Autor: Álvaro Cepeda Neri
3 Mayo 2009
No hubo rebelión en la granja, y no tanto en el sentido de las rebeliones sociales de la clase media de las novelas de George Orwell (seudónimo del escritor inglés Eric Blair, 1903-1950), sino en las granjas avícolas del desgobernador de Sonora, José Eduardo Robinson- Bours Castelo, como se esperaba por analistas dentro y fuera de la entidad del noroeste de la geopolítica del país
Los panistas escogieron a Guillermo Padrés Elías, ya que éste se dedicó seis años a practicar una precampaña populista entre integrantes de su partido, con una estrategia centrífuga: de la zona centro con domicilio en Hermosillo, hacia las zonas sur y norte de la entidad, que le permitió quitar de la contienda interna del Partido Acción Nacional (PAN) a Florencio Díaz y a Dolores del Río con una facilidad sin precedente.
En cambio, en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) todo estuvo amarrado para imponer al incondicional de la mafia Bours, Alfonso Elías Serrano, a pesar de que se montó el camuflaje de una disputa por la candidatura donde parecía que Ernesto Gándara, alias el Borrego, intentaba hacerla de borrego cimarrón para anular el clásico “dedazo”. No hizo nada fuera del guión. Al término del proceso priista sólo hizo como si protestara, a la espera de lograr una senaduría para dentro de tres años.
Manuel Espino también trabajó a favor de Bours-Elías Serrano, al apoyar al Chito Díaz, logrando que éste ni siquiera alcanzara el segundo lugar en la zona centro, donde la exalcaldesa de la capital de Sonora fue echada al sótano de las preferencias y no tiene más opción que ir a Los Pinos para solicitar un empleo a su amiga y protectora Margarita Zavala.
Y Florencio Díaz, esperar que si gana Padrés Elías lo nombre secretario de gobierno (y probable sustituto cuando Padrés, enfermo como está, tenga que irse del cargo). Y si éste pierde, entonces Díaz, expresidente municipal de San Luis Río Colorado y exdiputado local, contienda por una diputación federal o una senaduría, a la espera de la sucesión sonorense dentro de seis años (2015).
Padrés Elías y Elías Serrano son primos hermanos. Tras la victoria de uno o del otro, de todas maneras el trono corrupto de Bours quedará en familia y con la misma ideología, ya que también batean por la derecha, como Calderón que firma con la izquierda pero tira para el fondo y la derecha (en donde, por lo general, se ubican los sanitarios en los restaurantes: “en el fondo a la derecha”).
Es éste el escenario de la competencia por el gobierno de Sonora y donde el PAN y el PRI no lucharán más allá de un encuentro entre parientes que mamaron del Elías, que los compromete a un “toma y daca”.
Ya Padrés le ganó la elección para senador a su primo Serrano.
Así que el arreglo es que ahora Elías Serrano gane y que Bours, su compadre, padrino e impulsor, obtenga un guardaespaldas junto con su hermano Ricardo Robinson- Bours, que garantice impunidad a su corrupción que no había vivido Sonora ni cuando gobernó Abelardo L. Rodríguez (1943-1948). Ningún gobernador sonorense abusó del poder, se enriqueció salvajemente y se adueñó de la riqueza inmobiliaria y del turismo, como lo hizo quien acaba de imponer como sucesor a Elías Serrano.
En la maniobra, Bours contó con la complicidad de Manuel Espino y los dos han jurado no dejar que gane Padrés Elías, para continuar con los ataques a Calderón y al PAN de Germán Martínez. Además, los priistas del PRI de Paredes y del PRI de los Bours no quieren que su candidato vaya a perder, ya que con ello el desgobernador en funciones mantiene viva su decisión de autopostularse para la candidatura presidencial contra Peña Nieto, en un enfrentamiento que sería muy cómico ya que dos aspirantes, sin méritos políticos, darían un espectáculo risible.
La maniobra de Eduardo y Ricardo, con todo y que dicen ambos hermanos están disgustados, es que el PRI de Sonora gane la gubernatura y las diputaciones federales para dejarle al PAN las sobras pluris, ya que el pulverizado perredismo no cuenta en la entidad y mucho menos ahora que está en el filo de perder espacios en todo el territorio. Así Elías Serrano se quedaría en el trono sonorense para la plataforma de Bours, con todo y que ello supondrá, en el corto plazo, un enfrentamiento con Beatriz Paredes que se apunta para la sucesión presidencial calderonista.
Nuevos caciques en sus respectivos estados, los góber han decidido apuntarse para 2012 desde sus poderes locales en lo que es un “precallismo” y que bien puede reventar al PRI a menos que irrumpa un político que sintetice las cualidades políticas de Obregón, Calles y Cárdenas, para unificar al partido que está de regreso para la disputa presidencial.
Apodado el vaquero, Elías Serrano tuvo todo a su favor por las chapucerías de Robinson- Bours. Éste había dicho que el “elegido” en votación directa sería el sucesor. En las filas para llevar a cabo la designación, se dice que hubo miles de panistas quienes, con Padrés Elías, preferían a Elías Serrano como adversario.
Por esta razón los azules se sumaron a los acarreados priistas para hacer a un lado al Borrego Gándara.
Éste como candidato hubiera sido un real competidor, pero en la sospecha de que Bours llegó a un arreglo con el panista y a sabiendas de que las elecciones son también manipulables, impondrá nuevo gobernador.
Todo parece indicar que el PRI retendrá el gobierno, salvo que los panistas vayan en serio a conquistar a los ciudadanos cuya mayoría manifiesta un malestar económico y social contra la administración de los hermanos, la familia y la mafia empresarial de los Robinson-Bours.
El PAN, Germán Martínez y Calderón quisieran que Guillermo Padrés Elías obtuviera la victoria en las urnas, ya que tienen cuentas pendientes con Bours y el PRI sonorense.
Mientras Manuel Espino, el enemigo de Calderón, está haciendo todo lo posible porque pierdan los panistas en complicidad con Bours, los dos que a su vez conspiran apoyados por Elba Esther Gordillo y su Partido Nueva Alianza, contra los priistas del resto del país que por ningún motivo aceptarán la postulación de Bours para la disputa presidencial interna. Y en cuyo pleito está Peña Nieto, posicionado por imagen en los medios de comunicación, pero tampoco el candidato con cualidades políticas para una competencia como la que se escenificará en 2012. La sucesión en Sonora incide en ese mediano plazo, por lo cual es de suponerse que Bours querrá ganar la “elección” sonorense para imponer al “vaquero” Alfonso Elías Serrano.
Fuente original: Revista Contralínea
domingo, 3 de mayo de 2009
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