TOLUCA, Edomex. (apro).- El gobernador Eruviel Ávila y el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, han convertido en una disputa electoral la solución de los problemas de más de 20 millones de habitantes que cohabitan en el Valle de México.
El retraso para prevenir y remediar la crisis de transporte, seguridad, infraestructura y ambiental parece desentramparse, motivado por los tiempos políticos como mero botín de campaña que ambos pretenden capitalizar.
Choque de trenes
Sin la presencia de su homólogo del Estado de México, este fin de semana Mancera Espinosa anunció la reactivación del proyecto para ampliar la Línea A del Metro, de La Paz a Chalco.
El jefe de gobierno de la Ciudad de México aseguró que la Secretaría de Hacienda acordó con su administración asignar 250 millones de pesos al proyecto.
“Habrá presupuesto este mismo año para trabajar un proyecto ejecutivo de la ampliación de la Línea A del Metro, lo cual reactiva este proyecto, esperemos que en los tres años que nos restan de ejercicio de gobierno podamos concluirlo”, confió Mancera.
Para edificar los 13 kilómetros adicionales, destacó la necesidad de que en 2017 se destinen recursos a obras de ingeniería y trenes adicionales.
No obstante, Mancera afirmó que la ejecución correrá a cargo del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y jamás aludió a la participación del gobierno del Estado de México.
En revancha, apenas tres días después y también sin la presencia de su similar capitalino, Ávila Villegas hizo públicos los avances del Tren México-Toluca que trasladará más de 270 mil pasajeros diarios, e irá desde Zinacantepec –con escalas en la capital mexiquense, Metepec, Lerma y Santa Fe– hasta el Metro Observatorio.
La obra de 57.7 kilómetros que conseguirá en 39 minutos el traslado de Toluca a Observatorio implicará una inversión superior a los 30 mil millones de pesos en inversión privada, participación federal y, “en menor medida, estatal, que sobre todo apoya con el derecho de vía”.
En el acto, Ávila Villegas recordó que este fue el primer compromiso de su campaña por la gubernatura, y se congratuló por la reanudación de la ampliación del Metro Chalco-La Paz.
“Siempre dije que estaba vigente”, reprochó, tras reconocer que esta obra será posible con la colaboración de las secretarías de Hacienda, Comunicaciones y Transportes, de la Ciudad de México y de “mi amigo Mancera”.
Además, aclaró que el gobierno mexiquense también ha invertido en el proyecto: 307 millones de pesos de la administración anterior en la compra de 40 hectáreas para la estación Chalco, y 17 millones de la actual para estudios de prefactibilidad.
En julio de 2014, el presidente Enrique Peña comprometió la ampliación de la línea A hasta Chalco.
“Son muchos los mexiquenses que, viviendo en el Estado de México, viajan todos los días al Distrito Federal porque ahí tienen sus fuentes de trabajo, o viceversa”, expuso entonces.
En marzo de 2015, Ávila Villegas informó del aplazamiento del proyecto, pero Mancera anunció tajante su cancelación, en virtud de que la SCT no había elaborado el proyecto ejecutivo, y la de Hacienda arguyó insuficiencia presupuestal.
El llamado “Diagnóstico de la movilidad de las personas en la Ciudad de México” estimaba, para el año 2000, ya en más de 4.2 millones de viajes por día los intercambios entre ambas entidades, y para 2020 previó 5.6 millones de viajes.
“Efecto cucaracha”
En los últimos años al menos en dos ocasiones las autoridades de la Ciudad de México reforzaron en materia de seguridad sus límites con el Estado de México para evitar un “efecto cucaracha” por la ola de violencia vinculada principalmente con el crimen organizado.
En los últimos años al menos en dos ocasiones las autoridades de la Ciudad de México reforzaron en materia de seguridad sus límites con el Estado de México para evitar un “efecto cucaracha” por la ola de violencia vinculada principalmente con el crimen organizado.
La primera preocupación ocurrió antes de que Miguel Ángel Mancera asumiera el poder, en septiembre de 2012, cuando confió en que su antecesor, Marcelo Ebrard, reforzaría la zona limítrofe con apoyo del Ejército, fundamentalmente a la altura del municipio mexiquense de Nezahualcóyotl.
