jueves, 8 de junio de 2017

Cañeros no fueron consultados y ahora se sabe por qué: acuerdo México-EU apoya a refresqueras


Los beneficiarios del principio de acuerdo azucarero entre México y Estados Unidos serán las refresqueras como Coca-Cola y Pepsi Cola establecidas en el país, ya que son las grandes importadoras de fructuosa, uno de sus principales insumos de producción cuyo menor precio seguirá desplazando al azúcar mexicana, aseguró Enrique Bojórquez, presidente de Sucroliq, empresa mexicana que refina azúcar líquida.

Alejandro Calvillo Unna, director de la organización El Poder del Consumidor, expuso que la Secretaría de Economía podría haber negociado un impuesto a la fructuosa ante los daños a la salud que provoca, pero que no fue así debido a que tenemos “un gobierno débil y sometido”.

El activista agregó que los consumidores de Estados Unidos han comenzado a buscar los productos de bebidas hechos con azúcar de caña y que ante esta demanda, hay “un gran mercado”, por lo que la Secretaría de Comercio de Estados Unidos ahora busca que México solo le mande la cruda para ellos procesarla y refinarla.

Ciudad de México, 7 de junio (SinEmbargo/Economíahoy).– La fructuosa estadounidense ha desplazado el azúcar de caña mexicana, la agroindustria más antigua del país. Estados Unidos y México anunciaron un “principio de acuerdo” sobre el flujo comercial de azúcar entre ambos países, lo cual beneficia más a las refresqueras que a los productores nacionales, aseguraron especialistas en el tema.

