Josefina Quintero
Periódico La Jornada
Miércoles 26 de mayo de 2010, p. 38
A pesar de haber aceptado la disculpa pública que el jefe delegacional de Miguel Hidalgo, Demetrio Sodi, dio ayer a dos ciudadanos por el “error” que cometió su antecesora Gabriela Cuevas al verificar una clínica y confundirla con un “prostíbulo”, los afectados demandarán a la actual diputada federal y a la delegación por el daño moral y económico que les causó la equivocación de la funcionaria.
En la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, y en respuesta a la recomendación 13/2009 emitida por el órgano, el titular de Miguel Hidalgo se excusó de los actos cometidos por Cuevas Barrón.
Humberto Romero, uno de los perjudicados, señaló que ahora la decisión de iniciar el juicio civil contra la panista no es sólo porque confundió el domicilio, sino porque públicamente “nos llamó lenones y ello nos causó desprestigió”.
En julio de 2008, el gobierno de Gabriela Cuevas, recordó Martín Iglesias, otro de los afectados, realizó una verificación “arbitraria” al inmueble ubicado en Paseo de la Reforma 412-A, pero la ahora diputada federal exacerbó los hechos ante los medios de información con comentarios tendenciosos, lo cual afectó “nuestra honra, dignidad y el negocio que iniciaba”.
Los afectados demandan la reparación del daño y fijar medidas para que no se repitan situaciones como las que han vivido, además de aplicar las sanciones administrativas que correspondan.
Por su parte, el ombudsman capitalino, Luis González Placencia, reconoció la disposición de Demetrio Sodi de la Tijera porque dijo: “es difícil para la autoridad aceptar los errores”. Manifestó que es el primer jefe delegacional que acepta dar una disculpa pública, lo cual es un mensaje para todas las demás autoridades de la capital.
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