sábado, 25 de julio de 2015

No extraditaron al Chapo para que no revelara sus vínculos con el gobierno

CHAPO GUZMAN
(25 de julio, 2015).- “La reticencia de México a extraditar a grandes capos a Estados Unidos da cabida a acusaciones de que funcionarios temen lo que los narcotraficantes puedan decir de sus nexos con el Gobierno”, sentenció el ex jefe de operaciones de la agencia antidrogas DEA, Michael Braun.
Braun asegura que, “con esto, podría validarse el señalamiento de varios expertos que altos funcionarios del País no querrían que ‘El Chapo’ hablara con autoridades estadounidenses porque podría resultar embarazoso para ellos”. Recientemente la PGR congeló pedidos de extradición al acusar que las autoridades estadounidenses negocian con los criminales sin consultar a México y les ofrecen sentencias reducidas.
Sin embargo Braun asegura que, “ese argumento es inválido e insuficiente para no haber extraditado a El Chapo Guzmán”, “capos del nivel de El Chapo saben que si son enjuiciados en Estados Unidos, incluso si cooperan con los fiscales, de cualquier manera terminarán encarcelados prácticamente toda su vida. Eso ya pasó con varios ex líderes de grupos del crimen organizado tanto mexicanos como colombianos”, indicó.
Y aunque, el ex agente de la DEA confirmó que a veces piden extradiciones de criminales para que testifiquen u otorguen información relevante a cambio de una posible reducción en su condena, nunca hay promesas, y aún así, las sentencias son bastante duras.
“Para identificar, investigar, acusar y enjuiciar a los miembros del más alto nivel de organizaciones criminales transnacionales, a veces usamos a testigos que quizás fueron co-conspiradores y tienen conocimiento íntimo de la actividad criminal a cambio de considerar una lenidad, pero no hay ninguna garantía”, agrega Braun.
Ejemplificando el trato a los reos de máxima peligrosidad, señaló que Osiel Cárdenas Guillén, capo del Cártel del Golfo, habría dado información a autoridades estadounidenses tras su extradición en 2007 y aún así, fue encarcelado en el penal de máxima seguridad ADX de Florence, Colorado, donde está en aislamiento hasta 23 horas al día.
Braun puntualiza que a diferencia del resto del mundo, las leyes estadounidenses con las que se enjuicia a líderes de cárteles, permiten acusarlos sin comprobar que tuvieron acceso a la droga o la movieron, ya que se estima que coordinaron el narcotráfico. “Esa política es lo que capos como ‘El Chapo’ más temen”, señaló.
Luego que Estados Unidos pidiera la extradición del capo, y después de un proceso legal, México aseguró que hasta el 2028 cuando Joaquín El Chapo Guzmán, terminará su condena en el país podría proceder una extradición al país del norte.
De acuerdo con la PGR, Joaquín Guzmán Loera debía enfrentar ocho órdenes de aprehensión: dos de ellas de reaprehensión y las otras seis nuevas por otros delitos. Al momento de su primer fuga, Guzmán Loera había purgado siete años de la condena de 20 años nueve meses impuesta por los delitos de asociación delictuosa, cohecho y contra la salud. Una vez recapturado, el líder del Cártel de Sinaloa debió purgar los 13 años nueve meses de su primera condena, más las sentencias por las nuevas órdenes de aprehensión.
En Estados Unidos Guzmán Loera acumula al menos seis acusaciones pendientes ante la justicia americana, en las que se le imputan decenas de cargos ante distintas cortes federales en California, Nuevo México, Texas, Illinois y Nueva York.

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