que formalmente recibe un presupuesto de 36 mil 566 millones 700 mil pesos para 2013, pero totalmente comprometido, sin margen de maniobra para reorientarlo a las prioridades votadas por los tabasqueños.
Detalló que la deuda pública en la entidad asciende oficialmente a 10 mil 135 millones 200 mil pesos, sin considerar los 850 millones de pesos más que la Comisión Federal de Electricidad reporta como adeudos.
Dijo que participaciones fiscales comprometidas en un 14.4% para pagar la deuda a 20 años, se registran déficits crecientes que de no financiarse adecuadamente aumentarán los pasivos del gobierno del estado y las disponibilidades en caja y bancos “reportan saldos en cero pesos”.
Aclaró que el desorden financiero con que recibe la administración, retrasará pero de ninguna manera cancelará la pensión para adultos mayores, a personas con capacidades diferentes y becas para estudiantes en el nivel medio superior, sobre todo en los casos de familias encabezadas por mujeres.
Ante unos 5 mil asistentes reunidos en el Centro de Convenciones de esta capital, líderes políticos nacionales y locales, gobernadores del sureste y jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Mancera, exgobernadores, senadores y diputados federales, así como del secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, representante presidencial, Núñez Jiménez enumeró 10 acciones prioritarias para sacar a Tabasco “de la pesadilla” granierista.
Entre ellas, “combate frontal, enérgico y con resultados claros, a la corrupción gubernamental y a la impunidad”, mediante auténticos sistemas de transparencia informativa, control y fiscalización del gasto público y rendición de cuentas, así como a través de la prevención, y sanción en su caso, de las conductas indebidas.
Asimismo, anunció que se reforzarán las instituciones responsables de la transparencia informativa, el acceso a la información pública gubernamental y la fiscalización del gasto público, “para que trabajen eficaz y genuinamente al servicio de los gobernados y no a modo de los gobernantes en turno”.
Además, se sanearán las finanzas públicas “para dejar atrás un gobierno estatal quebrado, gobiernos municipales precarios y un pueblo crecientemente empobrecido”.
Igualmente, se suprimirá todo gasto superfluo o innecesario, las remuneraciones extraordinarias como “aquellos bonos de fatiga de triste memoria”, se reorientará el gasto a la inversión productiva y programas sociales; se reducirá el gasto corriente y se reestructurará la deuda pública, buscando mejorar condiciones de plazos y pagos.
Habrá creación de empleos suficientes y debidamente remunerados en una gran alianza con el sector empresarial, estatal, nacional y extranjero, así como con los trabajadores y sus organizaciones.
Se luchará por un desarrollo social justo que disminuya en forma consistente desigualdades, pobreza, marginación e insalubridad y se rescatará el campo tabasqueño con estrategias, programas y acciones que recuperen la vocación agrícola, pecuaria, silvícola y pesquera.
Asimismo, se establecerá un auténtico programa integral para el manejo del agua, que controle las inundaciones, reduzca los estragos de las sequías y atienda las necesidades sentidas en todo el territorio estatal y no sólo en la capital del estado.
Se combatirá el delito y la impunidad, previniéndolo mediante el mejoramiento de las condiciones de acceso a más y mejores oportunidades de estudios, trabajo, disfrute de la cultura y esparcimiento para la población.
Habrá una gran cruzada con los maestros y grupos involucrados para ampliar la cobertura y mejorar la calidad de la educación en todos los niveles y grados académicos.
Finalmente, se fortalecerá el desarrollo político de Tabasco para ponerlo al día “con lo mejor de la transición democrática nacional”, convocando a la reconciliación de los actores partidistas y sociales.
“Haremos del ciudadano el centro de toda la gestión pública y propiciaremos su participación en las decisiones colectivas a través de las candidaturas independientes y las formas de la democracia semidirecta”, planteó.
Durante su discurso de más de hora y media, Núñez Jiménez hizo amplio reconocimiento al representante presidencial Emilio Chuayffet por su trayectoria política, así como al líder histórico del PRD y tres veces ex candidato presidencial, Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, presentes en la ceremonia.
Pero la ovación de pie se la llevó el dos veces excandidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, cuando Núñez dijo que el triunfo era también de él por iniciar el movimiento que hoy culminó con la alternancia política en Tabasco.
López Obrador no estuvo presente, pero hoy se ratificó que su figura sigue siendo de gran influencia en Tabasco.
Entre los invitados, también estuvieron el panista Diego Fernández de Cevallos; el rector de la UNAM, José Narro Robles, y destacados priistas, como el exdirigente nacional del tricolor, Jorge de la Vega Domínguez, y el exgobernador de Nuevo León, Natividad González Parás.
También los gobernadores de Chiapas, Campeche, Yucatán, Veracruz, Oaxaca y el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Mancera, así como por los exgobernadores de Tabasco, Leandro Rovirosa Wade, Enrique González Pedrero, Manuel Gurría Ordóñez, Víctor Manuel Barceló y Enrique Priego Oropeza.
De los líderes nacionales de la coalición que postuló a Núñez para la gubernatura, asistió Jesús Zambrano del PRD y Dante Rannauro del Movimiento Ciudadano; el PT envió representante.
El gran ausente fue el saliente gobernador Andrés Granier Melo. Trascendió que ayer domingo por la mañana salió junto con su familia en una avión privado hacia Miami, donde, según medios informativos, “pasará una larga temporada”.
“Abandonó el barco antes de tiempo, aparte de corrupto es un cobarde porque no enfrentó a los tabasqueños hasta el último minuto de su mandato”, comentó el ex diputado local y representante del nuevo gobierno perredista en el Distrito Federal, Óscar Cantón Zetina.
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