Raymundo Rivapalacio, uno de los periodistas del que se presume tiene los mejores contactos dentro del gobierno, señala en su columna más reciente, que el Papa Francisco tenía programada su visita a México desde el año pasado. Sin embargo en el tiempo de los preparativos el papa anunció que daría una misa por los 43 normalistas desaparecidos. Por supuesto, tanto las autoridades clericales de México, como el mismo gobierno se opusieron. Por lo que el pontífice tomó la decisión de viajar directo de Cuba a Estados Unidos. Por supuesto, también ha trascendido la mala relación que el Papa tiene con Norberto Rivera, a quien en México, como en la Unión Americana, se le ha acusado de proteger a pederastas. Esto habla bien de este líder que no se prestó para avalar un gobierno tramposo y represor como el de Peña Nieto.
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