El PRD apostó por quedarse solo en el Estado de México y prácticamente fuera de la contienda, por privilegiar su cercanía con el poder local y federal. Hoy, nada puede hacer frente a Josefina Vázquez Mota, abanderada del PAN, Alfredo del Mazo Maza, del PRI y Delfina Gómez Álvarez de Morena, coincidieron politólogos y perredistas.
Ciudad de México, 21 de febrero (SinEmbargo).- La corriente hegemónica del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Estado de México sacrificó la viabilidad de una candidatura competitiva para las elecciones de este año por privilegiar su cercanía con el poder local y federal y cuidar intereses particulares, coincidieron en entrevista con SinEmbargo analistas y líderes de otras corrientes perredistas.
Alternativa Democrática Nacional (ADN), encabezada por Héctor Bautista López, la “tribu” o corriente más importante del Sol Azteca en el Estado de México y a nivel nacional, sobre Nueva Izquierda (NI) o “Los Chuchos”, sacrificó la alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) y también la posible candidatura de Alejandro Encinas Rodríguez, Senador de la República, criticó Fernando Belaunzarán Méndez, vocero de la corriente interna del PRD Galileos.
“Sacrificaron toda perspectiva estratégica que nos tenía que posicionar para 2018. Prefirieron mantener su relación privilegiada con los gobiernos del estado y de la federación. Eso privilegiaron, poniendo en riesgo la viabilidad del PRD como proyecto, por poner sus intereses de facto por delante. Para ellos, lo más importante es qué tribu se queda con el PRD, con el timón, así sea de un barco que se hunde; para quedarse con un partido, para ver quién apaga la luz”, dijo el ex Diputado federal perredista.
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El PRD espera elegir a su candidato a la gubernatura del Edomex el próximo 5 de marzo a través de una votación en urnas. Entre los nombres que se barajean destacan políticos locales que palidecen ante las figuras de Alfredo del Mazo Maza, precandidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Josefina Vázquez Mota del PAN y Delfina Gómez Álvarez de Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
“El PRD no tiene posibilidades, ninguna. Tenía la posibilidad de ir con el PAN y de hacer una alianza, por ejemplo, con Josefina. Así el PRD podría ser uno de los ganadores como ocurrió el año pasado. Pero al no haber alianza, porque los grupos internos locales del PRD no la quisieron, la boicotearon, van al cuarto lugar. Eso es lo único que les queda y probablemente muchos de sus votantes se van para Morena, sea con el voto o militantes. Es la gran debacle del PRD, en el Estado de México se verá su caída al perder lo que tenía”, consideró Jose Antonio Crespo Mendoza, politólogo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Uno de los aspirantes perredistas, al parecer el que más posibilidades tiene en la elección interna, es el candidato Juan Zepeda Hernández. Es ex presidente municipal de Nezahualcóyotl y pertenece a la corriente interna ADN. Sin embargo, para Belaunzarán se trata de un aspirante de “medio pelo”.
El PRD dominante del Estado de México tampoco apoyó la candidatura del Senador Alejandro Encinas. Fernando Belaunzarán criticó que el “sectarismo patrimonialista” que existe dentro del Sol Azteca es lo que está llevando al partido “a un momento grave”.
“En las lecciones internas, igual que en las constitucionales en México, se requiere de muchos recursos para mantener estructuras clientelares. Ellos creen que su cercanía con el Gobierno les dará los recursos necesarios por la lucha de control interno del partido. Dan prioridad a esa lucha interna por el control interno del partido y se dan al Gobierno como su aliado. Por eso se opusieron a la alianza del Edomex, están en la lógica de ir separados con candidatos de bajo perfil”, explicó.
En una entrevista reciente con SinEmbargo, Alejandro Encinas explicó que no aceptó ser candidato del PRD en el Edomex por su labor al frente de la Asamblea Constituyente en la Ciudad de Mexico.
Telésforo Nava Vázquez, investigador experto en la izquierda mexicana de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), afirmó que la corriente ADN “está jugando a que pierda por completo el PRD con candidatos poco competitivos”.
