sábado, 9 de diciembre de 2017

La ley de seguridad interior convertiría a México en dictadura, advierte Solalinde

El sacerdote califica como perverso el proyecto que considera el Senado
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Carolina Gómez Mena
 
Periódico La Jornada
Sábado 9 de diciembre de 2017, p. 5
El proyecto de la ley de seguridad interior (LSI) que se pretende imponer es anticonstitucional, es un crimen, es una ley perversa que convertiría a México en una dictadura, por ello esa infamia no debe ser aprobada, aseguró el sacerdote Alejandro Solalinde.
Acotó que es lamentable que no se escuche a los expertos y a la comunidad internacional que han expresado su rechazo a esa iniciativa.
Esto que están haciendo es una traición al pueblo. Ellos saben perfectamente que el Ejército y las fuerzas armadas no pueden estar por encima de la autoridad civil. De aprobarse esta ley convertirán a México en un país militarizado.
Advirtió que la intención es preparar el escenario para reprimir a la gente ante el gran fraude que pretenden realizar en 2018 y destacó que la ciudadanía se tiene que pronunciar, ahora. No podemos permitir que se perpetre ese crimen de ley de seguridad interior.
El articulista de La Jornada John Ackerman indicó que con la referida ley se busca legalizar y eternizar la presencia de las fuerzas armadas en las calles.
Precisó que a la puerta de las eleciones el partido gobernante está dispuesto a hacer todo para aferrarse al poder.
México, mayordomo de EU por hacerle el trabajo sucio
En torno a la situación de los migrantes centroamericanos, el escritor Paco Ignacio Taibo II propuso abrir las fronteras; no más fronteras, libre paso, abolición de las fronteras entre México y Centroamérica, porque –dijo– estas vallas separan a seres humanos que en sí no son diferentes.
Todos por naturaleza [somos] un pueblo migrante y esa es nuestra virtud. Recordó que él mismo es un migrante. Nació en Gijón, Asturias.
Condenó que el gobierno mexicano al intentar frenar de diversas maneras el flujo migratorio hacia Estados Unidos le esté haciendo el trabajo sucio, de soltar los buitres que operan en diferentes niveles contra los migrantes. Nos hemos convertido en el mayordomo pinche de Estados Unidos, sostuvo.
En la presentación del libro Solalinde: los migrantes del sur, el sacerdote aseguró que todos somos migrantes existenciales y sociológicos. Somos hermanos en el camino.
Añadió que el libro habla de una gran lección para México y anima a tomar conciencia en la medida que nos desliguemos del sistema capitalista.
Acotó que en los 13 años que lleva trabajando en favor de los migrantes centroamericanos ha constatado que a los migrantes no hay que pobretearlos, hay que aprender de ellos y calificó la obra de autoría conjunta con la antropóloga Ana Luz Minera, de un grito de rebeldía, de subversión que nos invita a perder el miedo.
Destacó que urge cambiar a México el próximo año y rencontramos con nuestros hermanos del sur. El sur es una categoría geopolítica, también somos gente del sur. Por eso hacia los migrantes debe haber solidaridad.
Comentó que lo que pasa con este flujo migratorio es asombroso. Ellos huyen de la violencia y la precariedad, y una vez que salen se vuelven resilientes y fuertes. Pero también es cierto que muchos se quedan en el camino; de hecho, ya podemos hablar de un genocidio, de un holocausto.
Remarcó que suceda lo que suceda, como la llegada de Donald Trump al gobierno estadunidense, la migración no se detendrá. No los van a parar, siguen pasando a pesar de Trump. Decían que del 20 de enero en adelante iba a disminuir la migración, y no es así.

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