Por: Redacción (@revistapolemon)
8 de junio de 2015. Lo que sucedió en Grecia el domingo pasado no es poca cosa: la gente, vía un referéndum, decidió sobre las cuestiones económicas de su país. Sí, el gobierno griego estableció que en materia económica, el pueblo debería opinar, marcar el derrotero a seguir. Esto no se hace nunca, no se hace en ninguna nación. En general, las decisiones sobre las economías o las políticas económicas son tomadas por los gobernantes o por los asesores económicos de éstos, y especialmente, son tomadas bajo las presiones que ciertos organismos internacionales ejercen.
Grecia nos mostró que hay el camino en que la gente decide sobre su propia economía, sobre las decisiones a tomar en esta materia.
El líder de la oposición en México, Andrés Manuel López Obrador, escribió sobre el tema en su perfil de Facebook:
No deja de llamar la atención el caso de Grecia. Hay quienes se espantan cuando se consulta a los ciudadanos sobre asuntos técnicos, supuestamente muy complejos y riesgosos, porque existe la creencia de que la política y la economía son asuntos de políticos y economistas y no de todos los ciudadanos.Por eso me pareció acertada la opinión de Paul Krugman, premio Nobel de Economía, quien ayer escribió acerca de Grecia que “en todo caso, la democracia importa más que cualquier acuerdo monetario”.
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