Marcela Gòmez Salce : "A puerta cerrada"

Entre la obamamanía y la realidad
Martes, 20 Enero, 2009
• Lobotomías guanajuatenses
• ¡¡Elba Esther saca premio mayor…!!

La esperanza, mi estimado, es lo último que muere. Hoy, hoy, hoy es un histórico día en Estados Unidos. Hoy Barack Obama jurará como el presidente número 44, un día después del aniversario de Martin Luther King y en medio de una euforia entusiasta de la ciudadanía nunca antes vista en la Unión Americana. Las festividades que ya llevan varios días han acaparado la atención de las principales cadenas y del mundo entero ante la llegada del primer mandatario afroamericano a la Casa Blanca, y donde las expectativas, pese a discursos cada vez más matizados por la severidad y lo negro… del hoyo negro de la crisis, son descomunales.

Obama, my friend, es epicentro de esperanza, de anhelo y de ilusión para un pueblo que en ocho años perdió hasta la risa con una administración como la de George W. Bush salpicada por innumerables escándalos, donde en tiempo récord se politizó la justicia, se incurrió en excesos con el sonsonete del terrorismo, se le mintió a la comunidad internacional, se balconeó la colosal corrupción del grupito en el poder, y Washington perdió la credibilidad y la autoridad en el ámbito de la geopolítica mundial.

El juicio de la historia contra Bush será implacable.

Su invasión a un país como Irak para deshacerse de una lacra como Sadam Husein con el argumento de las armas de destrucción masiva y la paranoia desatada por los acontecimientos que cambiaron el mundo aquel 11 de septiembre serán su fantasma permanente. Los costos de su guerra basada en mentiras y simulaciones es uno de sus peores legados de la historia moderna, que aunado al magnánimo colapso de un modelo económico que, curiosamente, y parajodas de la vida, fracasó durante su mandato, coloca a su sucesor Obama y a su nueva administración en una coyuntura de muy frágil volatilidad, pese al bono democrático, la simpatía y la esperanza que le han endosado millones de estadunidenses y con el que contará en estos primeros meses de su gobierno.

Los retos, amable lector, son muchos, demasiados quizá, y el nuevo inquilino de la Casa Blanca tiene como primera prioridad el asunto de la economía, que sigue dando más que un entretenido susto y acarreando serios temores sobre las delicadas secuelas que, en complejos escenarios, aún no ocurren. Pero sin lugar a dudas Obama ha sido claro. Muy claro.

Sobre todo al anunciar que con todo y los riesgos de dilapidar rápidamente su capital político tomará decisiones, digamos, temerarias. Y no descarte que éstas mismas sean vistas con recelo y poca simpatía por los miembros de su propio partido que llevará la batuta en el simpático Capitolio y que han hecho sugestivas muecas con la lindura del paquetón millonario para el rescate… que será uno de los primeros temas que abordará para enviar señales a los desgastados mercados que bailan al son de la bolita que sube y que baja… baja… baja.

Una de las espléndidas aristas económicas que se abordarán en la primera semana, anunciada con ser una de las más agresivas e interesantes, tendrá que ver con el original TLCAN y sus acuerdos paralelos que, ya sabe mi estimado, es la ruta de la tenebra para entrarle a reventar el importante acuerdo.

Indudablemente que temas como la crisis en el Medio Oriente —donde los pasados de lanza del gobierno de Israel anunciaron un cese unilateral de su abominable crimen de lesa humanidad contra el pueblo palestino— estará en la lista de focos rojos y, con otras connotaciones geopolíticas, la relación con América Latina, donde se encuentra Cuba, su bloqueo y la vergüenza de Guantánamo.

Y sí… en uno de esos seductores renglones del nuevo gobierno está el desmadre en el patio trasero, donde para el Gymboree presidencial continúa el envío de señales que ya llaman las cosas por su nombre: el narco-Estado mexicano.

Y al paso en que van los tubazos, my friend, ya debemos estar incluidos en la lista del Eje de Mal, yes?!

Por la Mirilla

Uno. Pésima y preocupante señal la detención del periodista Miguel Badillo (Contralínea), quien ha abordado delicados temas relacionados con actos de corrupción.

Dos. Al alcalde de Guanajuato, Romero Hicks, le urge una cita con un especialista para que le revise el diagnóstico de su lobotomía… su bestialidad política preocupa.

Y tres. Elba Esther es nuevamente ganadora ¡de la Lotería Nacional…!

Qué suerte tiene desde la entronización de Felipe en Los Pinos esta maestra.

gomezalce@aol.com