Víctor M. Toledo
Rebelarse no es lo mismo que revelarse, a pesar de que la diferencia entre los verbos sea de sólo una letra. Y sin embargo, en el caso de las encuestas sobre la elección presidencial, ambas palabras son sinónimos. Al revelar nuevos datos las encuestas, irreverentes y necias, se rebelan a la intención de un sector de la sociedad por implantar en el imaginario colectivo la idea del triunfo indetenible y rotundo de Enrique Peña Nieto (EPN). Esta andanada de los medios, este complot mediático liderado por Televisa, Milenio Tv, Crónica y otros más, comienza a resquebrajarse conforme avanzan las campañas. Las cifras en rebeldía irrumpen en dos ámbitos: las encuestas realizadas por las compañías en los hogares, y los sondeos levantados a través de Internet o en plazas públicas.
En el primer caso comienza a quebrarse la uniformidad de los resultados de siete casas encuestadoras (ver cuadro 1 en mi artículo en La Jornada 10/4/2012), es decir, se desvanece la idea de una ventaja irreversible de EPN. Ya a mediados de abril María de las Heras de Demotecnia afirmaba:
Considero que los encuestadores están cometiendo el mismo error de cálculo que cometieron en 2010 cuando auguraban un amplísimo margen de ventaja del PRI en prácticamente todas las elecciones de gobernador que se llevaron a cabo en aquel año, ventaja que al final resultó mucho menor a la esperada y en algunos estados terminó por convertirse en derrota(El País, abril 17). Demotecnia en su encuesta nacional realizada del 24 al 27 de marzo, antes del inicio de las campañas, reportó: EPN: 38.9, JVM: 30.6 y AMLO: 29.2. Por otro lado, una encuesta confidencial realizada por el Panal con maestros del SNTE entre padres de familias en las escuelas públicas reveló con sorpresa AMLO: 37, EPN: 31 y JVM:17. Los más de-safiantes de todos son los resultados de la última encuesta levantada por el diario Reforma, en mil 515 hogares del 19 al 22 de abril. En este caso las cifras indican un descenso de los candidatos del PRI y PAN y un claro ascenso de AMLO, para dejar los porcentajes en AMLO: 27, EPN: 42 y JVM: 29. Aquí las tendencias en los ciudadanos independientes, que no pertenecen a partido alguno, son aún más pronunciadas. En general se observa un ascenso de AMLO que lo sitúa en segundo sitio en el centro del país y en primer sitio y en empate técnico con EPN en el sur (cuadro 1). Si se mantuviera la tendencia AMLO llegaría en mayo a 32 por ciento y en junio a 37.
Por su parte los sondeos, casi todos vía Internet, continúan situando a AMLO en primer lugar, con excepción de Elección 2012, que revela un triple empate técnico. Aquí la novedad es la sorpresiva aparición de una encuesta en el sitio de You Tube más visitado no sólo de México sino de todo el mundo de habla española (Hispanoamérica): Werevertumorro (youtube.com/user/werevertumorro). El sitio es el más famoso entre la juventud del país con acceso a Internet, con números que rebasan la imaginación: 1.76 millones de suscriptores, 3.84 millones de personas que afirman ser fans, y 517 millones de reproducciones registradas de sus videos. Casi se puede hablar de la generación werevertumorro. En la encuesta levantada, que cuando este artículo aparezca habrá superado los 100 mil votos, AMLO arrasa con más de los dos terceras partes, incluyendo a quienes son menores de edad o viven fuera del país. Si este sondeo opera como un indicador fidedigno de las preferencias entre los más jóvenes de los votantes mexicanos, cuyo número se estima en 13 millones, AMLO estaría captando unos 8 millones de nuevos votos. ¿Estaremos ante el advenimiento de una nueva generación del 68? ¿Pasará en México lo mismo que en Chile? ¿Serán los jóvenes quienes decidan la elección? Su las encuestas revelan, las encuestas se rebelan.
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