Después de dos años de litigio, la juez decimonovena de lo civil, Maricela Cruz Sánchez, ha sentenciado al Colegio Oxford de la ciudad de México a pagar económicamente el daño moral ocasionado contra un niño violado sexualmente a los tres años de edad por su profesor de educación física Joaquín Francisco Mondragón Rebollo, aún prófugo de la justicia.
“Se trata del primer pleito ganado a los Legionarios de Cristo”, dice el abogado José Bonilla Sada en entrevista con La Jornada. “Con esta sentencia los crímenes de abuso sexual contra menores cometidos dentro de la Legión fundada por Marcial Maciel, por fin empiezan a ser castigados”.
La sentencia se basa en la relación patrón-trabajador que vincula al profesor agresor sexual y al Centro de Educación y Cultura Ajusco, SC, razón social del Colegio Oxford, cuya directora, María del Pilar Adelina Soto Maza, fue condenada por “culpa y negligencia”, porque se abusó sexualmente delmenos en las instalaciones de esa institución educativa bajo la normativa de los Legionarios de Cristo.
La juez Maricela Cruz Sánchez sustenta en el auto judicial que el colegio tenía “una labor moral de enseñanza, un deber de proteger y cuidar a los menores que le son encargados, pues los padres depositan en las instituciones educativas toda la confianza de que sus menores obtendrán un desarrollo físico, mental y espiritual”.
En el documento, de 34 páginas, no se especifica la cantidad económica que el colegio legionario deberá pagar a la víctima y a sus padres, pero Bonilla Sada señala que no existe dinero que pueda pagar el daño inmenso hecho al niño y a su familia: “La cantidad ni siquiera la hemos considerado. Nuestro objetivo no era obtener una cantidad de dinero. No lo hemos ni pensado. Lo importante es que se les ha condenado por un daño moral, algo que nosotros siempre alegamos”.
La sentencia determina además que “al haberse cometido un ataque y abuso sexual en contra del menor queda de manifiesto que las personas a quienes estaba encomendada esta tarea no cumplieron con su labor, sin que las codemandadas hayan aportado algún medio de prueba que justificara, explicara y las eximiera del cumplimiento de su deber y, con ello, de su responsabilidad”.
Bonilla Sada inició hace más de dos años una lucha para buscar justicia en el caso de su hijo, pero poco después se convirtió en abogado de otras víctimas de abuso sexual: “la sentencia es un varapalo contra los Legionarios de Cristo porque los expone ante la sociedad mexicana como personas que actúan sin escrúpulo alguno en defensa de criminales de agresión sexual contra menores de los que se abusó en sus colegios”.
En cuanto a la condena contra la directora María del Pilar Adelina Soto Maza, señaló que le parece grave la protección que brindó desde el inicio al agresor, en lugar de proteger a la víctima: “es terrible que una mujer de su rango se vea envuelta en este tipo de acusaciones. No es posible que, en lugar de proteger a los niños de su colegio, se haya dedicado a proteger al profesor violador y el supuesto buen nombre de los Legionarios de Cristo y el Colegio Oxford. Eso atenta contra cualquier principio educativo y de calidad humana”.
El abogado sostiene que el profesor Mondragón Rebollo, prófugo de la justicia por violación equiparada agravada y abuso sexual agravado, fue y sigue siendo escondido por los Legionarios de Cristo: “Hemos expuesto todas las pruebas de la protección que le han brindado. Ésa es la forma que tienen los Legionarios de tapar el sol con un dedo para supuestamente evitar que se sepa la verdad; pero en este caso se equivocaron. Ahora la opinión pública conoce lo que institucionalmente une a los Legionarios de Cristo con la pederastia”.
Lo más grave de todo, resaltó, es que Ricardo Sodi, abogado de los Legionarios de Cristo, es defensor de Sandra Ávila Beltrán, La reina del Pacífico.
“Ser abogado de una connotada narcotraficante siendo director de la carrera de derecho de la Universidad Anáhuac es verdaderamente inaceptable, pero muestra cómo existe un nexo entre los Legionarios de Cristo y el crimen organizado, algo alarmante para todos los padres de familia que hacen un esfuerzo económico para tener a sus hijos en esa universidad con ese tipo de maestros.”
La juez ha determinado en su sentencia que el colegio es responsable de la contratación del personal que labora para la escuela; por tanto, es también su obligación asumir “los daños y perjuicios que sus trabajadores ocasionen; también la vinculan por su elección al momento de la contratación”.
Bonilla Sada considera que lo ocurrido sirve para que otros padres de familia se animen a denunciar sus casos: “los Legionarios de Cristo deben asumir que la sociedad tiene cada vez mayor valor para empezar a denunciar y hacer público este tipo de delitos, que deben ser castigados con todo el peso de la ley. Nosotros sentimos que empezamos a abrir un camino”.
Explicó que comunicó a víctimas de Marcial Maciel el triunfo obtenido: “hablé hace rato con José Barba y se mostró muy contento por la sentencia, porque significa un castigo y un señalamiento público que se hace a los Legionarios de Cristo. Me hubiera gustado mucho que Marcial Maciel se enterara de que sus enseñanzas criminales dejadas en esta tierra ya están empezando a ser castigadas. Si él realmente creyó en Dios, para sus víctimas católicas seguramente está pagando todas sus culpas en la otra vida”.
Concluye: “en estos dos años y medio de lucha he ayudado a otras víctimas de la pederastia, un problema grave en México y mucho mayor de lo que podríamos pensar. Hay que concientizar a los padres de familia en la cultura de la denuncia. El día de mañana, cuando los hijos crezcan y pregunten qué se hizo por ellos cuando fueron agredidos, muchos tendrán que quedarse callados, pero otros podremos decir: ‘Hijo mío, hice todo lo que estuvo de mi parte por llevar a tu agresor ante la justicia’”.
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