Le salió caro ir en alianza
El gran perdedor del Frente fue ese partido; PAN, el que bajó menos puntos, y MC conserva registro
Georgina Saldierna, Alonso Urrutia y Ana Langner
Periódico La Jornada
Martes 3 de julio de 2018, p. 12
Martes 3 de julio de 2018, p. 12
Las elecciones del pasado domingo llevaron a la izquierda a la Presidencia de la República, pero paradójicamente ahí no estará el PRD, el partido que a finales de los años 80 del siglo pasado se convirtió en el eje aglutinador de las agrupaciones progresistas del país. Con una votación que a duras penas ronda 5 por ciento, el perredismo se suma ahora a la llamada
chiquillada.
Según el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), con 92 por ciento de las actas computadas, el partido del sol azteca tuvo en los comicios presidenciales 2.8 por ciento de la votación y en la de senadores y diputados 5.3 por ciento.
Con estos porcentajes, el PRD se queda muy lejos no sólo de los resultados que tuvo en su primera intervención en una elección presidencial –16 por ciento, en 1994–, sino también de las expectativas que tenían sus dirigentes de al menos lograr 10 por ciento de los votos.
De nada sirvió la alianza electoral que integró con el PAN y Movimiento Ciudadano, y que en la plataforma común haya hecho de lado la defensa del aborto y otras demandas propias de la izquierda. El descrédito y la constante salida de militantes se tradujo en una votación que ni en sus inicios tenía. A eso se suma que perdió las gubernaturas de Morelos y Tabasco y la jefatura de Gobierno de Ciudad de México. Se prevé que esta fuerza política, al igual que el PAN, entrará en restructuración a raíz de los resultados obtenidos.
El promedio para el blanquiazul fue de 18 %
Para Acción Nacional la coalición tampoco le reportó beneficios electorales. De acuerdo con el PREP, esa fuerza política logró 17.8 por ciento de los sufragios en la elección presidencial, en la de senadores 17.7 y 18 por ciento en la de diputados.
Las cifras contrastan con las obtenidas hace seis años, cuando quedó en tercer lugar, pero con un promedio de votación de 25 por ciento. Las disputas internas por la candidatura presidencial, la salida de Margarita Zavala y las acusaciones de corrupción contra Ricardo Anaya hicieron mella entre sus seguidores habituales. A eso se agregó el desdibujamiento de su plataforma electoral, pues en aras de lograr la coalición con el perredismo y Movimiento Ciudadano, Acción Nacional dejó de lado una de sus principales banderas: su rechazo al aborto.
De las nueve gubernaturas en disputa el PAN se llevó la de Puebla, Guanajuato y lleva la delantera en Yucatán. Así gobernaría 15 estados del país y queda como el partido más fuerte de la oposición.
Movimiento Ciudadano, el otro integrante de la coalición, obtuvo 1.77 por ciento de la votación presidencial, 4.5 en la de senadores y 4.3 de la de diputados. Se mantiene como un partido pequeño apuntalado por la presencia regional que tiene en estados como Nuevo León y Jalisco. En la primera entidad obtuvo las senadurías de mayoría relativa y en el segundo lleva la delantera para la gubernatura
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