PRI, el Despeñadero

Jenaro Villamil


En menos de una semana, la contienda del PRI por las candidaturas del 2012 se tornó conflictiva y amenaza con desembocar en una fractura interna por dos decisiones unilaterales del presidente del Comité Ejecutivo Nacional, Humberto Moreira y del equipo negociador de Enrique Peña Nieto, que generaron la oposición del senador Manlio Fabio Beltrones y el descontento público de decenas de legisladores priistas aspirantes a diputados federales, gobernadores y senadores.

La primera decisión fue realizar 16 cambios al borrador de la convocatoria para elegir al candidato presidencial del tricolor, elaborado por la Comisión Nacional de Procesos Internos, después de una amplia consulta y negociación con los equipos de los dos principales precandidatos: Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones.

La segunda medida conflictiva fue la firma del convenio del PRI con el Partido Nueva Alianza y con el Partido Verde Ecologista para formalizar la coalición “Comprometidos con México”. En este convenio, negociado por Luis Videgaray y Jesús Alcántara, ambos operadores de Peña Nieto, el PRI le cede al Partido Verde 30 diputaciones de mayoría y al Panal 23 diputaciones, así como 4 senadurías para el partido creado por Elba Esther Gordillo y 5 para el Verde.

La decisión que se aprobó el 16 de noviembre por la Comisión Política Permanente del PRI y se dio a conocer al día siguiente provocó el descontento de los dirigentes del Distrito Federal, del senador y ex gobernador de Sinaloa, Francisco Labastida Ochoa, así como de los aspirantes priistas al gobierno de Chiapas, ya que coincidieron en que se ceden distritos donde el PRI es competitivo a partidos que cuentan con menos del 1 por ciento de la votación.

El caso más conflictivo es el de Chiapas. El convenio incluye apoyar al senador Manuel Velasco, del Partido Verde, como candidato a gobernador para el 2012, desplazando a los aspirantes priistas, como la senadora María Elena Orantes y Juan Antonio Aguilar Bodegas. Manuel Velasco es amigo personal de Enrique Peña Nieto.

En el Distrito Federal, la senadora María de los Angeles Morelos y el diputado local Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre protestaron porque el convenio le cede al Partido Verde la primera opción de la candidatura al Senado, así como candidaturas a diputados federales en las delegaciones Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc y Tlalpan. Al Panal se le concedió las candidaturas en los distritos de Miguel Hidalgo, Alvaro Obregón y Xochimilco.

El Ultimátum de Beltrones

El principal cambio a las bases para la inscripción en la contienda interna se realizó en la cláusula décimo cuarta. El borrador entregado el lunes 14 de noviembre, a las 9 de la noche, por la Comisión Nacional de Procesos Internos proponía un candado para impedir que “los servidores públicos de filiación priista y quienes ocupen un cargo de elección popular con disposición presupuestal y/o mando” así como los “integrantes de los órganos de dirección ejecutivos, de defensoría y jurisdiccionales del partido” se abstuvieran de realizar expresiones de apoyo que alteraran las condiciones de equidad de la contienda interna.

Se trataba del “candado anticargada”. El senador y ex gobernador de Quintana Roo, Pedro Joaquín Coldwell, reconocido por sus dotes de negociador y operador político, argumentó que como presidente de la Comisión Nacional de Procesos Internos propuso este candado “porque consideramos que ayuda a la equidad”.

“El problema es que en la cultura priista, los gobernadores tienen un gran liderazgo sobre las bases partidarias, entonces la razón por la cual la presidencia a mi cargo sometió a la consideración de la Comisión esta base, fue fundamentalmente cuidar la equidad en el proceso, por el peso que tienen los gobernadores”, argumentó Joaquín Coldwell.

En menos de doce horas, en la mañana del martes 15 de diciembre Humberto Moreira publicó la convocatoria que modificó este candado argumentando que son atribuciones del presidente del CEN del PRI realizar estas modificaciones y que este “candado” violaba la “libertad de expresión” de los militantes priistas.

“Tengo la facultad en los estatutos. Hay una propuesta de la Comisión Nacional de Procesos Internos donde el presidente del partido tiene la facultad de emitir la convocatoria”, se justificó Moreira el 17 de noviembre, durante una improvisada rueda de prensa.

Desde Hermosillo, Sonora, el senador Manlio Fabio Beltrones advirtió el mismo 17 de noviembre que ante estos cambios evalúa retirarse de la contienda interna.

“En lo personal, estoy evaluando si participo en estas elecciones del 2012, después de conocer la convocatoria de mi partido, la cual tiene ciertas especificaciones que creo que son necesarias de reconsiderar, pero esto sucederá en los próximos días”, indicó el ex gobernador de Sonora.

