Petróleos Mexicanos, que alguna vez fue la tercera productora de petróleo del mundo, en 2015 pasó a ser la octava, agudizando su caída en este sexenio. La otrora empresa estrella del Estado mexicano tiene, hasta 2017, 14 años consecutivos produciendo menos gasolina, diésel y gas natural, situación que ha derivado en una mayor dependencia energética del país.
Una revisión a los informes de Petróleos Mexicanos en los últimos cinco años confirma su caída: la producción de crudo cayó 22.75 por ciento; la de gas natural 20.43 por ciento; la de gas licuado de petróleo 29.83 por ciento; la de las gasolinas un 41.23 por ciento, y la del diésel 50.9 por ciento.
Analistas consultados por SinEmbargo coincidieron que es poco probable que la petrolera vuelva a ser la empresa emblemática que fue en las décadas de 1980 y 1990, cuando producía lo suficiente para abastecer el mercado interno y para exportar a otros países.
Ciudad de México, 10 de abril (SinEmbargo).– Petróleos Mexicanos (Pemex) agudizó su caída en este sexenio, aun con la Reforma Energética. Pasó de ser la tercera productora de petróleo del mundo en 2004 a la octava en 2015. La otrora empresa del Estado tiene, a 2017, 14 años consecutivos produciendo menos gasolina, diésel y gas natural, situación que ha derivado en una mayor dependencia energética.
En el actual Gobierno Pemex dejó de estar en el centro de las finanzas públicas, se dejó de invertir en la petrolera y como consecuencia los indicadores operativos cayeron. Analistas consultados por SinEmbargo coincidieron que es poco probable que la petrolera vuelva a ser la empresa emblemática que fue en los años 80 y 90, cuando producía lo suficiente para abastecer el mercado interno y para exportar a otros países.
“En las últimas administraciones Pemex dejó de ser palanca de desarrollo, por eso los indicadores operativos vienen a la baja. El Gobierno dejó de invertir en la petrolera y esta disminución sí afectó la producción de crudo, refinado y petroquímicos, esto es algo que quedó expuesto en este sexenio”, dijo Arturo Carranza, especialista en temas energéticos del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).
Pemex cuenta con seis refinerías ubicadas en Cadereyta (Nuevo León), Madero (Tamaulipas), Minatitlán (Veracruz), Salamanca (Guanajuato), Tula (Hidalgo) y Salina Cruz (Oaxaca), de las cuales, tres operan al 50 por ciento o menos de su capacidad.
Las refinerías fueron construidas en la década de los 70 y no fue sino hasta finales de 2015 cuando se comenzó a invertir en ellas mediante asociaciones público-privadas.
Pemex reconoció el pasado 18 de octubre que para la Empresa Productiva del Estado el sector refinación ya no es un negocio redituable.
Así lo firmó su ex director, director José Antonio González Anaya en su comparecencia ante la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados. Admitió que hay refinerías de Pemex que están detenidas y que por ahora para la empresa es más redituable comprar los combustibles que procesarlos.
Una revisión a los informes de Petróleos Mexicanos en los últimos cinco años confirma lo dicho por González Anaya: la producción de crudo cayó 22.75 por ciento; la de gas natural 20.43 por ciento; la de gas licuado de petróleo 29.83 por ciento; la de las gasolinas un 41.23 por ciento, y la del diésel 50.9 por ciento.
PRODUCCIÓN DE CRUDO
La producción de crudo, que incluye al pesado, ligero y superligero, ha caído 22.75 por ciento en los últimos cinco años. En 2013, Pemex producía un total de 2 mil 522 barriles diarios, cifra menor a los mil 948 barriles diarios que bombeó en 2017.
La caída en la producción de petróleo crudo continuó en los primeros dos meses de este año, con un total de mil 913 barriles diarios.
PRODUCCIÓN DE GAS NATURAL
La producción de gas natural también ha venido cayendo durante el sexenio del Presidente Peña Nieto. De acuerdo con datos de la petrolera, en 2013 se bombeó un total de 6 mil 370 millones de pies cúbicos diarios y para 2017 sólo se produjeron 5 mil 68, una disminución de 20.43 por ciento.
En los dos primeros meses de este 2018 se han producido 4 mil 883 millones de pies cúbicos diarios.
ELABORACIÓN DE GAS LICUADO
El gas licuado de petróleo también tuvo una caída en este sexenio. En el año 2013 Pemex procesó 206.1 miles de barriles diarios, mientras que para 2017 la cifra pasó a 144.6 mil barriles diarios, una caída de 29.83 por ciento en los últimos cinco años.
En los primeros dos meses del año la cifra sigue cayendo al procesar sólo 132.1 mil barriles diarios.
