“Policías mataron a mi hijo como si fuera un perro”, imputan sus padres a Duarte

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El joven de 27 años había padecido el abuso de autoridad y la prepotencia de policías estatales, a cargo del titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Arturo Bermúdez Zurita, quienes, sin justificación, le apuntaron con un arma AR-15, le dispararon en varias ocasiones y le arrebataron la vida, durante este fin de semana.

“¡Mataron a mi hijo como si fuera un perro!”. El grito de rabia retumbó en Palacio de Gobierno. El féretro con el cuerpo de Iván de Jesús Ayala Morales yacía en la batea de una camioneta sobre la calle Juan de la Luz Enríquez, mientras sus familiares y amigos, en exigencia de justicia, golpeaban una de las puertas del recinto.

“Los policías llegaron como putos perros, se creen mucha madre porque traen la capucha, chinguen a su madre, asesinos”, gritaban al protestar y bloquear el centro xalapeño, mientras unos motociclistas hacían rugir motores.

De manera sorpresiva, corrieron hacia bajos del palacio y, a puños y patadas, intentaron ingresar y vencer a los elementos de seguridad, quienes se resguardaban detrás de la puerta.

“¡Salgan hijos de su puta madre!”, increpaban una y otra vez, mientras el odio y la impotencia se apoderaban de sus actos.

El joven de 27 años había padecido el abuso de autoridad y la prepotencia de policías estatales, a cargo del titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Arturo Bermúdez Zurita.

Quienes, sin justificación, le apuntaron con un arma AR-15, le dispararon en varias ocasiones y le arrebataron la vida, durante este fin de semana.

El jueves pasado, alrededor de las 22 horas, Iván de Jesús convivía con sus familiares cerca de su vivienda, ubicada sobre la calle Río Bobos casi esquina con Río Consulado, cuando unos jóvenes, que hacían lo mismo a unos metros de distancia, gritaron: “¡putos!”, a los policías.

“LOS POLICÍAS NO NOS CUIDAN, SE METEN A NUESTRAS CASAS”

Los servidores públicos, dos hombres y una mujer, molestos, retornaron en la patrulla con número 203016, se encapucharon, ingresaron a la casa de la familia y lo agredieron, al igual que a su tío y su amigo que allí estaban, y que fueron heridos en las piernas.

Él, recibió dos impactos de bala que atravesaron su cadera y abdomen. Los tres fueron trasladados en ambulancia al Centro de Alta Especialidad (CAE) “Doctor Rafael Lucio”, donde, este domingo, perdió la vida y, su “camarada”, una pierna.

Ana Karen Ramírez, con lágrimas en el rostro y el enojo en sus palabras, acusaba que los policías habían dejado a sus hijas sin padre.

Ella y los demás familiares no pudieron defenderlos en ese momento, pero usaron sus teléfonos celulares para documentar el hecho y, posteriormente, presentar el video a la Fiscalía General del Estado (FGE), a cargo de Luis Ángel Bravo Contreras.

Lo que parecía un día de festejo para Iván, culminó en tragedia. Había sido elegido como padrino para una fiesta de XV años en Tuzamapan y se disponía a degollar una res y preparar alimentos para el evento. Los policías, al ver el machete en sus manos, repelieron cualquier intento de agresión, según han justificado.

Los familiares colapsaron el tránsito vehicular durante tres horas con 30 minutos. Atravesaron camionetas lujosas, tipo Lobo, taxis, vehículos particulares y una “Van” llena de flores sobre la arteria.

Con fuerza ondeaban lonas y pancartas, donde se leía: “exigimos justicia para Iván de Jesús y cárcel para los policías”, policías asesinos” y “policías que cometen delitos, que ignoran mis derechos, ¡fuera!”.

El primo-hermano del occiso, Jaime Israel Morales Córdoba, de 21 años, era uno de los custodios del féretro, cuando el Sol arreciaba, lo cubrían con una lona y, posteriormente, con una sombrilla.

“NOSOTROS NO LES DIJIMOS: ¡PUTOS!”

Mientras tanto, recordaba y aclaraba, que él y sus familiares en ningún momento ofendieron a los policías estatales y que los habían confundido.

“Gritaron otras personas que se encontraban en otra esquina, nosotros éramos cuatro familiares que estábamos conviviendo, íbamos a matar una vaca e íbamos a hacer la cabeza en taquitos, otros chavos gritaron y los policías pensaron que habíamos sido nosotros”.

Sus vecinos y amigos de la colonia Carolino Anaya, respaldaron las acciones de la familia, toda vez que varios de ellos fueron testigos de cómo una oficial y dos de sus acompañantes se propasaron con Iván.

“Yo iba a su casa cuando ya había pasado todo, me acerqué y un policía me dijo que me regresara, me apuntó con el arma y me dijo: regrésate o te disparo, entonces por miedo e impotencia me regresé, fuimos a la casa y ya estaba tirado”.

Su padre se encontraba con Iván cuando los policías presumieron su poder e impunidad; aunque intentó evadirlos, recibió un impacto de bala en la pierna. Actualmente, se recupera en la clínica 11 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Los familiares y amigos estuvieron en el centro de Xalapa hasta después de las 17 horas con 30 minutos, para presionar al gobierno y exigir el cese y castigo para los policías responsables y evitar que más servidores públicos abusen de su poder.