El partido Revolucionario Institucional (PRI), está viviendo un auténtico Apocalipsis luego de la derrota de su candidato presidencial, José Antonio Meade Kuribreña, quien sonriente y sin ninguna pena, posó junto a Andrés Manuel López Obrador, enviando una señal de reconciliación política a todo el país.
Sin embargo, mientras Meade se la pasa feliz con López Obrador, miles de empleados del Revolucionario Institucional no duermen ni un solo minuto, ante la terrible preocupación de no saber si les pagarán sus próximas quincenas, siendo que el partido no tiene un solo quinto para solventar la nómina.
Pero como las malas noticias no vienen solas, ahora se sabe que el anterior líder del PRI, Enrique Ochoa Reza, pidió un préstamo al banco Interacciones por 300 millones de pesos, creyendo que Meade les haría el milagro de ganar la elección presidencial.
Ahora viene lo peor, ya que el respetado periodista Salvador García Soto -en su columna Serpientes y Escaleras publicada el sábado 4 de agosto-, informa que Ochoa Reza hipotecó los principales edificios del PRI, esto para garantizar el pago a Interacciones…pero en estos momentos nadie se hará responsable de dicho pendiente económico.
En pocas palabras, el PRI perdió hasta su casa en la pasada elección.
Así las cosas en el tricolor.
Militantes y simpatizantes pensaron que ya había pasado la tormenta.
La derrota de Meade es nada…para lo que se viene.
1 comentario:
Los militantes del PRI tienen para pagar ese préstamo y más, para ellos es una bici a.
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