Emulando al infame cojitranco Antonio López de Santa Anna, quien cuando regresó al país gracias a un perdón de El Soltero Celeste, Sebastián Lerdo de Tejada, era visitado en su casona de la calle de Bolívar por menesterosos contratados para la farsa creada por su esposa Dolores Tosta –el montaje consistía en rogarle sus nulas influencias ante diferentes ministerios–, Carlos Salinas de Gortari vuelve por sus fueros.
El dictador que subastó más de la mitad del territorio mexicano a los Estados Unidos se quedó corto ante la felonía del más salvaje destructor, demoledor del Estado y ferozmente enriquecido Salinas de Gortari, quien todavía se aferra a seguir haciendo daño, aprovechando cualquier resquicio, rindiéndole culto a un poder que sólo existe en su afiebrado cerebrito.
El dictador no hacía daño a nadie. En su descarriada locura, recibía a la fila de menesterosos, estibadores y mecapaleros, “dictándole” a su improvisado secretario las órdenes conducentes para que liberaran a tal, perdonaran a este otro, se otorgara el permiso a cual, en fin, lo que haría cualquier desquiciado melancólico del poder. Pero hasta allí. Sólo era una ficción, para mantenerlo ocupado.
Las reuniones sabatinas con dos docenas de muchachos
Pero el caso del octomesino desaforado, Carlos Salinas de Gortari, es de otro jaez. Todos los sábados, en la mansión del camino de Santa Teresa del Pedregal de San Ángel –a unas cuadras de donde se ubicaba el palenque del dictador Santa Anna– convoca a dos docenas de muchachos inquietos de familias pudientes que seguramente le deben algo, que estudiaron maestrías y doctorados en el extranjero, que tienen buenas chambas en el gobiernito… y que quieren meter sus narices aquí, igual que lo hizo su “gurú”.
Embelesados por las triquiñuelas que el autollamado “Carlos de México” cometió en su tiempo –y las que sigue perpetrando contra el desdichado país por sí, a través de los familiares de la primera y segunda esposa– los jovencitos acuden como quien busca la bendición o las aguas de Bari para entrar a las filas de sus favoritos y recomendados. Se convierten en automático en cómplices del Plan B del chaparrito.
Mete sus narices en nombramientos y “bisnes”
Son bien sabidas –aquí las hemos comentado usted y yo–, las triquiñuelas que organiza con turistas y visitantes extranjeros su hijo Emiliano (consorte de la actricita Ludvika Paleta), con la finalidad de realizar toda serie de entrambuliques ficticios y financieros en las que el beneficiario de las triangulaciones con matriz en Irlanda –un paraíso fiscal– es el aprovechado Emiliano (¡lástima de nombre en tal hombre!).
Pero lo que hace “Carlos de México” es más dañino. Coloca diputados, senadores, fruncionarios, embajadores, cancilleras, negociantes de todas calañas en negocios de majestuosas obras que ha prometido el peñanietismo, pero ¡gracias a Dios!, no tendrá jamás dinero, menos capacidad para llevar a cabo.
El Tren Bala a Querétaro y el Mega Aeropuerto de la Ciudad de México, así como el Acueducto Pánuco – Monterrey se han pasado de tiempo, de costos inflados por la codicia y de castaño oscuro. Sus faraónicos proyectos, sólo han servido para engatusar a incautos que se han “caído” con pavorosos “moches”, y para ilusionar a los familiares de Ana Paula Gerard, la segunda esposa del desquiciado rematador de la soberanía total, al que ejecutó una felonía más grande que la de Santa Anna.
La hora de los pirrurris: Claudia, ¿candidata?
Ahora, el objetivo de la popularmente bautizada Hormiga Atómica es llevar a la Presidencia, nada menos que a su sobrina Claudia Ruiz Massieu Salinas de Gortari, empoderada abruptamente desde la nada, hasta la Secretaría de Turismo y de ahí a la de Relaciones Exteriores, ambas posiciones por las que ha pasado de noche y haciendo el ridículo la pobre improvisada.
Cuando se trató de una tarea de Estado, cual era la de recuperar Guerrero, en manos del nefasto grupo del asesino Ángel Aguirre, la sobrina Claudia “nadó de muertito”y se escondió bajo las piedras para no tomar la estafeta, en su Estado natal. Claro, también hubiera pasado de noche y la habrían derrotado con el dedo meñique de una mano, lo cual la hubiera mostrado en toda su desnudez política y eso no le convenía al asustado tío.
Era más fácil que llevarse el queso de un ratón, pero en este caso, el ratón octomesino escondió el queso antes de que se lo quitaran con una decisión partidista racional, cual era que la sobrina desplegara en su tierra, las dotes políticas que le aplauden sus paniaguados en la prensa seria y hasta en la del corazón, que cada vez toma un mayor poder, una influencia inusitada. Esta es la hora de los pirrurris.
En Santa Teresa elaboran discursos para la canciller
Pues bien. En la casona del Pedregal de Santa Teresa se fragua todos los sábados el nefasto plan del regreso de los Salinas de Gortari al poder, para el sexenio 2018 -2024. Así, como suena. La prospectiva es que México tenga una mujer al frente del poder, que tenga la interlocución adecuada con otra mujer, Hillary Clinton, quien ellos dicen ejercerá el mando en el gabacho.
