Que se aplique al gobernador Adame trato igual al de los michoacanos

Félix Fuentes
En la línea
19 de enero de 2010


¿“¿Cómo se vería Adame rapado? Si, ya sé, nunca lo vamos a ver”. Es uno de la veintena de comentarios que recibió esta columna el jueves pasado en relación con el trato humillante, de vejación, aplicado a presidentes municipales y funcionarios de Michoacán en el reclusorio El Rincón, de Nayarit.

La referencia, obvia, es para el gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame, clamorosamente relacionado con el cártel de los Beltrán Leyva.

En documentos que pertenecieron al capo Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, figuran nombres de agentes federales, policías, militares de elevado rango y escoltas del mandatario estatal comprometidos con el hampa morelense de las drogas. En declaraciones de testigos aparece Adame.

El presidente nacional del PAN, César Nava, hizo la semana pasada una significativa defensa del gobernador de Morelos y, según dijo, se trata de ataques sin fundamento, propalados por gente de mala intención.

No debió meter las manos al fuego por Adame, porque se le pueden quemar ante la avalancha de versiones culposas que corren en medios oficiales y políticos, dentro y fuera de Morelos.

A nuestro anterior comentario, el de las humillaciones a los michoacanos se nos dijo por internet: “Ya estamos viendo como al narcogobernador de Morelos, Marco Antonio Adame, no se le toca ni con el pétalo de una rosa”.

Otro correo electrónico: “¿Y los de Morelos Apá? ¿Y los de Sinaloa Apá? Y los de Baja California Apá y… el embudo depende del partido”.

Uno más enviado por Alverich: “¿Por qué al gobernador de Morelos no lo someten a investigación y trato similar (como a los michoacanos)? Por lo que se ve y comenta, él está metido hasta las cachas con La Familia (sic) ¿o de plano es tan ignorante y tonto que no controla a sus escoltas?”

Luego la sugerencia de que Adame sea rapado, como sucedió con los presuntos cómplices del narco detenidos en Michoacán, en sus domicilios o en oficinas, sin que mediara ninguna orden de aprehensión, ni se tuvieran pruebas en su contra, salvo declaraciones de “testigos protegidos”.

A los 24 michoacanos se les llevó a la PGR y, tras manifestaciones de protesta de familiares y amigos, se les confinó en El Rincón de Nayarit. En el reclusorio se les rapó y trató de forma humillante. Todos esperan un proceso justo y no se repita la historia de Acteal, caso en el que se declaró inocentes a los inculpados, 12 años después.

LA SECRETARÍA de Relaciones Exteriores hizo un llamado al embajador de Irán en México, Mohammad Hassan Ghadiri, a fin de que no intervenga en asuntos internos, como fue evidente en el caso del petróleo. El diplomático replicó el 6 de agosto de 2008 y negó toda intromisión.

Sin embargo, personal de las embajadas de Estados Unidos e Israel advierten que Ghadiri incrementó su activismo en visitas a Venezuela y Guatemala, y pidió al gobierno mexicano un papel activo en el Consejo de Seguridad de la ONU respecto a la presencia de Israel en la Franja de Gaza.

Los israelíes denuncian que Ghadiri formuló declaraciones contra su país, al decir que en el Medio Oriente se practica un “holocausto, genocidio y exterminio”. Por ello piden que se impida el traslado a México del conflicto árabe-israelí.