• De violaciones y espotizas
• El ABC de la injusticia…
Volátil cierre de semana con el asunto del SME en la atiborrada mesa del (des)gobierno, que sigue con los mismos focos rojos que van subiendo de tono en su radicalización gracias a ese talento para desactivar, conciliar, ofrecer soluciones y alternativas para la distención del delicado ambiente político.
El imperdonable caso de la tragedia de la guardería en Hermosillo vuelve a colocar el ABC de la impunidad en un tema que no parece preocuparle y ocuparle a Felipe Calderón, que no entiende que no entiende la importancia de demostrar que la ley en su sexenio no se negocia. Que la injustificable muerte de 46 chiquitos quemados vivos por la indolencia y el abandono de todas las autoridades encargadas de su seguridad y protección no se negocia con dadivas, programas y apoyos que no vengan acompañados de la espada de la justicia. A secas. Contra los responsables que tienen nombres y poderosos apellidos. ¿Qué necesitan Felipe & his dumb squad para comprender la exigencia de una ciudadanía y de esos padres de familia para la aplicación de la ley…?
El contexto de la justicia se vuelve cada vez más cínico e impúdico cuando sale el arbitro electoral, el ife (con minúsculas), a aclarar por medio de su Consejo General que al inquilino de Los Pinos no se le sancionará con todo y que violó la ley electoral.
Chingón.
En un mar de reglas complejas, rejillas abiertas y laxos modelos implementados, regulados y aprobados por los legisladores, el sistemático atropello de la legislación en materia electoral es cada vez más evidente, permitiendo un descomunal conjunto de simpáticas travesuras que ya sentaron bases, perdón, raíces, del insigne haiga sido como haiga sido. Ante la imposibilidad de castigarlo y/o sancionarlo, no resulta nada extraño que de cara a la madre de todas las batallas rumbo al 2012, my friend, se recurra a la misma divertida fechoría que pasa por la espotiza que es la puntita del iceberg para la atractiva inequidad electoral.
La misma que para ser evitada debiera contar con el contrapeso de un sistema de monitoreo eficaz, puntilloso y transparente. Pero en este Vive México la ley se negocia: Coopelas o cuello. Y hace lunas que en el ife (idem) se decidió implementar un sistema balín de monitoreo, of course de 24mdd, incapaz de presentar y cotejar cifras para saber y conocer qué sucede en ese interesante espectro de los medios electrónicos en donde, además, ahí se administran los tiempos del Estado. El documentado caso en este irreverente espacio sobre las anomalías en la licitación del sistema de monitoreo no es nada nuevo bajo el sol y ha quedado constatado en diversos hechos ocurridos en este pasado proceso electoral que sin una rendición de cuentas clara… todo se vale y vale madres lo demás.. .porque es de lo de menos.
En medio de este aciago contexto, que se suma a la impunidad que rodea la inédita ola de violencia de la “ridícula minoría” que aterroriza ciudades enteras desafiando a cualquier autoridad, mi estimado, en la arena sindical el conflicto latente del SME comienza a alcanzar los techos de la volatilidad e ingobernabilidad ante esa sugestiva manía de enviar señales encontradas. Esas que develan una increíble intolerancia, autoritarismo, ceguera y soberbia federal con un asunto que, ya con tanto cable cruzado e intereses, puede detonar un efecto domino en que todos los involucrados pensando que ganan… van a perder algo más que la dentadura.
La huelga de hambre de varios de sus miembros está creando más de un corto circuito en la arena política, donde el (des)gobierno federal tiene la obligación de buscar salidas de emergencia (and not precisely to the ER room) que flexibilice la estirada cuerdita que pareciera estar llegando a un delicado punto de no retorno.
Y de llegar a ese callejón sin salida, my friend, la PANdilla y Los Pinos pudieran estar jugándose algo más que esa medalla a la obstinación y al frívolo triunfo de cacarear haber atropellado a este sindicato… porque entretanto cable de alta tensión, my friend, hay un sinnúmero de diablitos que pudieran tener un peligroso interés en electrocutar… las importantes alianzas.
Por la Mirilla
¿Y Diego Fernandez de Cevallos, apá...?
¡Adiós!
gomezalce@aol.com
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