viernes, 19 de febrero de 2010

53% de beneficiarios gasta dinero de Procampo en comida

ASF: 48% de los receptores del programa tiene que pagar una comisión para cambiar su cheque

Andrea Merlos y José Manuel Arteaga
El Universal
Viernes 19 de febrero de 2010
politica@eluniversal.com.mx




El 53.7% de las personas que reciben apoyos del Programa de Apoyos Directo al Campo (Procampo) los destinan al consumo de alimentos y bebidas con bajos valores nutricionales, y no, a la compra de insumos para sus tierras.

Según una encuesta levantada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a mil 937 beneficiarios de los programas del campo, que basados en el dinero en efectivo que tienen del gobierno federal, se dicen en mejores condiciones por su capacidad de consumo, y no de producción.

En los resultados a la revisión de la Cuenta Pública 2007, la ASF argumentó que con el fin de conocer diversos aspectos sobre la percepción de los productores apoyados por el Procampo, y su impacto en el nivel de vida, se aplicaron mil 937 encuestas a beneficiarios de 27 municipios.

“El 85.5% de los beneficiarios afirmó estar en mejores condiciones con los apoyos a los programas; 77.1% de los encuestados manifestaron estar inscritos en el padrón de beneficiarios desde la creación del Procampo y su ingreso monetario principal proviene de ahí”.

La Auditoría Superior de la Federación detalló que “53.7% de la población destinó los apoyos recibidos al consumo de alimentos y bebidas, y no de insumos para el campo, dicho consumo corresponde a bienes con poco valor nutricional y se asocian con empresas que dominan en el mercado nacional, es decir, los apoyos gubernamentales terminan en ingresos de empresas privadas que les proveen a los campesinos estos bienes”.

Ayuda marginal

No suficiente con lo anterior, la encuesta reveló que 48% de los beneficiarios paga una comisión a terceros, ya sea una persona o tienda, para cobrar sus cheques nominativos enviados por la Secretaría de Agricultura. La ASF determinó que Procampo no sólo aporta una ayuda marginal, sino también es regresiva.

“Con independencia de la producción que representan los recursos que ejerce Procampo en las zonas de mayor marginación, invariablemente los productores de estas zonas resultan menos beneficiados, por lo que no está en la línea con lo expuesto en los objetivos generales de la Estrategia 100x100 del programa, en el sentido de incrementar el ingreso y la calidad de vida de la población que habita en los municipios con menor grado de desarrollo humano”, determinó la ASF.

Como resultado también de la encuesta levantada por el órgano fiscalizador, se comprobó que 72% de los beneficiarios tienen entre 0.1 y 2 hectáreas inscritas, por lo que la posible producción en superficies tan pequeñas se destinan al autoconsumo y no les permite desarrollarse, ni asociarse para comercializar su cosecha.

Incluso, alerta sobre la falta de coordinación entre las secretarías de Agricultura y de Desarrollo Social, pues ni siquiera se llevó a cabo en 2008 el plan de trabajo estatal para fomentar la integración de los productores a procesos productivos innovadores, pues los apoyos se entregan casi por completo a la producción del maíz.

En términos generales, la Auditoría Superior de la Federación determinó una opinión negativa al desempeño de Procampo, lo que se suma a la información publicada por EL UNIVERSAL en el sentido de que hay funcionarios de primer nivel y hasta familiares de narcotraficantes en los padrones de beneficiarios de dicho programa al agro.

El órgano fiscalizador anunció que alista para la Cuenta Pública 2009 una auditoría de “seguimiento permanente” al programa de apoyos al campo.

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