PROCESAMIENTO DE GASOLINAS
Durante los últimos cinco años, el procesamiento de gasolinas se redujo un 41.23 por ciento. En 2013 Pemex procesaba 437.3 miles de barriles diarios de este hidrocarburo, mientras que para 2017 la cifra pasó a 257.0 miles de barriles diarios.
La cifra también cayó en los primeros dos meses de este año, al procesar sólo 176.3 miles de barriles diarios.
PROCESAMIENTO DE DIÉSEL
Petróleos Mexicanos también disminuyó la producción de diésel. Pasó de 313.4 miles de barriles diarios en 2013 a 153.6 en 2017, una caída de 50.9 por ciento. En el primer bimestre de este 2018 la petrolera continúa procesando menos de este hidrocarburo, con un total de 116.6 miles de barriles diarios.
LA DEPENDENCIA ENERGÉTICA
El 71.58 por ciento de la gasolina utilizada por los mexicanos en 2017 fue importada, con un total de 570.6 miles de barriles diarios traídos del extranjero, especialmente de Estados Unidos.
De acuerdo con el último reporte de Petróleos Mexicanos, el año pasado las importaciones de gasolinas aumentaron 12.96 por ciento respecto a 2016, su mayor cifra desde que se tiene registro (año 2006).
El total de barriles comprados a países extranjeros en 2017 representó el 71.58 por ciento de las ventas totales de combustible en México, las cuales fueron de 797.1 miles de barriles diarios.
En los primeros meses de este año la dependencia sigue creciendo, con 609.1 miles de barriles diarios comprados a otros países.
En cuanto al diésel, las ventas totales sumaron 317.6 mil barriles diarios, mientras que las importaciones fueron de 237.5 miles de barriles diarios, es decir, un 74.77 por ciento de ese hidrocarburo vendido se trajo de otro país.
En el primer bimestre del año la cifra bajó a 227.5 mil barriles diarios.
Respecto al gas natural, las ventas totales durante 2017 sumaron 2 mil 623 millones de pies cúbicos diarios, mientras que las importaciones fueron de mil 766 millones de pies cúbicos diarios, es decir, el 67 por ciento de este hidrocarburo comercializado en México se trajo del extranjero.
La importación de gas natural bajó a mil 600.5 millones de pies cúbicos diarios en los meses de enero y febrero de este 2018, de acuerdo con cifras de la petrolera.
AUMENTAN TOMAS CLANDESTINAS
El robo de combustible durante 2017 registró una cifra récord de 10 mil 363 tomas clandestinas, el mayor incremento desde 2006, de acuerdo con la última actualización de Pemex.
La cifra de tomas clandestinas en todo 2017 es 50.77 por ciento mayor a la reportada en 2016, cuando se registraron 6 mil 873 ductos ilegales, y es casi el doble de lo registrado en los sexenios panistas de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa.
De 2006 a 2016, el número de tomas clandestinas sumó 5 mil 51 y tan sólo en 2017 se registraron 9 mil 509, un incremento del 88.25 por ciento.
De acuerdo con los registros de Pemex, en el sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto el robo de combustible se ha incrementado gradualmente, con 29 mil 111 tomas clandestinas reportadas de 2013 a 2017.
En 2013 se reportaron 2 mil 627 ductos ilegales, para 2014 esa cifra se elevó a 3 mil 674, y en 2015 se hallaron 5 mil 574 tomas clandestinas.
El año récord era 2016 con 6 mil 873 ductos ilegales reportados, sin embargo, el último reporte de la Empresa Productiva del Estado, reveló que 2017 alcanzó un nuevo récord de 10 mil 363 tomas clandestinas.
A pesar de su caída en la producción, el aumento en importaciones de energéticos y las constantes tomas clandestinas, Petróleos Mexicanos logró sobrevivir este sexenio. La Reforma Energética permitió a la petrolera hacer alianzas con otras empresas para financiarse, pero está lejos de ser uno de los motores de la economía mexicana.
“Pemex es una empresa que bien o mal ha jugado un papel importante en la construcción de México, que ha apoyado en su crecimiento. Por ahora tenemos a un Pemex que sobrevive como la única empresa que está extrayendo hidrocarburos de México”, consideró Fabio Barbosa Cano, ingeniero e investigador económico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En la parte financiera, Pemex termina este sexenio estable, explicó Arturo Carranza, pero aún tiene retos grandes.
“En la parte operativa el reto más importante en poder aumentar la parte de la disminución de reservas, en la parte financiera hay retos importantes que tiene que ver con la parte que la Secretaría de Hacienda le dé más autonomía en el manejo de sus finanzas”, agregó.
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