“El primer problema que tuvieron los perredistas es que fueron víctimas del sabotaje orquestado desde la Presidencia de la República al impedir la alianza PAN-PRD. El alfil de Enrique Peña Nieto es Héctor Bautista, él ha sido su operador desde que era Gobernador del Estado de México. En alguna ocasión yo escuché en una reunión decir a Bautista: ‘mis alianzas en el PRD es con Nueva Izquierda, hacia afuera, mi alianza es con Enrique Peña Nieto’. Por eso él está lanzando un candidato como alternativa. Encinas no quiso ser candidato porque ADN está haciendo el trabajo sucio a Peña, por eso no fue, porque no había compromiso de todo el PRD entorno al PRD, iba a tener adentro al Caballo de Troya haciéndole la guerra sucia”, afirmó
LA CONTIENDA ESTÁ ENTRE EL PRI, PAN Y MORENA
De acuerdo con José Antonio Crespo, la contienda en el Estado de México está cerrada entre tres candidatos: Alfredo del Mazo, Josefina Vázquez Mota y Delfina Gómez. Fuera de ellos será difícil que otro aspirante logre posicionarse a su nivel.
El politólogo consideró que en este momento cualquiera de los tres precandidatos es competitivo y podría ganar la gubernatura. El voto útil, explicó, será el que decidirá la elección.
“Como están las encuentras cualquiera de los tres puede ganar. No sería raro que uno de los tres se cayera: el del PRI, el PAN o Morena, que este último parece que va muy sólido porque va hacia arriba, pero el PRI va hacia abajo. El PAN no sabemos qué tan divido va a quedar. La clave será si uno de los tres se cae, hacia dónde se va el voto útil de los partidos que no compitan. El voto del PRD una parte se va a Morena, si el PRI se va a tercer lugar, muchos votarán en favor del PAN”, precisó.
Crespo Mendoza descartó que exista un acuerdo por debajo de la mesa entre el PAN y el PRI para apuntalar a Josefina, como algunos miembros de la oposición han denunciado.
“No me parece creíble que Peña Nieto quiera sacrificar el Estado de México sólo para parar a AMLO en 2018. El PRI va hacer todo lo posible, no puede dejar así nada más el Estado de México, a lo mejor lo puede dejar, pero no porque quiera perder a través de un pacto, porque entonces sí se desploma. Si pierde el Edomex se desploma a nivel nacional, sería un suicidio. No me suena, es irracional”, consideró.
En cuanto al PRD, el analista afirmó que “se está suicidando poco a poco, decidido a irse hasta abajo, hasta quedar como un partido marginal” y previó que en las elecciones de este año quedará en un cuarto lugar.
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EL SOL AZTECA ESTÁ EN LA CONTIENDA: PERREDISTAS
El domingo pasado, la corriente interna del PRD Foro Nuevo Sol tuvo entre los invitados, a su asamblea en Toluca, a Silvano Aureoles Conejo, Gobernador de Michoacán, quien ante los militantes que acudieron al encuentro afirmó que el partido tiene la fuerza y la plataforma política para ganar la gubernatura mexiquense.
“Son muchos años de gobiernos de un solo partido. Es momento de presentar una buena alternativa y que vayamos al próximo proceso a ganar el Gobierno del Estado de México, porque sí se puede”, dijo Silvano.
El perredista llamó a la unidad al interior del partido en la elección de candidato, que se definirá de acuerdo con Alejandro Sánchez Camacho, secretario de Acción Política Estratégica del Sol Azteca, el próximo 5 de marzo en una elección abierta con mil 200 casillas y cuatro mil funcionarios de casilla.
Entre los aspirantes, además de Juan Zepeda, la apuesta de ADN, contienden Javier Salinas, Eduardo Neri, Max Correa y Plácido López.
Nicolás Loza Otero, analista político de Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), reconoció que el Sol Azteca cuenta con una estructura importante en el Edomex, pero que con la llegada de Morena el voto se dividió en dos, y en los últimos seis meses el PRD se ha debilitado.
“El PRD del Edomex no es el de hace un año. En la elección intermedia, Morena y PRD obtuvieron casi la misma votación. Ahorita es más débil que Morena”, opinó.
El analista agregó que si los perredistas logran una votación entre el 10 y 15 por ciento, la corriente que impulse al candidato tendrá el control sobre el partido en el estado, con los recursos que eso significa.
“Le tiran a eso, a controlar el aparato burocrático con el cual controlan empleos y algunos municipios […]. Las ganancias secundarias de no ganar son la posibilidad de negociar con un candidato fuerte durante el proceso mismo, podría suceder con Morena, con el PAN o el PRI, para obtener favores políticos y atención clientelar. Es la apuesta durante muchos años de los partidos pequeños: no ganan pero la corriente que logró tener al candidato se queda con el control del partido y eso representa mucho dinero público”, dijo.
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