CIUDAD DE MEXICO (apro).- Marcelo Ebrard Casaubón, futuro secretario de Relaciones Exteriores, reconoció que se sintió perseguido en México porque “hubo mucho infundio, mucha calumnia” y señaló a Miguel Ángel Mancera Espinosa como uno de los promotores de esa situación.
El exjefe de Gobierno de la CDMX explicó que a partir del 2012 trabajó en Naciones Unidas contra el cambio climático y en California, con las comunidades hispanas.
Entrevistado en el programa Despierta con Loret, el futuro funcionario negó que llevara una vida de lujos en París, Francia, donde vivió un tiempo para aprovechar el tiempo “porque ni siquiera pude ser candidato a diputado suplente” en México.
Durante su estancia en la capital parisina, dijo no haber vivido en un hotel sino en un departamento que le rentó un amigo, de sus ingresos en la ONU y pláticas, por las cuales recibía hasta 3 mil dólares. En California, informó tuvo ingresos como consultor.
Ebrard Casaubón admitió que se sintió perseguido en México: “Sí, hubo mucho infundio, mucha calumnia, mucha hostilidad de ambos gobiernos, Ciudad de México y nacional, pero (…) no tenían fundamento”, al asegurar que si lo hubiera tenido: no estaría en México.
Cuestionado sobre quién pudo ser promotor, señaló al exjefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera Espinosa.
-¿Por qué?
-Habría que preguntarle a él, a lo mejor porque quería ser candidato en 2018, acabó de senador. Hay gente que cree que destruyendo a los demás te va a ir bien (…) yo creo que es una mala idea, en general es muy costoso porque destruyes iniciativas que valen la pena.
-¿Del lado del presidente Enrique Peña hubo hostilidad?
-No me consta.
Agregó que sería difícil probarlo, pero sabe que la gente cercana a el presidente Enrique Peña Nieto estaba convencida deque él filtró el tema de la Casa Blanca, un inmueble con valor de 7 millones de dólares, construida por Grupo Higa, una de las empresas que ganó la licitación del tren México-Querétaro.
“Había una hostilidad muy grande, al paso del tiempo queda claro que eso es una investigación periodística, que no tuve yo nada que ver”, dijo Marcelo Ebrard.
Sobre Donald Trump, Ebrard Casaubón dijo que “es un interlocutor que hay que tener muy presente” y expuso que el presidente de Estados Unidos reconoce la autoridad política de Andrés Manuel López Obrador.
Reiteró que López Obrador y Trump no se han reunido, pero sí han tenido conversaciones por teléfono.
“Son diálogos muy directos, aunque han sido conversaciones preliminares”, informó.
Al preguntarle sobre las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), dijo que sí van avanzando, que hay puntos que vale la pena defender y que respaldan la posición que México ha tenido, porque está funcionando bien.
Respecto a un posible acuerdo en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) este mismo mes, dijo:
“Vamos a ver, lo podemos lograr, por lo que se me dice, está avanzando bien”, pero se pronunció por un “optimismo cauteloso, yo no me atrevería a decir este mes lo vamos a tener, pero sí estamos avanzando en una posición compacta, desde el punto de vista de los intereses de México”.
Dijo que los miembros de la delegación mexicana “han hecho un trabajo de control de daños razonable”.
Al ser el futuro sucesor del actual canciller Luis Videgaray Caso, Ebrard dijo que tienen buena relación, han entendido ambas partes que “es una transición, tenemos que trabajar juntos porque está México de por medio”.
Uno de los principales temas en la política exterior es la migración, y dijo que López Obrador tiene un enfoque de desarrollo, porque México ya no sólo es país de tránsito, sino de destino: “Decir ustedes son ilegales, no está funcionando”.
En el contexto internacional, respecto a Venezuela y Nicaragua, Marcelo Ebrard dijo que México debe preservar su capacidad de mediación para privilegiar una solución pacífica.
-¿Nicolás Maduro es un dictador?
-Yo no me atrevería a catalogar a un mandatario extranjero, porque eso es ya como un adjetivo, como tampoco me gustaría que lo hicieran respecto a México.
-¿Daniel Ortega?
-Lo que no voy a hacer es estar catalogando a los gobiernos de acuerdo a mis preferencias.
Consideró que México quiere participar en el ámbito internacional, debe ser útil, mantener su prestigio y su capacidad de interlocución para facilitar una solución pacífica en cualquier lado.
La semana pasada fue puesta en libertad Elba Esther Gordillo, y sobre el tema dijo que no hubo una alianza, sino que los agrupamientos magisteriales apoyaron a López Obrador.
Aseguró desconocer sobre si hubo un acuerdo político con la maestra, pero aclaró que el gobierno no puede decidir si Elba Esther pueda regresar al sindicato, porque eso lo deciden los agremiados y habrá grandes cambios en la ley.
Resaltó que el resultado del caso Elba Esther Gordillo habla mal de las autoridades que no pueden sostener los cargos y fue un abuso de poder, desde el punto de vista del juez.
Ebrard Casaubón añadió que su prioridad es configurar la presencia internacional de México y el rediseño de la Cancillería, porque el presupuesto está muy disperso y hay muchos entes que intervienen: “Tenemos que cohesionar y ahí nos podemos ahorrar dinero”.
Sobre si trabajó por la elección de Hillary Clinton en Estados Unidos, dijo que apoyó el trabajo de organizaciones hispanas vinculadas al movimiento demócrata. Negó que este antecedente afecte a la Cancillería, porque Morena es un partido de izquierda y se sabe que “no vas a encontrar a nadie que sea simpático al Partido Republicano de Estados Unidos”.
Además, se refirió al incidente con la cantante Belinda, quien adelantó que él y no Héctor Vasconcelos sería canciller en el gobierno de AMLO, Marcelo Ebrard respondió:
“No sé, simplemente fue una interpretación que ella tuvo en ese momento, supongo (…) Pero no teníamos ni idea, ni siquiera yo”.
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