La columna de Julio Hernández

Astillero
Bajo tutela

México Rico (ELA)

Felipillos pedigüeños

Julio Hernández López

La secretaria de seguridad interna de Estados Unidos, Janet Napolitano, extendió la carta de adopción explícita: el gobierno de Obama ha determinado como asunto de interés nacional” que el subdesarrollado vecino sureño desarrolle sus propias capacidades para defenderse y así evite que de ese traspatio políticamente infantil se llegue a colar alguna amenaza a la tutelar potencia. El argüido “interés nacional” de los gringos no es moderado ni discreto, sino “fuerte”, y busca que el pequeñín frijolero de al lado aprenda a desplegar sus potencialidades en materia de control e inteligencia policiacas.

La explícita conversión de México en un protectorado fronterizo ha sido inscrita por la secretaria Napolitano en el contexto de la “nueva estrategia antiterrorista” de la Casa Blanca y el Pentágono. A partir de la declaratoria estadunidense de ayer, lo que suceda en las aduanas, aeropuertos y cruces limítrofes mexicanos, y en las operaciones policiacas y militares, será visto por Washington como parte de los problemas internos que debe resolver conforme a su particular criterio y no el de los vecinos políticamente abducidos. Por ejemplo, ayer mismo la funcionaria Juanita adelantó que la administración obámica está “yendo más allá de lo que hemos hecho en el pasado”, revisando de antemano los vehículos que entrarán a México pero, también, “ayudando a México a instalar operaciones de aduana eficaces en nuestra frontera común”. La toma de control del nuevo Estado Libre Asociado (ELA), que se ha hecho llamar México, se ha dado merced a los buenos oficios del gerente local del Feudo del Calderón Hirviente (FCH), quien ha abierto gustosamente las puertas al Caballo de Troya-Mérida.

Niños institucionales de la calle internacional reciben 3 mil millones de dólares de nuevo préstamo tutelar, esta vez, del Banco Interamericano de Desarrollo, según eso para tareas de beneficio colectivo (construcción de viviendas al modelo financiero Bribiesca, inversión educativa para beneficio de la cacique aliada, bancariamente rasurados programas de desarrollo social y programas de apoyo al campo que lleguen a narcos, políticos y poderosos). Los pedigüeños felipillos tienen a su disposición un mundo de dinero prestado con el que se podrán hacer negocios en memoria del difunto Mouriño. Total, ya serán las generaciones venideras las que paguen los créditos hoy adquiridos con entusiasmo (si es que llega a haber generaciones venideras). Por lo pronto, la misma cantidad de lo prestado, pero en moneda nacional (es decir, 3 mil millones de pesos), está siendo comprometida por Hildebrando Calderón, no, perdón, Felipe Diego Zavala... ¡por los ocupantes de Los Pinos, pues! para financiar la cédula de identificación biométrica que ya ha acumulado rechazo, suspicacias y una suerte de rápido movimiento de resistencia civil que de acuerdo con la moda anulatoria estaría convocando a no cumplir con ese requisito registral.

Y, en San José, el tutelado defiende a los tutores, pues con enjundia el lic. Felipe ha exculpado de antemano a las fuerzas armadas mexicanas de cometer, haber cometido o estar en condiciones de cometer cualquier agravio o delito que no sea castigable conforme a las reglas internas del propio Ejército que hasta ahora lo que han propiciado es la oscuridad procesal (todo en salones judiciales pintados de verde olivo) y la impunidad estadística (muy pocos casos han tenido muy poco castigo cuyo cumplimiento estricto muy difícilmente, por no decir que nunca, puede ser satisfactoriamente comprobado por la sociedad). El comandante en jefe de los soldados y marinos mexicanos, que jurídicamente se ha fabricado exculpaciones que deberían preocupar en extremo a los miembros de esas corporaciones, en cuanto serán los responsables históricos y judiciales de lo que hoy pasa en el país a título de la “guerra contra el narcotráfico”, está empeñado en impedir que la Suprema Corta vaya a retirar a las tropas el manto del fuero de guerra y las vaya a someter a la jurisdicción civil.
Astillas

Un lector reporta que a su domicilio en el estado de México llegó ayer un citatorio para “pasar a recoger” un documento oficial en la oficina de correos, ya que el convocado debía firmar de recibido. Luego de que tres personas desahogaran el mismo procedimiento, y ver que en un par de escritorios había muchos pequeños paquetes con el mismo tipo de documento de búsqueda, le entregaron un requerimiento formal para que pague la tenencia de un automóvil. El emplazamiento fue emitido el 25 de junio pasado y da diez días hábiles para hacer el pago, bajo amenaza de que en caso de omisión se aplicará una multa de entre 900 y 12 mil pesos. Por ello la urgencia de “notificar” a domicilio, exigir la comparecencia a oficinas de correos y dejar constancia, con firma, fecha, y copia de una credencial oficial. El lector pregunta “¿esto es un nicho de terrorismo fiscal? Mucha gente, como yo, diferimos el pago de la mentada tenencia, con todo lo aberrante de este impuesto, hasta el segundo semestre, ya que para la verificación la exigirán. Sabemos que la tenemos que pagar por ese solo hecho, pero ¿cuál es la prisa?, ¿se le acabó el dinero de publicidad al señor Peña Nieto?”... La empresa, en desastrosas pérdidas; oficinas de la ciudad de México, tomadas por la Policía Federal para investigar redes de “ordeña” de ductos. Caray, ¿por qué no vender esa productora de tantos males? ¿No será tiempo de iniciar una nueva campaña mediática que incentive la búsqueda de tesoritos de aguas profundas, sobre todo a la luz de la nueva conformación de la Cámara de Diputados, con una mayoría pripánica aderezada por el perredismo chucho de colaboracionismo ya sin máscara?... Y, mientras el candidato único a la presidencia del PAN está en gira nacional, pronunciando linduras que ni él mismo se cree, y sus opositores continúan serruchándole el piso, ¡hasta mañana, con México jugando a los simulacros de antiterrorismo organizados por Estados Unidos!

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