“Mi decisión habré de tomarla siempre y responsablemente y pensando en el México que todos queremos, pero sobre todo en cómo exigir que, suceda lo que suceda, imaginemos qué México quereos tener dentro de 25 años y exijamos que se cumpla ese propósito”, abundó el coordinador de la bancada del PRI en el Senado.

Se espera que antes del 24 de noviembre, fecha límite para que Beltrones pida licencia en el Senado, el ex gobernador de Sonora decidirá si se retira de la contienda interna. Los principales colaboradores de Beltrones han indicado que se retirará si no se modifica esta cláusula de la convocatoria.

Para el vocero del CEN priista, David Penchyna, Moreira tiene todas las atribuciones para decidir estos cambios en el borrador propuesto por la Comisión Nacional de Procesos Internos y si no se hubiera modificado se violaba la “libertad de expresión” de los militantes priistas.

“Es un borrador solamente que le sugiere al presidente nacional del PRI que, reitero, es el único que tiene la facultad de expedir la convocatoria”, sentenció Penchyna, consultado por Proceso.

“El Consejo Político Nacional pudo expedir esa convocatoria, pero le delegó esa facultad al presidente del partido. El presidente, al revisar dicho documento, modificó algunas cláusulas que, a su juicio y de en la opinión de los órganos jurídicos del partido podrían someterse a dos riesgos: coartar la libertad de expresión, lo cual es muy delicado; y poner en fragilidad, bajo esa interpretación, que el IFE pudiera derribar la convocatoria”, argumentó.

-El senador Beltrones argumenta que estos cambios alteran las condiciones de equidad de la contienda –se le revira.

-No tendría ningún comentario en contra porque además el senador Beltrones es un muy distinguido miembro de nuestro partido político. Es un hombre con una trayectoria relevante, pasada, presente y seguramente futura. Me parece que la madurez de las condiciones de equidad está en la propia militancia partidaria.

-¿Prevé una ruptura al interior del PRI?

-Yo no preveo una ruptura. Yo creo que el PRI ha aprendido en carne propia que la variable indispensable para ganar es la unidad. Ahí está Michoacán, Nayarit, Estado de México, Hidalgo. Hemos padecido con dolor que aquellas entidades donde no logramos la unidad, lamentablemente la victoria no nos alcanzó. Eso se aprende con sangre, se tatúa en la piel.

-¿Si el senador Beltrones decide bajarse de la contienda, qué sucederá?

-Con todo respeto, no declaro sobre especulaciones. No personalizaría la convocatoria para uno o dos aspirantes solamente.

Preparativos de la Cargada

En paralelo con esta polémica, en las oficinas de Comunicación Social de varias entidades gobernadas por priistas comenzó a circular el borrador de un desplegado, financiado por varios gobernadores y legisladores que forman parte de la red de alianzas de Enrique Peña Nieto para mostrar su “adhesión” al ex gobernador mexiquense, en vísperas del registro que se formalizará el 27 de noviembre.

El desplegado se detuvo momentáneamente ante el descontento de Beltrones y de otros legisladores y dirigentes del PRI, vinculados con el sonorense.

Ante la posibilidad de que Beltrones renuncie a la contienda interna, legisladores vinculados a Peña Nieto divulgaron la versión de que el ex gobernador de Hidalgo, Miguel Osorio Chong, promueve que su antecesor Manuel Angel Núñez Soto se registre como precandidato para “convalidar” la precampaña y favorecer al mandatario mexiquense.

Citando a diputados priistas, los reporteros Roberto Garduño y Enrique Méndez, de La Jornada, publicaron que Núñez Soto “sólo ‘convalidaría’ el proceso, como ocurrió hace seis años con Everardo Moreno, quien participó para que Roberto Madrazo Pintado también recibiera el apoyo unánime”.

-¿Qué hará el CEN del PRI frente al riesgo de las cargadas? –se le preguntó a David Penchyna.

-Con todo respeto, las cargadas son un baile, amigo. El PRI es un partido maduro. Hace seis años tuvimos esa misma discusión que sería pernicioso para la vida política de un partido el que a través de ciertos mecanismos se coarten libertades como el de la expresión.

Las manifestaciones de la cargada a favor de Peña Nieto han sido varias. Después de las elecciones para gobernador en el Estado de México, cerca de 300 legisladores federales, locales, presidentes municipales y líderes priistas se reunieron en la casa de gobierno de Toluca para expresarle su apoyo y adhesión al todavía mandatario estatal.

En aquella reunión se dio a conocer la creación de Expresión Política Nacional (EPN, las mismas siglas del nombre de Enrique Peña Nieto), un sucedáneo de la Fuerza Mexiquense que creó Arturo Montiel en 2004-2006 para impulsar su precandidatura presidencial. Se trata de una red clientelar y de operadores políticos para impulsar la candidatura de Peña Nieto.

