ciro le "tira línea" a Jesús Ortega : "Un voto por él, es uno en tu contra, Chucho"

La tormenta inicial de spots plagados de autoelogios y promesas insostenibles de los partidos ha tenido al menos la virtud de aclarar el juego de Andrés Manuel López Obrador en el proceso 2009: va con el PT y Convergencia, no con el PRD. Eso es lo que se vio el fin de semana.

En el spot del PT, dos jóvenes se quejan de lo mal que están las cosas con el gobierno de Calderón y lo extraordinario que sería México de haber ganado el tabasqueño en 2006; acto seguido aparece López Obrador agradeciendo al pueblo bueno por darle fuerza para mantenerse en pie de lucha… y salir en un spot. En el del PRD, Jesús Ortega, presidente del partido, intenta un diálogo con una niña (el audio de ella es infame) y luego lanza un mensaje abstracto.

López Obrador está en lo suyo: jala votos para él: del PT, Convergencia y, si fuera necesario, también del PRD. Pero cada voto que le lleve al PT y Convergencia será uno en contra del PRD, no hay más.

Jesús Ortega y la cúpula de los Chuchos entienden perfectamente esa aritmética. Y saben que la normatividad del PRD prohíbe a un militante pedir votos para otro partido. Para los Chuchos, además, PT y Convergencia se convirtieron en dos fuerzas que apuñalan a la izquierda. Sin embargo, hacen como que no se enteran. Es una metáfora de la impunidad: se está cometiendo una violación en sus narices y no meten las manos porque el violador es el rey del barrio.

¿Para eso querían el poder? Dirán que así es la política y que, de cualquier forma, ganarán entre 60 y 70 distritos, meterán unos 100 diputados a San Lázaro y arrasarán en el DF ebrardista.

Y que por eso tienen que soportar la deslealtad de López Obrador con el PRD que le dio y sigue dando todo.

Incluso el derecho de traicionar.

gomezleyva@milenio.com