"¡No nos tiren! ¡Traigo a mi familia, traigo a mis hijos!"

Policías de Veracruz realizaron 25 disparos contra la camionetaequivocada

Francisco Sarro narra la trágica noche, las últimas palabras de su esposa Axaharim

“Al verla se sorprende… Da un paso atrás, corre. Sube a la patrulla, y se va”

Francisco Sarro Vaillard (al centro), con sus hijos Aime y Héctor, durante el velorio de Axaharim y Ricardo, quienes murieron a manos de policías municipales de Martínez de la Torre, VeracruzFoto Sergio Hernández Vega

Eirinet Gómez e Iraís Aguirre

Corresponsales

Periódico La Jornada
Jueves 16 de junio de 2016, p. 24

¡No nos tiren! ¡Traigo a mi familia, traigo a mis hijos!, gritó a los policías municipales de Martínez de la Torre, Veracruz, Axaharim López Ronquillo, quien conducía la camioneta en la cual viajaba con su familia y un amigo, la noche del lunes pasado. Pero los uniformados no hicieron caso de las súplicas, y realizaron 25 disparos contra el vehículo.

Francisco Sarro Vaillard, quien iba de copiloto, vio cuando los tiros de los uniformados atinaron en el cuerpo de Axaharim, su esposa. Segundos después, el policía que disparó se acercó a la camioneta. Al verla se sorprende, voltea a verme, y se da cuenta de que yo lo estoy mirando. Da un paso atrás, corre. Se suben a la patrulla, y se van, dice Francisco Sarro.

Axaharim y su hijo mayor Ricardo, de 18 años, murieron a manos de policías municipales de Martínez de la Torre el lunes 13 de junio, cuando regresaban de un jaripeo. La familia Sarro López habita en el pueblo Sonzapotes, municipio de San Rafael. El velorio se realizó en la misma vivienda.

¿Cómo es posible esto? ¿Cuántos casos más tienen que pasar?, preguntó Francisco Sarro Vaillard, quien el lunes llevó a su esposa y sus hijos, como cada año, a la feria de Antonio Rayón, municipio de Jonotla, en el estado de Puebla.

Habíamos ido a ver la competencia de jinetes. A nosotros nos gusta el jaripeo, los toros, el rodeo... Vimos el jaripeo, fuimos a comer antojitos, la estábamos pasando bien, recordó.

Todo cambió en el camino de regreso a casa, cuando una camioneta blanca los rebasó a gran velocidad. Francisco dormitaba y no puso atención en el modelo, la marca o las placas del vehículo. Un par de minutos después, su esposa le dijo: Algo le explotó a la camioneta, y agregó¡no, es que nos están disparando!

Si algo quieren, van a pedirnos que nos bajemos, y nos van a revisar, pensó Francisco.

Estaba equivocado. Los policías, que aparentemente perseguían a la camioneta blanca, detuvieron su patrulla, omitieron los protocolos de detención de personas, y sin pedir a los miembros de la familia que se identificaran, dispararon sin mediar palabra. Cuando mi esposa detiene el vehículo los policías nos cruzan, se paran enfrente de nosotros, se bajan, y sin decirnos nada nos empiezan a tirar de frente.

Después de que los gritos de clemencia de Axaharim fueron acallados a balazos, la policía se marchó tal como inició su ataque, en silencio.

Axaharim y su hijo Ricardo murieron en el lugar. Su hija de 15 años, su hijo menor, de nueve, y un amigo de la familia que viajaba con ellos, resultaron heridos.

Termina la búsqueda de desaparecidos en Tierra Blanca

La búsqueda de los cinco jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca el pasado 11 de enero fue cerrada, pero la investigación continúa, aseguró ayer en Boca del Río, Veracruz, el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, quien se reunió con familiares de los desaparecidos.

El caso no está cerrado porque todavía se está buscando a una persona más, que es uno de los cinco autores materiales (...) la investigación sigue abierta y se sigue trabajando, dijo.

Campa Cifrián indicó que derivado de testimonios e indagatorias por la desaparición de los cinco en el sur de Veracruz, se identificaron los restos de otros dos jóvenes reportados como desaparecidas. Asimismo, recordó que hay 21 personas detenidas por el caso Tierra Blanca, ocho de ellas policías estatales, y se busca al quinto autor material de los hechos; los otros cuatro están detenidos.