EPN es coordinada por Jesús Alcántara, amigo personal del ex mandatario mexiquense, el mismo personaje que negoció junto con el diputado federal con licencia Luis Videgaray el convenio de alianza con el Partido Verde y el Panal.

Rebelión al Convenio con Panal y PVEM

En una ceremonia realizada en el ex convento de San Hipólito, junto a la iglesia de San Judas Tadeo, patrono de las causas perdidas, Humberto Moreira firmó junto con Luis Castro Obregón, presidente del Panal y operador político de Elba Esther Gordillo, y con el senador Arturo Escobar, vocero del Verde Ecologista el convenio de coalición “Compromiso por México” que le cede estos partidos 54 candidaturas para la Cámara de Diputados (30 para el Verde y 24 para el Panal), así como 4 senadurías para Nueva Alianza y 5 para el Verde.

Entre las senadurías que el PRI cede está el primer sitio en Chiapas, para la hija de Elba Esther Gordillo, Mónica Arriola, quien estuvo presente en la ceremonia de la firma del convenio.

En Quintana Roo, la senaduría se reservó para el ex dirigente del PVEM, Jorge Emilio González, quien está envuelto en un escándalo por la muerte de una migrante búlgara, en abril pasado, en un departamento de la torre Emerald, de Cancún, que presuntamente es de su propiedad.

En Sinaloa, donde el Panal no tiene ni el 1 por ciento de la votación, se reservó la senaduría para Nueva Alianza, lo que generó una airada reacción del ex gobernador y ex candidato presidencial, el senador Francisco Labastida Ochoa, quien advirtió que esta decisión es una “imposición” y generará fracturas en esta entidad.

La senadora María Elena Orantes, aspirante a la candidatura priista a la gubernatura de Chiapas, expresó su rechazo absoluto a que el PRI apoye al candidato del PVEM para esta entidad, el senador Manuel Velasco, y amenazó con abandonar el Revolucionario Institucional.

La senadora capitalina María de los Angeles Moreno y la tamaulipeca Maria Gómez hicieron eco de las protestas de sus correligionarios por la cesión “indiscriminada” de distritos electorales federales competitivos para el PRI.

Tan sólo en el Distrito Federal, le cedieron al PVEM el distrito 7 de la Gustavo A. Madero, el 8 y 12 de la delegación Cuauhtémoc, así como el 14 de Tlalpan. El diputado federal priista Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre afirmó que impugnará esta decisión porque “el convenio nos afecta como entidad federativa, no tiene facultades de designación el presidente del Comité Ejecutivo Nacional ni el presidente del Comité Ejecutivo del partido Verde porque eso es antidemocrático”.

Desde hace meses Gutiérrez de la Torres se mantiene en franca rebelión contra el equipo de Enrique Peña Nieto, a quien acusa de haber incumplido “los acuerdos” y apoyar para la jefatura de Gobierno en el DF a la ex presidenta nacional del PRI, Beatriz Paredes, y aliarse con el ex perredista, René Arce, adversario político de Gutiérrez de la Torre en la delegación Iztapalapa, la más poblada de la capital del país.

Se prevén otros conflictos con la militancia priista en Jalisco, Zacatecas, Guanajuato, Nuevo León, Puebla y Veracruz donde el PRI le cede al Panal y el Verde distritos electorales donde existen varios aspirantes priistas.

El Espaladarzo de Peña Nieto

Todo esto sucedió mientras Peña Nieto continuó con su gira por Estados Unidos para promoverse ante académicos, empresarios y poderosos think tanks del país vecino.

Desde Nueva York, Peña Nieto salió en defensa de Moreira, involucrado en el escándalo de la falsificación de documentos para incrementar la deuda estatal de Coahuila, afirmando que las acusaciones contra el ex mandatario son una “guerra de lodo”.

Después de participar en el Consejo de las Américas, Peña también opinó sobre el descontento generado ante la convocatoria que autoriza la cargada.

“Creo que lo que fue publicado es una atribución del Comité Ejecutivo Nacional; es una atribución del presidente del partido y de ninguna manera está ni truqueando ni trampeando nada… Más parece una campaña de desprestigio que estuviera siendo orquestada desde la oposición y al que algunos medios se han prestado”, afirmó el ex mandatario mexiquense.

Hasta ahora no ha respondido a la oleada de protestas que se están generando por el convenio con el PVEM y el Panal que él ordenó a sus operadores que negociaran y Moreira firmó.

Peña Nieto se tendrá que enfrentar en los próximos días, antes de su registro formal como precandidato el 27 de noviembre, a la contraparte de la cargada: la rebelión de los priistas que desde ahora dicen que ya no son tiempos de imposición y que el político conocido como el Golden Boy “no es el dueño del PRI”.