MATAMOROS, Tamps. (apro).- Protegida por el Ejército, la Armada de México y la Policía Federal, la candidata del PAN a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, concluyó su gira por esta ciudad con un evento “masivo”, donde los asistentes, en su mayoría, abandonaron el sitio antes de que terminara de hablar la abanderada panista.
Anunciado como un acto masivo, el evento se celebró en un salón privado de un club social de esta ciudad, donde se dieron cita unas dos mil personas provenientes de ejidos y comunidades apartadas de la entidad.
Minutos antes de que la candidata terminara su discurso, decenas de personas se enfilaron hacia la puerta para buscar los camiones en los que fueron movilizados.
Aunque el desalojo no fue tan notorio, como en el estadio Azul, el día de su toma de protesta, los pasillos que se dejaron para transitar entre el sillerío se llenaron de personas que, dando la espalda a La Jefa –como se autonombra la candidata– buscaban la salida.
Aún hablaba Josefina en el interior del salón cuando los acarreados ya recibían botellines de agua purificada, desde las cajas de pick-up que se colocaron en la salida para tal efecto.
El acto fue el tercero de la aspirante, quien pasó el día en esta ciudad, aunque no se movió en un perímetro superior a 3 kilómetros lineales. Todos los eventos, en la misma avenida.
Luego de sostener su segundo acto con formato de talk show, Vázquez Mota acudió a la casa de campaña del PAN en la ciudad, acompañada de Francisco García Cabeza de Vaca, el candidato panista a senador, así como de otros aspirantes. De ahí, fue conducida a una estación de radio donde concedió una entrevista y regresó a la oficina panista a pie, por un tramo de avenida de unos 600 metros.
Aunque originalmente se había anunciado una conferencia de prensa en esta ciudad, todo fue cancelado y, no obstante que el acto venía asentado en la agenda oficial, la oficina de campaña expresó que jamás se había considerado y que todo fue un error. Es decir, otro error al momento de emitir la agenda.
El despliegue de seguridad se hacía notar aun en esta ciudad, donde las Fuerzas Armadas realizan rondines permanentes. Durante los traslados en vehículo, una patrulla de la Policía Federal desempeñaba la función de punta de lanza en el convoy; a los costados, dos humvees artillados del Ejército cubrían los flancos delanteros de la Suburban de la candidata, cubierta por dos Suburban más del Estado Mayor Presidencial. Otros dos humvees cubrían los flancos en la parte trasera y, como retaguardia, otra patrulla federal.
Además, un contingente de la Armada así como vehículos militares, entre ellos un rino, seguían el convoy a distancia, mientras pasaban por enfrente de otros vehículos militares y de la Policía Federal, estacionados en la acera en posición defensiva.
Aunque en sus discursos reconoció la valentía de la gente que vive en la zona al mantenerse aquí a pesar de la violencia, y de que en diferentes oportunidades aseveró con grandilocuencia que “la patria son nuestros hijos”, lo cierto es que en esta gira, nadie de su familia la acompañó.
Custodiada así, Vázquez Mota repitió en los tres actos que es “una mujer valiente”, que “no le tiene miedo a la delincuencia” y que la combatirá sin miramientos. En los tres actos destacó las mismas propuestas que, en esta ocasión se centraron en la creación de una Policía Nacional, un programa de vivienda y el anuncio de que procurará, si llega a la Presidencia, la inversión privada en el sector salud.
Anunciado como un acto masivo, el evento se celebró en un salón privado de un club social de esta ciudad, donde se dieron cita unas dos mil personas provenientes de ejidos y comunidades apartadas de la entidad.
Minutos antes de que la candidata terminara su discurso, decenas de personas se enfilaron hacia la puerta para buscar los camiones en los que fueron movilizados.
Aunque el desalojo no fue tan notorio, como en el estadio Azul, el día de su toma de protesta, los pasillos que se dejaron para transitar entre el sillerío se llenaron de personas que, dando la espalda a La Jefa –como se autonombra la candidata– buscaban la salida.
Aún hablaba Josefina en el interior del salón cuando los acarreados ya recibían botellines de agua purificada, desde las cajas de pick-up que se colocaron en la salida para tal efecto.
El acto fue el tercero de la aspirante, quien pasó el día en esta ciudad, aunque no se movió en un perímetro superior a 3 kilómetros lineales. Todos los eventos, en la misma avenida.
Luego de sostener su segundo acto con formato de talk show, Vázquez Mota acudió a la casa de campaña del PAN en la ciudad, acompañada de Francisco García Cabeza de Vaca, el candidato panista a senador, así como de otros aspirantes. De ahí, fue conducida a una estación de radio donde concedió una entrevista y regresó a la oficina panista a pie, por un tramo de avenida de unos 600 metros.
Aunque originalmente se había anunciado una conferencia de prensa en esta ciudad, todo fue cancelado y, no obstante que el acto venía asentado en la agenda oficial, la oficina de campaña expresó que jamás se había considerado y que todo fue un error. Es decir, otro error al momento de emitir la agenda.
El despliegue de seguridad se hacía notar aun en esta ciudad, donde las Fuerzas Armadas realizan rondines permanentes. Durante los traslados en vehículo, una patrulla de la Policía Federal desempeñaba la función de punta de lanza en el convoy; a los costados, dos humvees artillados del Ejército cubrían los flancos delanteros de la Suburban de la candidata, cubierta por dos Suburban más del Estado Mayor Presidencial. Otros dos humvees cubrían los flancos en la parte trasera y, como retaguardia, otra patrulla federal.
Además, un contingente de la Armada así como vehículos militares, entre ellos un rino, seguían el convoy a distancia, mientras pasaban por enfrente de otros vehículos militares y de la Policía Federal, estacionados en la acera en posición defensiva.
Aunque en sus discursos reconoció la valentía de la gente que vive en la zona al mantenerse aquí a pesar de la violencia, y de que en diferentes oportunidades aseveró con grandilocuencia que “la patria son nuestros hijos”, lo cierto es que en esta gira, nadie de su familia la acompañó.
Custodiada así, Vázquez Mota repitió en los tres actos que es “una mujer valiente”, que “no le tiene miedo a la delincuencia” y que la combatirá sin miramientos. En los tres actos destacó las mismas propuestas que, en esta ocasión se centraron en la creación de una Policía Nacional, un programa de vivienda y el anuncio de que procurará, si llega a la Presidencia, la inversión privada en el sector salud.
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