11 de Marzo de 2025
Los gringos
nunca han sido nuestros amigos.
Los amigos
no se insultan, mucho menos se roban y asesinan.
Y nos fue
advertido desde la primera vez que entre los dos países hubo formales
relaciones diplomáticas.
https://www.youtube.com/watch?v=qmgNnldj2Yk (00:26-00:47)
Con su
consabida alevosía, los gringos aprovecharon el daño que a la economía del país
había causado la estúpida y también alevosa guerra de los pasteles que
bloqueó durante casi un año nuestros puertos.
Las primeras
agresiones de los yanquis contra México empezaron cuando poblaron Texas con
puros gringos, hasta que Texas declaró su independencia de México y poco
después, los yanquis la anexaron.
Aquí una
pequeña crónica:
https://www.youtube.com/shorts/vCe0F9TeEUI?feature=share (FULL)
Los
invasores de México que se adueñaron de Texas, eran gringos ilegales, tal como
nos tachan hoy a nosotros.
Poco después
de habernos despojado de Texas, los gringos se envalentonaron, como el matón
ante el desarmado, y empezó a hacer más reclamaciones territoriales de tierras
mexicanas.
La guerra
de intervención de Estados Unidos contra México (1846-1848) tuvo como objetivo
expandir el territorio de la Unión Americana. La anexión de Texas en 1845, que
México nunca reconoció, abrió el mayor conflicto en la historia de los dos
países. Paralelamente, Washington insistía en la adquisición de Nuevo México y
la Alta California, ante la negativa mexicana. Las presiones aumentaron y
Washington inició campañas militares en Nuevo México, California, Texas, Nuevo
León, Coahuila y Chihuahua. El primer choque entre los dos ejércitos, tuvo
lugar en las márgenes del Río Bravo en abril de 1846. El Presidente James Polk
declaró la guerra a México el 13 de mayo de 1846.
Desde Hernán
Cortés pasando por Maximiliano y llegando a los yanquis, los agresores de
México siempre han contado con el apoyo de traidores quienes pensaron que su
traición los protegería de las agresiones de los invasores. Nunca ocurrió.
Los gringos
contaron con el apoyo de segmentos de la naciente burguesía mexicana, que
salieron a las calles de la capital del país a manifestar su desacuerdo con el
gobierno liberal
Aquí una
breve crónica del Museo Nacional de las Intervenciones:
Los
polkos eran cuerpos de la Guardia Nacional de México que se sublevaron
contra el gobierno en 1847. El término "polkos" se usaba para
referirse a estos cuerpos porque -inventaron- que muchos de sus miembros
pertenecían a clases altas y gustaban de bailar la polka.
Causas de
la rebelión
- Las Leyes del 11 de enero y 4 de
febrero de 1847, que despojaban al clero de sus propiedades para financiar
la defensa contra la invasión estadounidense.
- El gobierno liberal de Valentín
Gómez Farías, que aplicó medidas reformistas como la ocupación de los
bienes del clero.
Consecuencias
de la rebelión
- La rebelión obstaculizó el envío
de recursos económicos y militares a Veracruz.
- El golpe de Estado contra el
gobierno de Gómez Farías debilitó al ejército mexicano.
Rumores
sobre la rebelión
- Un rumor popular era que los
polkos simpatizaban con las intenciones del presidente de Estados Unidos
James K. Polk de apoderarse de México.
- Los polkos son asociados como
traidores a la patria, ya que el apellido Polk está asociado con la
invasión a México.
Y nos
despojaron de más de la mitad de nuestro territorio y comenzaron a tratar a
nuestros paisanos residentes en esas tierras, peor que a parias.
La migración
de pobladores del sur de país hacia el norte, incluyendo las tierras robadas,
comenzó a mediados del siglo XIX.
Las razones
son las mismas que explican la migración en todo el mundo: la búsqueda de
nuevas tierras para trabajarlas; lugares donde se pudieran encontrar más
facilidades para vivir mejor; la posibilidad de tener mejores trabajos; etc.
Sin embargo,
en la década de los 90, la migración alcanzó un máximo histórico de 500 mil
mexicanos por año.
Justo este
fenómeno fue disparado por la crisis económica del neoliberalismo de Salinas y
Zedillo.
Salinas jugó
con la ideología de los mexicanos y la narrativa desde el gobierno tuvo un giro
de 180 grados respecto a nuestra percepción de los gringos y empezaron a tratar
de hacernos creer que su cultura y modo de vida es superior al nuestro.
Atrás dejó
esa narrativa la permanente distancia que hubo siempre con nuestros vecinos,
enemigos eternos.
Y se firmó
el “Tratado de Libre Comercio”, que ató el futuro desarrollo del país, al
desarrollo del imperio yanqui. Pero para nosotros, los daños han sido severos:
https://www.youtube.com/watch?v=dtcT7lX8rVI (01:57-03:26)
Los
neoliberales jamás fomentaron el mercado interno.
Su máxima
era: “para qué fabricarlos, si podemos comprarlos”.
Ellos
convirtieron a la burguesía en un vulgar distribuidor de artículos de
importación, desde chucherías hasta gasolina y gas LP.
Fomentaron
la inversión extranjera en nuestro país, aunque sus beneficios hayan sido solo
cosméticos.
Los
trabajadores jamás recibieron beneficios en sus ingresos, porque una de las
ofertas para los inversionistas era la miseria de la clase obrera,
Gobiernos estatales competían por presumir las más altas inversiones y llegaron al extremo de ofrecer a compañías asiáticas terrenos regalados, exención de impuestos hasta por 5 años y la libertad de contratar solo personal de su país de origen.
Y así,
atados a la economía yanqui, Andrés Manuel López Obrador se vio obligado a
firmar, con ciertos ajustes soberanos, la segunda versión del Tratado, ahora
llamado T-Mec.
Pero, como
siempre, los gringos traicionan sus compromisos y en la segunda presidencia del
marginal Donald Trump, anuncian aranceles a algunos de nuestros productos,
violando flagrantemente los acuerdos firmados.
No solo eso.
Los yanquis nos acusan de ser los culpables del tráfico de fentanilo, sustancia
en la que millones de jóvenes yanquis han encontrado una salida que la sociedad
en la que viven no les ofrece.
Y para
rematar, desde el gobierno de Estados Unidos se fomenta una campaña de odio
contra los migrantes, pero solo contra los latinos. Los migrantes weritos
siempre son bienvenidos en ese país.
Por estas
razones, el evento del domingo 9 de marzo en el zócalo es de gran relevancia.
Se convirtió
en un grito unísono de: “No estás sola” Claudia.