El obispo Raúl Vera (derecha) al recibir la medalla Emilio KriegerFoto Luis Humberto González
Alfredo Méndez
Martes 12 de octubre de 2010, p. 18
“Cuando me preguntan cómo veo el futuro en México, respondo que este sistema neoliberal que nos gobierna, que es una especie de esclavitud moderna, va a caer pronto”, porque “no tiene sustento en las bases de justicia social”, afirmó anoche el obispo de la diócesis de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, al recibir la medalla Emilio Krieger Vázquez, que otorga anualmente la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD).
El prelado, oriundo de Acambaro, Guanajuato, quien se caracteriza por sus ideas progresistas, aseguró que quienes ven como enemigos a los luchadores sociales que abogan por el respeto a los derechos humanos, “creen que estamos contra el gobierno, pero no alcanzan a entender, estos miopes de la justicia, que el fundamento básico de los pueblos descansa en la igualdad, la libertad y en la justicia social”.
Ante una concurrencia integrada por abogados, luchadores sociales, miembros de la cooperativa Pascual, del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y del gremio minero, Raúl Vera rememoró la anécdota de cuando llegó al estado de Chiapas, en los años 90 del siglo anterior, tras ser nombrado coadjutor en la diócesis de San Cristóbal de las Casas, que entonces estaba a cargo del obispo Samuel Ruiz.
El prelado dijo que al ver la miseria y la persecución de que eran víctimas los indígenas chiapanecos, sólo por el hecho de defender sus creencias cristianas, “en ese momento mi vida cambió, porque entendí los principios filosóficos y humanos del trabajo en pro de la defensa de los derechos fundamentales del hombre, y dije: ‘si ellos están indefensos, aquí, desde sus tierras, yo también lo estoy’. Desde entonces soy un luchador social incansable”.
En un emotivo discurso, Luis Arriaga, quien en nombre del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro-Juárez también recibió la misma presea de manos del presidente de la ANAD, Manuel Fuentes Muñiz, refirió que “a quien comete o solapa los abusos del Estado le molesta tanta insistencia en la necesidad de respetar el estado de derecho, aun en el trato con quienes delinquen; no le agrada la cantaleta de quienes no pueden callar hechos que se repiten en las diversas regiones del país”.
Arriaga repitió las críticas que ha hecho en otros foros, respecto de lo que considera una “fallida guerra contra el crimen” y un “fracaso total del gobierno federal en su estrategia de contención de la violencia”, pues ha devenido “criminalización de la protesta social”, en perjuicio de las clases populares, los indígenas, las mujeres y los migrantes. Durante el acto, efectuado en el Centro Cultural Estación Indiarilla, también se galardonó y reconoció la lucha social que ha enarbolado durante varios años la cooperativa Pascual y los agremiados del SME y del sindicato minero.
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