Un fenómeno intrigante para los antropólogos, que en su mayoría
ven en ello un efecto de la evolución hacia sociedades más complejas.
En ese período, el volumen medio del cerebro del hombre moderno,
el Homo sapiens, disminuyó alrededor de 10% -de 1.500 a 1.359 cmˆ3 -,
el equivalente a una pelota de tenis.
Estas mediciones fueron establecidas a partir de cráneos hallados en
Europa, Oriente Medio y Asia,
cuenta el antropólogo John Hawks, de la Universidad de Michigan (EE.UU.).
"Yo diría que ha sido una gran reducción en un breve período
evolutivo", declaró en una entrevista a la revista Discover.
Según los antropólogos, esta disminución
no es tan sorprendente ya que cuanto más músculo
hay, más materia gris hace falta para controlar ese cuerpo.
El hombre de Neandertal, "primo" del hombre moderno
y desaparecido hace 30.000 años por razones aún oscuras,
era más corpulento y tenía un cerebro mayor.
El hombre de Cromagnon, que hizo las pinturas rupestres
de la gruta de Lascaux (Francia) hace unos 17.000 años,
era el Homo sapiens dotado del cerebro más grande.
También era más fuerte que sus actuales descendientes.
Esos rasgos eran necesarios para sobrevivir en un entorno hostil,
explica a AFP David Geary, profesor de Psicología en la Universidad de Missouri
y autor de trabajos sobre el desarrollo del cerebro a lo largo de la evolución.
Geary ha constatado que el tamaño del cerebro disminuye cuando la
densidad de población aumenta.
"Con el surgimiento de sociedades más complejas, el cerebro humano se
ha empequeñecido
porque los individuos ya no necesitan ser tan inteligentes para
sobrevivir; los demás los ayudan", precisa.
Esta reducción del cerebro no significa que los hombres modernos
tengan menos capacidades intelectuales,
sino que han desarrollado formas de inteligencia más sofisticadas.
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Nota del Ed. ¿No será por eso que hoy en día
en que, en medio de la avalancha de información,
se supone que sabemos cada vez más,
terminamos entendiendo cada vez menos?
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