Beatriz Paredes: ¡fuera máscaras!

Salvador García Soto
Serpientes y Escaleras
02 de diciembre de 2009

De haber sido una de las políticas “adoradas” por los grupos de feministas en México, Beatriz Paredes está hoy en la picota de los círculos de defensa de las mujeres. Primero por su inacción e indefinición en un tema que ameritaba de su partido, y sobre todo de ella, una definición tajante en defensa de su género, y ahora porque la acusan de haber promovido directa y personalmente la aprobación de la tipificación del aborto como delito penal en el Congreso de Veracruz.
Sabina Berman, dramaturga y defensora de los derechos de género, publicó ayer en proceso.com.mx que el 15 de noviembre Paredes acudió a Veracruz al Informe del gobernador Fidel Herrera, a quien le dijo en una plática de pasillo y ante testigos: “Si quieres que salga tu presupuesto de apoyo a los programas del suroeste y los apoyos a los ingenios, instruye para que salgan las iniciativas (prohibiendo el aborto) en el Congreso veracruzano”.

El señalamiento echa por tierra la congruencia de la dirigente del PRI con el tema de los derechos de las mujeres, algo que ella utilizó en su momento para su crecimiento político cuando se comprometía en privado, en reuniones con grupos de feministas, a impulsar una agenda de género desde sus posiciones políticas.

¿Es esa la verdadera Beatriz? ¿La que dice una cosa en privado y no fija posiciones en público, mientras negocia tras bambalinas acuerdos que van contra sus compromisos y en los que no se sabe qué beneficio obtiene? Eso se preguntan muchas mujeres, feministas o no, que ven caer la careta de la dirigente nacional del PRI.

NOTAS INDISCRETAS… En la reunión del Consejo Consultivo de la bancada del PRI el lunes, el tono de varios coordinadores estatales con su coordinador Francisco Rojas fue de reclamo. “En el PRI somos una bancada sin agenda, no tenemos posiciones claras ni en lo del SME ni en la penalización del aborto y ahora hasta la agenda de la reforma del Estado nos la fija el Presidente”, le reprocharon a Rojas, que con su hablar pausado y una mano en el rostro pedía paciencia a sus compañeros de bancada. Pero la paciencia, dicen los priístas, se les está agotando… Si Guillermo Ortiz deja Banxico —algo que algunos aún dudan—, ya tiene una oferta de trabajo: lo quieren para asesorar a Peña Nieto. Prometen desarrollo a futuro como secretario de Hacienda desde 2012. Al menos eso trascendió en un encuentro entre Ortiz con economistas amigos suyos la semana pasada… Paran los dados. Escalera doble.