La “sometida” Secretaría de Economía (SE), acusaron,  no tuvo “la voluntad” para abordar la práctica del país del norte de vender la fructuosa más barata en territorio nacional, lo cual desplaza a la azúcar mexicana. Esto genera pérdidas al campo mexicano equivalentes a 500 millones de dólares y mayores daños a la salud.
El Secretario de Economía Ildelfonso Guajardo Villarreal y el Secretario de Comercio Wilbur Ross dieron luz verde para reanudar las exportaciones de azúcar mexicana a Estados Unidos luego de dos meses y medio de negociación bilateral, y más de dos años de roces. En 2016 se exportaron alrededor de 1.1 millones de toneladas. Se “mantiene el acceso sin aranceles” de hasta 43.93 por ciento de la azúcar mexicana al mercado estadounidense, pero cambiará el porcentaje de envío: nuestro país podrá mandar 30 por ciento de azúcar refinada y 70 por ciento de azúcar cruda.
Sin embargo, no se abordó el tema de los precios por debajo del mercado. El presidente de la Unión Nacional de Cañeros, Carlos Blackaller, explicó que los azucareros nacionales pierden al no atenderse las prácticas de dumping en las que incurre Estados Unidos al vender en más de 900 dólares la tonelada de fructuosa, pero en México fijar un precio de 454.43 dólares por tonelada. Al vender aquí el producto casi 500 dólares más barato que en Estados Unidos sacan del mercado a los competidores nacionales.
“La fructuosa en Estados Unidos se cotiza en los niveles de 950 dólares y en el mercado mexicano llega con descuento del orden del 50 por ciento, una práctica clara de dumping”, dijo. El consumo de fructosa en México es de alrededor de 1.6 millones de toneladas al año, de acuerdo con la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera (CNIAA).
Ante ello, Enrique Bojórquez, presidente de Sucroliq, empresa mexicana que refina azúcar líquida, afirmó que los beneficiarios de este acuerdo serán las refresqueras trasnacionales Coca-Cola y Pepsi Cola establecidas en México, ya que son las grandes importadoras de fructuosa.
“Creo que la Secretaría de Economía trabaja más en defender los intereses de esas dos empresas que en los intereses de la gente que vive en el campo. Se debería actuar frenando el dumping de fructuosa en México, lo cual no se hizo porque no existe la voluntad”, declaró al sitio especializado EconomíaHoy.
El proceso para fabricar azúcar inicia con la quema de las cañas, luego se dividen con machetes y se envían a las fábricas, donde son molidas para obtener un jarabe que es cristalizado y procesado. En México, la industria del azúcar se desarrolla en 15 estados del país, principalmente en Veracruz, Jalisco, San Luis Potosí, Oaxaca y Chiapas, según la Sagarpa. Existen 52 ingenios azucareros y 180 mil productores de caña. Entre el campo y las fábricas se generan alrededor de dos millones de empleos directos e indirectos.
Además de la afectación a los azucareros nacionales generada por la importación de fructuosa a un precio más barato, la Sagarpa ha detectado obstáculos contra la industria azucarera, cuyo origen data en la época de la Conquista. Entre ellos, deficiencias en infraestructura, maquinaria y equipo para la producción y cosecha; crédito insuficiente; poca fertilización; y bajo nivel de investigación científica y tecnológica en el campo.
En entrevista para SinEmbargo, Alejandro Calvillo, director general de El Poder del Consumidor, coincidió que en México hay un “dumping” (precios por debajo del mercado) con la importación de la fructuosa. El jarabe de maíz rico en fructuosa es un ingrediente con el que casi la mitad de las empresas de la industria producen refresco. Éste, al tener más del insumo que glucosa y maíz transgénico, resulta dañino para la salud, explicó.
El consumo de altas cantidades de fructosa se asocia no sólo al aumento de peso y diabetes mellitus tipo 2, sino también a padecimientos como resistencia a la insulina, elevación de triglicéridos en sangre, elevación de ácido úrico, colesterol, elevación de la presión sanguínea, acumulación de grasa en hígado y cálculos renales, advirtió la nutrióloga Xaviera Cabada, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor.
La Secretaría de Economía hubiera negociado también este punto del dumping de fructuosa y agregarle un impuesto, “pero un gobierno débil y sometido no ha querido ir más adelante en esto”, dijo Calvillo.
El Poder al Consumidor ha exigido en México que se coloque en las etiquetas de bebidas azucaradas el tipo de azúcar. “Estamos convencidos que si se pone, la gente va a rechazar el jarabe de maíz de fructuosa. Habría consumidores conscientes”, sostuvo.
En Estados Unidos, expuso el activista, los consumidores han comenzado a buscar los productos de bebidas azucaradas hechos con azúcar de caña, no con jarabe de maíz rico en fructosa. Ante esta demanda, hay “un gran mercado” por lo que la Secretaría de Comercio de Estados Unidos ahora busca que México solo le mande la cruda para ellos procesarla y refinarla, evaluó.
 La nutrióloga Xaviera Cabada documentó el contenido de una botella de Coca Cola de 600 mililitros, el tamaño más consumido. El producto es adictivo tanto por las altas cantidades de azúcar como por el sodio y la cafeína. Tomar esa porción implica:
–Consumir 63 gramos de azúcar, lo equivalente a 12 cucharadas cafeteras y media de azúcar. Esta cantidad cubre de 180 a 252 por ciento de lo que un adulto debe de consumir al día y de entre 315 a 420 por ciento de lo recomendado para los niños, de acuerdo con la Asociación Americana del Corazón.
–“Azúcares”. La Norma Oficial de Etiquetado (NOM-051) determina que “azúcares” implica cualquier endulzante que no es azúcar de caña o una mezcla de azúcar de caña con otros endulzantes. Puede ser jarabe de maíz o jarabe de maíz de alta fructosa, el cual proviene de maíz transgénico.
El jarabe de maíz de alta fructosa tiene mayores impactos en el metabolismo que el azúcar de caña. Esto es por sus altas cantidades de fructosa, que pueden variar hasta un 65 por ciento, destacó la nutrióloga.
–“Concentrados Coca-Cola”. Aunque en la lista de ingredientes no establecen que contiene ácido fosfórico, se han hecho estudios de análisis bromatológicos que lo han determinado. El ácido fosfórico no permite una buena fijación de calcio en los huesos y a la vez extrae el calcio de los mismos.
–119 miligramos de sodio. La industria de bebidas utiliza este ingrediente para dar mayor placer al consumir el producto o para diluir el sabor intensamente dulce.
–Colorante Caramelo IV, el cual se elabora con amonios y sulfuros que al calentarlos se producen unos supbroductos llamados 2-metilimidazol y 4-metilimidazol (2-MI y 4-MI), los cuales se ha demostrado que causan cáncer.
La Oficina de Asesoría para los Riesgos de Salud Ambiental ha propuesto que la cantidad máxima que se puede ingerir de estos subproductos no debe superar los 29 ug. Pero en el caso de México la cantidad es de 147 ug.
El Secretario de Economía Ildelfonso Guajardo Villanueva vio en este acuerdo azucarero una antesala a las negociaciones que comenzarán en agosto sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que incluye a Canadá, Estados Unidos y México.
El presidente de la Unión Nacional de Cañeros, Carlos Blackaller, dijo en declaraciones públicas que permite a México mantener su “estatus de privilegio” de acceso libre de arancel al mercado estadounidense.
No obstante, el establecer que al menos 70 por ciento de las exportaciones mexicanas vaya en calidad de crudo significa ir a un menor valor al considerarse de menor calidad.
“En esa calidad que se pretende exportar a Estados Unidos, azúcar crudo, estaríamos 200 dólares más barato que el precio que en México pudiera tener el azúcar de caña mexicana”, explicó.
El Departamento de Comercio inició en abril de 2014 una investigación sobre las exportaciones mexicanas de azúcar, las cuales suspendió en diciembre de ese año a cambio de que México limitara sus exportaciones e impusiera un precio mínimo al azúcar enviado a Estados Unidos.
La Comisión de Comercio Internacional constató que esas importaciones perjudicaban a los productores estadounidenses.
En febrero de 2016, Washington inició una revisión administrativa y el mes pasado notificó a México que le cobraría una compensación por importaciones de azúcar si no alcanzaban un acuerdo en junio.
-Con información de Valentina González, de Economíahoy

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