Bajo ese argumento, que es y parece de ciencia – ficción –pues los poderosos grupos financieros que están detrás de los gobiernos de ambos países nunca tomarán en cuenta la razón del género para llevar a cabo las demoliciones y el empobrecimiento de la población–, Salinas lleva a cabo sus embustes.
Es como creer que dos pelones, dos jorobados o dos discapacitados podrían de común acuerdo sacar adelante los problemas que confrontan dos países vecinos. Pero en materia de desquiciados que rinden culto al poder se ven cosas extrañas, desde misas negras, hasta rezos a San Mamerto de los imposibles, para embaucar a los niñatos que se comen todo el trapo en la embestida.
Es lo que pasa todos los sábados en la casona de Santa Teresa. De las disquisiciones político- diplomáticas del “maestro” Salinas, cuya tesis en Harvard fue tan ridícula que todavía provoca la carcajada de Paco Gil Díaz, salen los sofismas más extraños, para poner a trabajar a los muchachitos incautos y ambiciosos.
Desde ahí se preparan las líneas discursivas, los contenidos de pliegos diplomáticos comprometedores, los discursos oficiales, los enlaces “internacionales”, las orientaciones del rumbo que obedece a ciegas la llamada canciller, su línea política y hasta la ruta crítica que la llevará a ser, según ellos, ¡la primera mujer Presidenta de México!
Castañeda, un peón ante la disidencia venezolana
Toda la gente seria que se ha enterado de este despropósito exclama: ¡Si no pudo con Guerrero! ¡Si no ha podido farfullar tres palabras coherentes contra los insultos de Trump! ¿En qué pueden consistir las orientaciones del tío y de su escuelita? ¿Estarán haciendo el arqueo final del país, para ver qué falta de rematar?
Sin embargo, hay pelafustanes que aprovechan estos delirios. El mismo Jorge G. Castañeda –la opción “independiente” de Salinas para el 2018–, que fue encargado por el grupo de Santa Teresa para armar el rebumbio de traer a México a la esposa del disidente venezolano Leopoldo López y lograr fuera atendida por fruncionarios de nivel. Eso servía para realzar la labor de la sobrina y para alentar las aspiraciones del enlace como “candidato independiente” (del salinismo y de quien se agregue en el camino de esas ambiciones desaforadas y ruines).
Embajadas, para “favoritos” y compadres
Mientras, durante la botana, el salinismo se ha servido con su nefasta cuchara en los nombramientos de embajadores y cónsules, una lista que se parece a la de Schindler, por los redrojos y defenestrados que la integran, desde el verde J.J. Guerra Abud, hasta el salinista ponchado en home Eloy Cantú Segovia.
Bueno, desde luego, los compromisos de la infraestructura: Mar y mar, ex Secretario de Sagarpa que irá a la Casona de Miramar a desplegar sus “oficios”–todos, más que los diplomáticos, que nunca ha tenido– en el momento crucial que se vive con La Habana. ¿Sabrá el extraño coahuilense en que se metió? ¿O sólo lo hizo para vivir atrevidas aventuras erótico-político-musicales al estilo de su antecesora ahí, Beatriz Paredes?
En todo caso, sólo se trata de un pago al “compadre”, al que presentó a Juan Armando Hinojosa, el dueño en el papel de la constructora presidencial Higa, llevándolo con Peña Nieto, cuando el infame coahuilense era delegado del tricolor en el Estado de México. De allí vienen todos los dislates y las imprudencias.
¿Y por qué asesinaron a tu padre, Claudia?
De todas partes vienen las desgracias. A veces saltan desde el agujero menos esperado.
¿Qué otros infortunios esperamos de los muchachitos improvisados del cuartel – sala de guerra del “maestrito” Salinas de Gortari?
¿Deberá Salinas de Gortari relatar, por fin, las verdaderas razones del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, padre de la hoy protegida?
Debemos seguir muy de cerca el desenlace, porque esto último sería obligado. Lo exigiría Adriana, su poderosa madre y la hija, Claudia, la mayor interesada. ¿No cree usted?
¿O la ambición de los protervos desplaza los recuerdos de infamias de familias?
Índice Flamígero: “Razón de peso”, titula don Alfredo Álvarez Barrón a su colaboración: “Para todos aquellos sospechosistas y agoreros del desastre esta es la versión puntual y definitiva de por qué el peso llegó a alcanzar niveles históricos a la baja en su paridad frente al dólar; cito textualmente: ‘Esto también se vio afectado por muchas operaciones que se hicieron a través de algoritmos, operaciones que se hacen de manera electrónica; prácticamente con robots cibernéticos, que en su momento afectaron esta dinámica y que llevó a que hubiera un aumento importante en la volatilidad de la moneda nacional’: Agustín Carstens, gobernador del Banco de México. Ahora sí, como diría el Papa Francisco: ya todo está clarito.” Y su alter ego, El Poeta del Nopal nos lo comenta: “Ni mala instrumentación, / como el error de diciembre, / ni catarrito con fiebre / o una leve congestión; / surge una revelación / en este pueblo rupestre / y un argumento silvestre / de un tipo bien conocido: / nuestro peso fue abducido / ¡por seres extraterrestres!”.
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