Marcela Gómez Salce: A puerta cerrada

El fantasma del 9 de octubre


Martes, 7 Octubre, 2008
• Payback time• ¡…Llamas a mí…!
Un poder situado por arriba de toda responsabilidad humana, mi estimado, debe estar fuera del alcance de todo ser humano. Volátil el comienzo de esta simpática semana, donde la curiosa sombra del aquel lunes negro del 9 de octubre en 1987 parece rondar, aunque en un contexto diferente, nuevamente los mercados bursátiles que, arrastrados por el colapso de Wall Street, apenas comienzan a masticar que la divertida inyección de 700 mil millones de dólares será suficiente para entrar de lleno al proceso electoral del 4 de noviembre próximo, que definirá al nuevo inquilino en la Casa Blanca porque después de eso, my friend, la accidentada ruta rumbo al hoyo negro es, de acuerdo con varios especialistas, prácticamente imparable.
Y México, con la pena, estará pagando muy cara la factura de la no prevención federal que básicamente podría empezar por (poner el ejemplo) aquello de que el desgobierno de Felipe comenzara por bajarle al gusto del gasto corriente, yes?
El 2009, versión mexicana chaparrita y de lentes, se pronostica como el año de la alineación de los astros para la tormenta perfecta que aglutina en el mismo achispado calderón... la crisis recesiva de nuestros agobiados vecinos, un divertido año de elecciones intermedias, un desempleo marca ACME, una muy atractiva inflación, una estupenda escalada en los precios, la volatilidad en los precios del petróleo, el imparable tsunami rojo cortesía del nuevo narcoestado tripulado por los traviesos y la tan famosa impunidad que parece no encontrar límites ni respeto por la cacareada mano firme.
En este océano de optimismo del cautivado respetable, amable lector, a quienes se le pone la fiesta color de hormiga africana es, en primer lugar a Genaro García Luna y su espléndida dependencia (de pasados), donde los seductores esqueletos no tardan en salir del closet, hopefully to have a spooky Haloween, seguido de Grupo México de Germán Larrea por todo su escándalo fraudulento en el caso de ASARCO.
Así que corra por su drink porque la billonaria tenebra está de pelos. ¿Listo? Ahí le va.
Con la novedad de que el divertido proceso jurídico llevado a cabo en Brownsville, Texas, está en el punto para establecer las seductoras pena$$… O sea, el payback time por andar de pasado, mi Germán.
Recuerde que una de las negociaciones radica en que Grupo México quiere quedarse con la joya llamada SPCC (Southern Peru Copper Corporation), y para eso la empresa le solicitó al juez no considerar la devolución de esas acciones –-que son en total 260,093.694 valuadas en cerca de 6.7 billones de dólares-– y mejor establecer una multa, aunque aquí entre nos, mi estimado, la caja chica de Larrea no debe andar megaboyante, con eso de que Wall Street arrastró cual tesorito a las profundidades el valor de sus acciones acumulando ya una pérdida de más de 40 por ciento…
Y dos, my friend, adicionalmente se le enviaron entretenidos paquetes a los acreedores para que, ahora sí, voten un nuevo plan para reorganizar ASARCO, ya sea con India Sterlight Industries Ltd. –-el nuevo romance de ASARCO-– o la recuperación del control de Grupo México (que aventó una divertida propuesta de revire ofreciendo 100 millones de dólares más), aunque no olvide que la última palabra la tendrá el juez Richard Schmidt.
La tensión en los próximos días, como la bolita, subirá y subirá haciendo el juego de los billones un atractivo escaparate en momentos en que en Estados Unidos se hace el distintivo espectáculo mediático sobre los chivos expiatorios para hacer un manejo de la crisis bursátil, llevando a varios personajes al banquillo de los acusados.
Mientras aquí, en el colmo del cinismo y presumiendo el surrealismo de la impunidad sexenal, Grupo México hace todo por evitar que se conozca la abominable verdad detrás de Pasta de Conchos ahora que sus viudas lograron entrar en la mina llegando hasta la diagonal 15, donde no sólo no se encontraron concentraciones de gas, sino que no estaba inundada. Ambas, querido lector, sólidas argumentaciones del consorcio de Larrea para que con la complicidad de la Secretaría del Trabajo (sucio), de Javier Lozano Alarcón, negarse a rescatar los cuerpos de los mineros.
Y ya encarrerados, las huestes de Germán pretenden denunciar acusando a estas valientes mujeres, que desde su descenso han sido amenazadas, por allanamiento y daño en propiedad ajena (¡¿?!).
No, no... si el tacto para activar bombas de tiempo es excelso para que el Gymboree presidencial y su jefecito se sigan divirtiendo jugando al poder (del no poder), mientras las llamas en la pradera nacional ya alcanzan el jardín de Los Pinos…