A pesar de su caída en la producción, el aumento en importaciones de energéticos y las constantes tomas clandestinas, Petróleos Mexicanos logró sobrevivir este sexenio. La Reforma Energética permitió a la petrolera hacer alianzas con otras empresas para financiarse, pero está lejos de ser uno de los motores de la economía mexicana.
“Pemex es una empresa que bien o mal ha jugado un papel importante en la construcción de México, que ha apoyado en su crecimiento. Por ahora tenemos a un Pemex que sobrevive como la única empresa que está extrayendo hidrocarburos de México”, consideró Fabio Barbosa Cano, ingeniero e investigador económico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En la parte financiera, Pemex termina este sexenio estable, explicó Arturo Carranza, pero aún tiene retos grandes.
“En la parte operativa el reto más importante en poder aumentar la parte de la disminución de reservas, en la parte financiera hay retos importantes que tiene que ver con la parte que la Secretaría de Hacienda le dé más autonomía en el manejo de sus finanzas”, agregó.