Curas en salud
Inocencias por decreto
Verdades oficiales
PAN condiciona a PRD
Julio Hernández López
El precandidato panista a gobernar Guanajuato, el médico electoral José Ángel Córdova Villalobos, se curó ayer en salud al adelantarse a la investigación oficial externa a que ha sido obligada la Organización Mundial de Salud por un órgano europeo que considera que en el caso de la vacuna contra el virus A/H1N1 hubo exageraciones intencionales en busca de favorecer el interés comercial de las grandes firmas farmacéuticas mundiales. Juez de sí mismo, el funcionario calderónico se expidió una alegre constancia de inocencia e incluso acusó a algunos de los claridosos críticos de la OMS de haber participado en la elaboración de un reglamento relacionado con la operación de vacunas. Calderón y Córdova tratan de engañar con verdades a medias o circunstanciales. En especial, alegan que el riesgo es cierto y que el virus ha provocado decesos, e incluso alientan la reacción sentimental de familiares de muertos o afectados por ese virus, para demostrar que sí hubo un peligro para México. Pero la discusión no transita por esa vía, sino por los indicios de que hubo maniobras concertadas entre cabilderos de la industria farmacéutica y las autoridades dictaminadoras de asuntos sanitarios mundiales (la OMS) para que establecieran nuevos parámetros y declararan a la humanidad en riesgo grave, lo que provocó compras masivas de medicamentos que ahora son rechazados por muchos ciudadanos ante las evidencias de que pueden causar efectos secundarios dañinos.
CaCo (Calderón y Córdova) han sido perseguidos constantemente por la sospecha generalizada de que tomaron medidas desproporcionadas y actuaron en función de otro tipo de intereses a la hora de imponer tapabocas a los mexicanos, frenar la economía ya tambaleante, ordenar una reclusión social sin precedente ni utilidad demostrada y hacer malabares con el presupuesto federal para comprar dotaciones de vacunas cuyo destino final es incierto. El precandidato Córdova ayer se defendió con los contundentes argumentos de que las acusaciones europeas “carecen de sustento”, que no entiende por qué ahora algunos de los países de esa región “se dicen engañados” por la OMS y que las decisiones del felipismo, en esa materia, fueron tomadas “de manera transparente”, sin nada que significara “beneficio particular”. ¡Ah, bueno, siendo así no hay problema: si lo dice el médico Córdova para exculparse a sí mismo y a su jefe pinolero, debe ser verdad redonda! El mismo día de las exculpaciones con cargo a influencias, el lic. FCH1N1 hizo pronunciamientos susceptibles de ser interpretados en varios sentidos. La lectura oficialista hablaría de una consumada vocación democrática y liber- taria, pues el ocupante de Los Pinos señaló que “México ya no es, por fortuna, un país donde impere como verdad única la verdad oficial ni donde las decisiones sean las del presidente únicamente”. Pero, situándolas en el contexto de la debacle calderónica y de su incapacidad para gobernar, parecieran también una confesión doblegada, una aceptación de que, aun queriendo, la administración federal no puede hacer valer sus “verdades”. Las reflexiones felipinas sobre el tema tuvieron como contexto el anuncio de que habrá una serie de programas llamados Discutamos México, en los que participarán unos 500 “expertos” seleccionados por el mismo gobierno que durante más de tres años ha cerrado canales de comunicación, impuesto en los medios electrónicos sus listas de opinantes bien vistos e impedido una plural discusión real de los problemas nacionales.
En una especie de pasmo en el que conviven y se repelen las condiciones de precandidato en campaña y “presidente legítimo”, Andrés Manuel López Obrador ha sido alcanzado por la fuerza de los hechos ante los que no ha querido fijar postura: a pesar de que con anterioridad había hecho insistentes y tajantes advertencias para que el ámbito partidista bajo su influjo (el PT, principalmente y, de manera taimada y parcial, Convergencia, más algunos segmentos del PRD) no sucumbiera a las tentaciones pragmáticas de las alianzas con adversarios como el PAN, en varias entidades se han promovido esos pactos, según eso bajo el imperativo de cerrar el paso al PRI que de ganar la mayor parte de los comicios estatales de este año surgiría más fortalecido rumbo al presidencial 2012. Por todo el país han saltado precandidaturas y propuestas de alianzas estatales y municipales que contravienen la línea política definida por el tabasqueño, pero éste ha dejado que las aguas corran, en una especie de aprobación tácita.
Sin embargo, en el PAN le pusieron ayer una condición a esos arrejuntamientos partidistas: que los candidatos comunes no sean lopezobradoristas, que expresamente reconozcan la legitimidad de Felipe Calderón en su actual cargo y que estén en contra del aborto, de los matrimonios gays y sus respectivas adopciones. Así, mientras Jesús Ortega posa indignado porque en algunas entidades los gobernadores están cerrando la puerta a las posibilidades de alianzas PRD-PAN (cuyo propósito sacro es “terminar con gobiernos autoritarios”, como los de Ulises Ruiz y Mario Marín), el PAN pone tantos condicionamientos que pareciera tambalearse el sueño de coincidencias con el panismo que expresamente defiende el Chucho mayor y calladamente el propio AMLO (sobre todo en Oaxaca, donde el ahora panista Diódoro Carrasco está detrás del precandidato “de unidad”, Gabino Cué).
Astillas
Y, mientras el calderonismo comienza a cobrar 360 pesos anuales a todo automóvil que use carreteras federales (es un anteproyecto de la Secretaría de Comuncaciones y Transportes), según eso para evaluar visual y mecánicamente el funcionamiento de los vehículos en rubros como frenos, luces y alineación y suspensión de ruedas, ¡hasta mañana, con Estados Unidos tomando militarmente Haití a cuenta de la desgracia humana que allí se vive, y fortaleciendo la percepción de que el obamismo solamente es una versión menos descarada y torpe que el bushismo (una demostración de las nuevas formas para los mismos fines fue el golpe de Estado en Honduras)!
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