Perredistas se culpan por la debacle de Guerrero

MÉXICO, D.F., 6 de octubre (apro).- La derrota del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en las elecciones de Guerrero avivó la división entre las corrientes Izquierda Unida y Nueva Izquierda.

El presidente sustituto de ese partido, Guadalupe Acosta Naranjo, miembro de Nueva Izquierda, aceptó la derrota y reconoció que ésta fue producto del "voto de castigo" a las administraciones perredistas y al propio partido por su conflicto postelectoral.

Sin embargo, el secretario de Comunicación, Gerardo Fernández Noroña, responsabilizó a Acosta Naranjo de la debacle perredista en Guerrero, cuyas principales ciudades dominadas por el PRD -Acapulco, Iguala y Zihuatanejo-- fueron ganadas por el PRI.

"Tuvimos conflictos internos y nuestros problemas nacionales en nada ayudaron a Guerrero, pero hay algunos que casi plantean que hagamos un plantón en la costera y que preparemos la introducción a la Catedral", dijo Acosta Naranjo, en alusión a la estrategia de Andrés Manuel López Obrador, tras su derrota en 2006, cuando sus seguidores bloquearon el Paseo de la Reforma.

La singular protesta le costó al PRD una multa de 57 millones de pesos.

Acosta Naranjo consideró "necesario" evaluar el trabajo realizado por el gobierno estatal encabezado por Zeferino Torreblanca, así como por el de Acapulco, Félix Salgado Macedonio, cuya gestión, según encuestas realizadas por Nueva Izquierda, fue reprobada por 70% de los acapulqueños.

Advirtió que se tomarán medidas internas y harán una evaluación del proceso electoral del domingo, donde el PRI ganó 45 presidencias municipales y la mayoría de los distritos electorales que le otorgaría el control del Congreso del estado. Sin embargo, consideró "necesario" que Andrés Manuel López Obrador y Alejandro Encinas, expliquen por qué motivos decidieron apoyar la candidatura de Luis Walton, para la alcaldía de Acapulco por parte de Convergencia.

"Algunos se alegran por la derrota, parece que a algunos les gusta utilizar la derrota del partido como instrumento político interno para golpear al adversario cuando no pusieron un dedo para que el PRD ganara en Guerrero y particularmente en Acapulco", apuntó.

Acosta Naranjo aseguró que expulsarán a quienes hayan apoyado a candidatos ajenos al PRD. Aunque no dio nombres, fue notorio el apoyo del senador Ricardo Monreal a la candidatura del convergente Luis Walton. El exgobernador de Zacatecas ya fue suspendido de sus derechos políticos por llamar a votar por aspirantes de otros partidos en las elecciones de su estado natal, el año pasado.

Por su parte, Gerardo Fernández Noroña culpó a Acosta Naranjo de "ayudar a que sus aliados, los priistas a que estén recuperando posiciones importantes en Guerrero".

Responsabilizó de la derrota al sectarismo que vive el PRD encabezado por Acosta Naranjo: "No quiere darse cuenta de su absoluta incapacidad y de su enorme sectarismo y de su enorme torpeza, que dio como resultado esta pésima jornada electoral del día de ayer para nuestro partido. Teníamos 40 municipios en el 2005 y casi se redujeron a la mitad, a 21. Además, no sólo el número, sino haber perdido Acapulco, que es el peso fundamental en Guerrero", criticó.

Fernández Noroña consideró que la única forma de "levantar" al partido en las preferencias electorales es fortalecer al Frente Amplio Progresista.