Muchos piensan que este año que recién se ha iniciado no es otra cosa que el trampolín para el misterioso 2012.
Desde estos días, empiezan los remolinos de grupos de todo tipo que tienen fijada su vista en el año entrante porque definitivamente será el cambio del Poder Ejecutivo y Legislativo de México.
Aunado a lo anterior, curiosamente también se empieza a anunciar la elección para presidente de Estados Unidos el próximo año.
Con estos antecedentes, se busca borrar los difíciles tiempos por los que atravesamos los juarenses, chihuahuenses y mexicanos. Se dice que no sólo será difícil la cuesta de enero, sino la de febrero, marzo, abril y así hasta llegar a diciembre del corriente.
Los aumentos indiscriminados y a raja tabla del gas y del agua pegan directamente a la economía familiar al igual que el aumento a las gasolinas las cuales repercuten directamente con el aumento generalizado de precios. Ninguna instancia hace nada para impedirlo.
Desde luego que los señores del poder, que con tanto afán buscan el voto del pueblo, prometiéndole las mil y una noches, tratan de desviar el interés a través de campañas mediáticas para que la gente fije su atención en los personajes que quieren disputarse la atractiva silla que sostiene al huésped de los Pinos por seis dorados años y con ello abandonar a la deriva los dolores populares por los indiscriminados incrementos de artículos y productos indispensables para la vida diaria del mexicano.
Carlos Salinas de Gortari, anda por la península yucateca tratando de convencer a cierta persona para acepte quedarse como secretario general de su partido, independientemente que sus amigos y conocidos identificados con sus pretensiones, andan por muchos lugares, empezando por las elecciones del estado de México para que no pierda terreno el salinismo. Sin embargo jamás, Salinas, toca el tema de los mas de 50 millones de mexicanos que viven en pobreza manifiesta producto del neoliberalismo que el encabezó cuando tenía en sus manos la marcha del país y que fue seguido desde el punto de vista doctrinal por quienes llegaron al poder con la misma teoría.
Seguramente el 2012 será un año de búsqueda del poder.
Sin embargo, frente a la sonrisa de quienes forman parte de la élite financiera y política, porque se sienten con los derechos de ejercer ese poder a través de sus amigos, compadres, socios y conocidos, hay una corriente que poco a poco ha inundado los anaqueles de librerías sobre las profecías mayas, las cuales también son motivo de comentarios en los grupos universitarios, de intelectuales de todos los calibres y hasta de personas que se reúnen en torno a uno o varios temas, frente a las mesas de café.
En efecto, muchos pensamos que las cosas por las cuales atravesamos deben tener un cambio de fondo y forma.
La justicia, el equilibrio real en los poderes públicos, el respeto a la vida, a la integridad personal, al patrimonio, el resurgimiento de los valores, el respeto a las creencias religiosas, la protección en todos los sentidos a las familias, son algunos puntos que hasta el momento han sido lastimosamente abandonados y eso es lo que va a producir un cambio fundamental de conciencia.
La profecía maya tan popular, aunada a la insatisfacción social por tantos errores y fallas garrafales de apreciación y criterio, en poco tiempo tendrán que manifestarse, porque los procedimientos antiguos de tipo social y político, ya son anacrónicos y han causado males que no han podido ser erradicados, y no se han dado soluciones que sólo podrán surgir con el cambio de conciencia que se está anunciando.
Seguramente que debemos prepararnos para estudiar lo mejor que podamos aportar.
Porque no se trata del fin del mundo como muchos ligeramente estiman, sino de una transformación de proporciones inusitadas, pacífica, tranquila pero altamente revolucionaria de las ideas. Por ello, la búsqueda del poder estará sometida a ese cambio radical.
Si no…al tiempo.
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