Periódico La Jornada
Domingo 2 de agosto de 2015, p. 29
Domingo 2 de agosto de 2015, p. 29
La Alianza de Trabajadores de la Salud y Empleados Públicos indicó que el seguro universal de salud se prevé será
aprobado en el Congreso en octubre próximo, con la modificación del artículo 4º constitucional.
Indicó que con ello
se reformarán las leyes del IMSS e Issste, por lo cual propuso la realización de un
paro nacional el próximo 23 de octubrey la formación de un frente contra la privatización del sector salud.
Apuntó que para concretar dicha modificación
el gobierno ha incumplido en el mejoramiento de los servicios de salud y seguridad social y la profesionalización del personal de salud, con lo cual
día a día se deteriora la atención médica y se precariza el trabajo en el sector.
Aseguró que se está
desmantelando a las instituciones de seguridad social, transfiriendo enormes recursos financieros al negocio de las empresas médicas, y a la par
la Secretaría de Hacienda anunció un recorte a los servicios de saludde las referidas instituciones y de la
Secretaría de Salud, lo cual agravará el rezago en la atención médica y el desabasto de medicamentos.
Pese a que ayer tras la Jornada Nacional en Defensa de la Salud Pública, la Ssa aseveró que ésta no se privatizará y que por el contrario la intención es ampliar los servicios sanitarios, para trabajadores activos, jubilados y pensionados del sector, la intención es
entregar a la iniciativa privadaeste rubro.
La Alianza de Trabajadores de la Salud aseguró que con la reforma
los costos de la atención médica tendrán que asumirlos los trabajadores y sus familias, al mismo tiempo que la reducción del costo laboral será a partir de la precarización del empleo, para lo cual pretenden reducir y eliminar el contrato colectivo de trabajo del IMSS y las condiciones generales de trabajo en la Ssa.
Subrayó que las instituciones de salud pública
se han debilitado por las incorrectas políticas de salud, la negligencia institucional, la ineptitud y corrupción de funcionarios.
Añadió que
la reforma sanitaria impulsada en las dos últimas décadas ha sido un largo proceso gradual, sigiloso y oculto, marcado por el desfinanciamiento, la reingeniería administrativa y fiscal para la operación gerencial de los servicios de salud, la mercantilización y privatización mediante la subrogación. Un ejemplo –sostuvo– es el IMSS, en donde se
pretende subrogar los servicios de ambulancias, diálisis y atención a diabéticos.
Aseguró que también se han
concesionado los servicios de vigilancia, limpieza, nutrición, laboratorios, informática y atención oncológicay se han dado contrataciones al margen de los CCT y de las CGT, con lo que se ha
precarizado el empleoen el sector salud.
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