El PRI cocina en San Lázaro su respuesta al presidente. Amarra acuerdos porque quiere pasar una reforma electoral mínima para que no se atore, pero con una clara dedicatoria a Felipe Calderón. Quiere que sea sujeto a juicio político y juicio de procedencia. Busca habilitar facultades para poder actuar en su contra en caso de que intervenga a favor de alguna fuerza política, y más en tiempos de elecciones. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha fallado contra Calderón y contra Vicente Fox por hacer propaganda de gobierno en tiempos electorales; pero el resultado es nulo, dice el PRI. Además, interpreta el polémico discurso del domingo pasado como intromisión en el proceso electoral del 2012. Por eso la reforma.
En la toma de protesta del gobernador de Veracruz Javier Duarte hubo varias reapariciones. Como las de Roberto Madrazo, Emilio Gamboa, Enrique Jackson, quienes compartieron recinto con Elba Esther Gordillo. Sí sorprendió la presencia del ex gobernador de Oaxaca José Murat, quien está acusado de operar a favor de Gabino Cué. Murat fue invitado por Duarte. Desestimó las acusaciones ante los reporteros. Las consideró parte de una venganza política “de un grupo de torquemadas y enanos mentales”. Por cierto, buena jugada de Murat, aparecerse en Veracruz y no en Oaxaca; en su estado también hubo cambio de poderes, pero les dio la vuelta y brincó al estado vecino. Quizás para no confirmar rumores y acusaciones.
Javier López Sánchez, director general del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, estuvo ayer en el Diálogo que encabezó el presidente Felipe Calderón para celebrar sus cuatro años de administración. Pidió la palabra para que le respondiera el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio Irazábal. Primero felicitó al funcionario por su “sensibilidad” para con los pueblos indígenas y luego le demandó impulsar políticas que lleven a fortalecer la lengua indígena y a cuidar las que están en riesgo de desaparecer. Lujambio entendió que se veía un poquitito mal y dijo: “Aquí hay ciudadanos, les pido a los funcionarios que [se] guarden; por supuesto pueden hablar, decir lo que quiera, pero este es un espacio más para los ciudadano, por lo que hay que privilegiar la voz de los ciudadanos. Tú, Javier, puedes decirme esto en mi oficina”. Ojalá que sí lo reciba, pero no para regañarlo. O para peor.
Apunte final: El ex dirigente nacional del PAN, Manuel Espino, dice que sigue siendo militante panista aún después de la expulsión. ¿Tendrá algo que ver que Vicente Fox se siguiera nombrando presidente a su salida de Los Pinos? ¿Es una especie de síndrome?
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