E
l gobierno de México tiene una
estrategia defensiva y de contenciónante el posible triunfo de Donald Trump. Hasta ahora no hay indicios de ninguna estrategia, no sólo si gana Trump, sino si gana Hillary Clinton. Ambos van a revisar los tratados comerciales de Estados Unidos, y México está en el primer lugar.
Es asombroso que el régimen defienda con dientes y uñas el Tratado de Libre Comercio, que es una causa de nuestro bajo crecimiento y endeudamiento público. El superávit por el aumento de exportaciones es un espejismo. Entre el 80 y 90 por ciento son de empresas trasnacionales y por lo menos 2/3 estadunidenses.
La única estrategia de EPN, en esencia, es igual a la de los gobiernos del PRI o del PAN desde hace 30 años. Consiste en hacer concesiones progresivamente mayores a los estadunidenses para que sigan apoyando y protegiendo a la corruptocracia mexicana ¿Esto podría ser distinto? Sí, México es una potencia: en materia de población, riquezas naturales, vinculación con los grandes océanos, posición estratégica en el mundo. Es la treceava economía mundial. Tendría muchas ventajas para negociar porque Estados Unidos necesita nuestros recursos y nuestro mercado.
Para esto se requiere reconocer el poderío y los intereses estadunidenses y también identificar nuestros intereses y defenderlos. Los estadunidenses deben entender que el saqueo indefinido de nuestro país puede llevar tarde o temprano al quiebre. Un desastre al sur de la frontera afectaría gravemente la estabilidad política y económica de Norteamérica.
Para tener una respuesta efectiva el gobierno actual necesita dos condiciones que no tiene: la legitimidad, que no acredita porque compró su propia elección y es incapaz de investigar hechos graves de corrupción y crímenes cometidos durante su mandato. Y necesitaría también patriotismo, prenda muy rara en la actual generación en el poder. Podría renegociar nuestras relaciones con éxito un líder que triunfe en elecciones legales y justas. Que no tenga complicidad con los graves abusos del pasado reciente. Quien haya demostrado tener temple y moderación para resistir el acoso interno. Alguien capaz de convocarnos a una gran tarea de reconstrucción. Tendremos que esperar a 2018.
Twitter: @ortizpinchetti
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