Isabel Miranda de Wallace, la mujer que luchó por encontrar a los asesinos de su hijo, podría ser la candidata del Presidente a 2012
Puede un secretario de Estado que quiere ser candidato presidencial anunciar aumentos de impuestos o servicios un año antes de la elección? ¿Es lógico que un funcionario con aspiraciones sea el vocero de anuncios que provocarán molestia, rechazo entendible de la población como el aumento a las gasolinas empezando un año?
Eso hizo ayer Ernesto Cordero Arroyo, secretario de Hacienda, a quien muchos ven como uno de los candidatos del presidente Calderón —“el más cercano”, dicen— para la sucesión presidencial de 2012. La realidad dice lo contrario: a Cordero no parece interesarle en lo más mínimo ser candidato presidencial, no actúa como tal, no está interesado en posicionar su imagen y más bien se le ve empeñado en no ser visto como presidenciable.
¿Qué le quedará entonces a Calderón si su hombre de mayor cercanía, en quien podría confiar, no está interesado? Podría apoyar una segunda opción en la persona de Alonso Lujambio, panista de reciente cuño que aunque tiene su afecto no tiene la misma confianza que Cordero; o podría verse audaz y jugar con otro panista todavía más reciente y que antes llegó a ser vocero del PRI, como Javier Lozano, su secretario del Trabajo, eficiente operador pero al que conoce apenas hace unos años.
¿O tiene otras opciones? Cada vez más voces dentro y fuera del PAN piensan que sí, a partir de aquella declaración suya del 2 de diciembre, en una entrevista, donde le preguntaron qué origen tendría el candidato presidencial panista: “Miembros del gabinete, gobernadores, legisladores. Y yo no descartaría, ojalá así fuera, incluso, alguna distinguida o algún distinguido integrante de la sociedad civil”.
Ya entonces se especuló con Juan Ramón de la Fuente, a quien Calderón había elogiado en público días antes, pero ahora entre los panistas de la cúpula se mueve un nombre que, dicen, podría ser la apuesta real del presidente: Isabel Miranda de Wallace, la mujer que luchó por encontrar a los asesinos de su hijo y llevarlos a proceso, y que apenas hace unas semanas fue galardonada con el Premio Nacional de Derechos Humanos, que le fue entregado de manos de Felipe Calderón. ¿Será que el Presidente se la juega con una mujer y no precisamente panista?
NOTAS INDISCRETAS… Se publicó el lunes en el diario El Debate de Culiacán y es una auténtica perla. En la sección local, página 7 del diario, a media plana, aparece la siguiente felicitación: “Felicitamos muy cordialmente al C. Mario López Valdez, por su toma de posesión como Gobernador Constitucional del Estado de Sinaloa. Le deseamos el mayor de los éxitos para el desarrollo y progreso de nuestro Estado. Nuestro respeto y admiración. Sinceramente: Ma. Modesta Zambada Zazueta (Motita) y familia. Culiacán Sinaloa, 3 de enero de 2011”. La “cordial felicitación” al nuevo gobernador es nada más y nada menos que de la hermana de Ismael El Mayo Zambada, el mismo líder del cártel del Pacífico con el que Malova apareció fotografiado hace 20 años en una feria ganadera. Cada quien sus amigos… Un dato que dan del ministro Juan Silva Meza y que describe al nuevo presidente de la Corte, es que el único voto de ayer a favor de un candidato distinto fue el de él, que votó a favor de la ministra Margarita Luna Ramos. Es decir, Silva no votó por el mismo, cosa que podía hacer y que sí hizo hace ocho años Mariano Azuela Güitrón. Cuentan que en enero de 2003, horas antes de que fuera electo presidente de la Corte, Mariano llamó por teléfono al otro aspirante fuerte en aquel proceso: Juan Silva Meza. “Juan —le dijo Azuela— ya tengo todos los votos a mi favor, sólo me falta el tuyo, te llamo para pedirte que me apoyes”. Silva no se comprometió y a la hora de que se supo como votó cada ministro salieron dos datos: Mariano Azuela había votado por él mismo, y Silva Meza lo había hecho por la ministra Olga Cordero. La diferencia con la que ganó Azuela a Silva aquella vez, fueron esos dos votos… Los dados arrancan año con Escalera doble. A todos los lectores, el sincero deseo de que las cosas mejoren.
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