sábado, 16 de julio de 2011

Hostigamiento contra el obispo Raúl Vera, denuncian la diócesis de Saltillo y ONG

En mantas clandestinas colocadas en la catedral le piden que hable sólo de religión

Aunque lo expongan a la agresión, el prelado seguirá sus actividades “por una sociedad más humana”

Leopoldo Ramos y Fernando Camacho
Corresponsal y reportero
Periódico La Jornada
Sábado 16 de julio de 2011, p. 8
Saltillo, Coah., 15 de julio. La diócesis de Saltillo denunció acciones de hostigamiento contra el obispo Raúl Vera López, las cuales se dieron con la instalación clandestina de mantas en la catedral de Santiago Apóstol, ubicada en el centro histórico de esta capital.

Las mantas con las frases “Queremos un obispo católico” y “Queremos que el obispo sólo hable de religión” aparecieron la mañana del jueves en la explanada del edificio y fueron retiradas por personal del centro religioso.

En un comunicado que difundió ayer, la diócesis de Saltillo advirtió sobre “el contexto del hostigamiento contra el obispo Raúl Vera López por sus acciones pastorales”. Dijo que la actividad constante del prelado “con sus organismos, sus planes de trabajo y sus agentes de pastoral, no está al margen del evangelio ni de las normas y orientaciones de la Iglesia, ni de los retos de la sociedad en que vivimos”.

Anticipó que “por fidelidad al ministerio pastoral que desempeña”, Vera López “no cesará su dinamismo y su voz, que buscan contribuir a la construcción de comunidades de fe más vivas y comprometidas y de una sociedad más humana, aunque lo expongan a la agresión, tan fácil de perpetrar en estos días tan desafiantes en que vivimos”.

Añadió que “el trabajo pastoral del obispo diocesano, que abarca espacios muy variados de la vida de la Iglesia y de la sociedad, se inscribe claramente en el ámbito de las enseñanzas y las normas pastorales”, y que aborda no sólo asuntos religiosos, “sino también los de la vida pública, fuente continua de contradicciones, no representa un desvío hacia terrenos ajenos a la misión pastoral”.
El comunicado expone que la participación del religioso en temas de derechos humanos, defensa de los migrantes, de los obreros y minorías, como la comunidad homosexual, está respaldada en el Concilio Vaticano II, que desde 1959 promueve el desarrollo del catolicismo con una cercanía social.

“El fundamento de estas responsabilidades de la Iglesia y de sus ministros es, desde luego, la suprema dignidad del ser humano, única imagen de Dios que se muestra especialmente cercano a quienes viven en condiciones precarias y vulnerables, víctimas de los daños y perjuicios que causa un mundo desequilibrado”.

En tanto, el Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios manifestó en un comunicado su repudio a dichos actos de intimidación, que atribuyó a personas que apuestan por la intolerancia y la violencia.

“Nos preocupa sobremanera, dada la grave crisis de seguridad y violencia generalizada que vivimos en Coahuila, que estos grupos conservadores se oculten en el anonimato ante su incapacidad para proponer y entablar diálogos constructivos e incluyentes”, señaló el colectivo, que dijo confiar en que la defensa de las garantías individuales seguirá siendo prioridad del religioso.

Por su parte, la asociación Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos (as) en Coahuila también condenó las mantas. Subrayó que Vera es el “único obispo que camina junto con nosotras y nosotros, víctimas de la guerra”, y agradeció su apoyo y cariño incondicionales. “Preferimos un obispo comprometido con las causas de la gente que sufre y camina buscando la justicia y la paz”, apuntó.

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