Ya como jefe de gobierno, en enero de 2014, Mancera Espinosa informó sobre la puesta en marcha del operativo Escudo Centro para evitar el ingreso a la ciudad de grupos criminales por los límites del Estado de México, procedentes de Michoacán, después de que el gobierno federal arreciera sus políticas de seguridad en aquella entidad.
Mil 200 elementos participaron en sobrevuelos, revisión a vehículos sospechosos o que no cumplían con la normatividad, motocicletas y motonetas dispuestos en carreteras de acceso desde municipios como Neza, Chalco, Tlalnepantla, Ecatepec, Naucalpan y Los Reyes La Paz.
Tres meses después Jesús Rodríguez Almeida, titular de la SSPDF, anunció el reforzamiento de operativos policiacos en Polanco, Condesa, Roma, Zona Rosa y Tepito para frenar el intento de grupos delictivos por operar en la capital del país.
A mediados de abril de ese año, asambleístas del PRD acusaron de incapacidad para abatir los índices delictivos al gobernador mexiquense, a pesar del aumento de recursos federales para este fin que en 2013 implicaron 531.7 millones de pesos.
El lunes pasado, el gobernador Eruviel Ávila anunció operativos de seguridad coordinados denominados Policía Metropolitana, pero sólo con Michoacán y Guerrero, en sus respectivos límites. Otra vez ignoró a su vecino capitalino.
Tender puentes
También en materia de infraestructura metropolitana los avances son pocos, salvo el puente de Hueyetlaco que une al municipio de Huixquilucan con la delegación Cuajimalpa, pero que fue proyectado desde 1999 por otras administraciones.
A partir de entonces, la obra fue frenada por la Federación con el argumento de ausencia de dictámenes de impacto ambiental, y por la inconformidad de los vecinos.
Para concluir el puente de sólo mil 300 metros, por el que diariamente circulan entre 17 y 30 mil vehículos, autoridades mexiquenses y capitalinas acordaron destinar 350 millones de pesos del Fondo Metropolitano.
Después los trabajos se retrasaron por el desgajamiento de un cerro en la delegación Cuajimalpa, que provocó la muerte de un trabajador.
El entonces presidente de la Comisión de Seguridad Pública en la Asamblea Legislativa (ALDF), Santiago Taboada, responsabilizó del incidente al gobierno mexiquense por la opacidad con la que manejó la información del tipo de construcción.
El legislador panista aseguró que el gobierno mexiquense faltó a las reuniones entre ambas autoridades y no atendió el punto de acuerdo aprobado por la ALDF –en cuya votación estuvieron ausentes los priistas– para demandar la suspensión inmediata de la obra por falta de planeación y omisión de los requisitos de seguridad.
Fue sólo a principios de 2006 cuando se inauguró la vialidad Hueyetlaco, que reduce a 15 los 40 minutos de traslado entre Interlomas, en Huixquilucan, y la delegación Cuajimalpa.
Contingencias
La batalla presidencial fue reactivada a mediados de marzo, producto de la primera contingencia ambiental en los últimos 14 años para el Valle de México, que aplicó para la capital del país y 18 municipios conurbados.
La batalla presidencial fue reactivada a mediados de marzo, producto de la primera contingencia ambiental en los últimos 14 años para el Valle de México, que aplicó para la capital del país y 18 municipios conurbados.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), en 2010 la ZMVM albergaba 35 mil industrias y 3.5 millones de vehículos con altos consumos de energía fósil (gasolinas, diésel y gas); en 1998, esta región consumió 301 mil barriles diarios de gasolina.
Mancera señaló al Estado de México como principal responsable por la corrupción en sus verificentros. Y la entidad mexiquense respondió con el cierre de los rellenos sanitarios de Tepotzotlán, Cuautitlán Izcalli, Nicolás Romero y Xonacatlán a ocho mil toneladas diarias de basura generadas en la Ciudad de México.
Diputados priistas y del PVEM en la Legislatura mexiquense salieron en defensa de Ávila Villegas y emitieron comunicados para acusar a Mancera de emitir declaraciones irresponsables y hasta aplaudir la decisión de cerrar los tiraderos a sus desechos sólidos.
El diferendo fue resuelto a puerta cerrada, con la mediación de Rafael Pacchiano, secretario federal del Medio Ambiente, al anunciar el levantamiento de la contingencia ambiental por ozono y la reapertura de los basureros.
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