martes, 7 de julio de 2009

Germán Martínez se inmola ante la debacle del PAN

Confía en que con su salida se reconstruyan puentes entre adversarios políticos

La decisión fue dada a conocer tras una reunión con el presidente Felipe Calderón y Josefina Vázquez Mota

Georgina Saldierna

Frente a la derrota electoral que sufrió el Partido Acción Nacional (PAN) en los comicios del pasado domingo, Germán Martínez anunció ayer su decisión de renunciar a la presidencia de este organismo político, en una acción inédita en la historia moderna del blanquiazul.

Poco antes de asumir “completamente” la responsabilidad por los magros resultados del 5 de julio, reconoció que éstos fueron adversos y resaltó que muchos pueden ser los motivos de la derrota, por lo que se debe abrir un periodo de reflexión crítica sobre las causas internas y algunos desempeños externos que “nos orillaron” a esta situación.

Visiblemente apesadumbrado y con una mueca nerviosa que buscaba ser sonrisa, el michoacano manifestó su confianza en que su renuncia sirva para reconstruir puentes entre adversarios políticos y acuerdos legislativos, con lo que aludió al rechazo y al enojo que su actuación provocó entre los priístas durante la campaña, y que le valió que la dirigente del tricolor, Beatriz Paredes, lo calificara de “muchacho pendenciero”.

Martínez Cázares dio a conocer su decisión ayer por la tarde, luego de una larga reunión que sostuvo con el presidente Felipe Calderón en la residencia oficial de Los Pinos, para analizar los resultados de la contienda electoral y sus causas, encuentro en el que también estuvo Josefina Vázquez Mota, coordinadora de la campaña panista.

Mientras se desarrollaba el cónclave en Los Pinos, en corrillos del blanquiazul se hablaba con insistencia de la salida del dirigente nacional, y una y otra vez se hacía referencia a las equivocaciones del presidente del panismo. Militantes que pidieron no ser citados confiaron en que la caída en las preferencias electorales debe atribuirse a los errores propios y no a que la estrategia priísta haya sido exitosa.

Entre las equivocaciones que enumeraron resalta la imposición de más de 70 por ciento de los candidatos a diputados, la división que esto provocó y la utilización de una estratagema publicitaria basada en la descalificación, que se atribuyó a los consejos del publicista de origen español naturalizado mexicano Antonio Solá.

En este contexto, Germán Martínez anunció poco antes de las siete de la noche su decisión de renunciar a la presidencia del PAN, y lo hizo acompañado del secretario general, Rogelio Carbajal; del coordinador de Proyectos Especiales, Juan Ignacio Zavala, y del representante del blanquiazul ante el Instituto Federal Electoral, Roberto Gil. Todos ellos son integrantes de su equipo cercano y con responsabilidades específicas en la campaña electoral. Su esposa, Margarita Garmendia, también estuvo presente.

En su discurso, el michoacano trató de que la culpa de la derrota no recayera en el presidente Felipe Calderón, como acusan integrantes de la oposición y del propio PAN, al señalar que son su responsabilidad todos y cada uno de los resultados.

Recordó que al inicio del proceso comicial fijó una meta y que trabajó intensamente para alcanzarla, pero reconoció que su gestión no alcanzó el éxito esperado en la conducción del “esfuerzo generoso de los panistas”, y tampoco “fue posible convertir de manera legítima y democrática la aprobación que tiene el presidente Felipe Calderón entre los ciudadanos, en confianza para los candidatos del PAN”.
Martínez expuso que siempre tuvo claro que de no lograrse esa meta, en la persona del presidente nacional recaerían la consecuencias, para luego anunciar su renuncia, pues “la derrota es el momento más claro para demostrar que en Acción Nacional hay dignidad, ética de la responsabilidad y cultura de la dimisión”.

En un auditorio de la sede nacional panista, Germán Martínez informó que, de acuerdo con los estatutos generales de su partido, convocará a una sesión del Consejo Nacional para elegir en un plazo de 30 días un nuevo presidente, para lo cual citó ya al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) para preparar la convocatoria y la reunión de los consejeros.

En los días que quedan de su gestión informó que se abocará a preparar de manera ordenada el proceso de sucesión interna, y también defenderá en todas las instancias legales los triunfos obtenidos. “No abandonaré ni dejaré sin apoyo uno solo de nuestros triunfos, por pequeño que parezca”, resaltó.

Martínez Cázares llegó a la presidencia del PAN el 8 de diciembre de 2007, luego de un proceso en el que ningún otro panista contendió. Es militante del blanquiazul desde 1988, donde ha ocupado diversos cargos, entre los que destacan el de secretario de Estudios, representante ante el IFE y director de la Fundación Rafael Preciado. Además, ha sido diputado federal en dos ocasiones.

Toda su carrera política la ha hecho al lado de su paisano Felipe Calderón, quien al llegar a la Presidencia de la República lo nombró secretario de la Función Pública, puesto al que renunció para buscar la dirigencia de Acción Nacional.

Desde el inicio de su gestión fue cuestionado por los bajos resultados electorales que tuvo en 2008. Una vez iniciado el proceso comicial de 2009, puso en marcha una estrategia que buscó desacreditar al PRI, acusándolo de no querer respaldar a Calderón en su lucha contra el narcotráfico, por no aprobar de inmediato las iniciativas del Ejecutivo en la materia. También se enfrasco en una campaña publicitaria en la que se señalaba al tricolor como promotor de la corrupción y las crisis económicas que había vivido el país. No se olvida la famosa sopa de letras, juego que buscaba relacionar a figuras del priísmo con hechos lamentables del pasado.

Hace seis años, cuando el ex dirigente del PAN Luis Felipe Bravo Mena sufrió una derrota electoral que hizo perder a su partido más de 50 diputaciones, Germán Martínez le exigió que actuara como todo general romano, que al ser vencido se suicidaba en el campo de batalla. Es decir, le demandó que presentara su renuncia por los malos resultados.

Ayer, Germán Martínez se aplicó la tradición romana y entregó su cabeza.

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