A 15 días del ataque en Iguala les ofrecieron $100 mil
para que nos calláramos, denuncian
El gobierno de Guerrero intentó sobornar a los padres de los 43
Lucharé hasta encontrar a mi hijo y a sus compañeros, aunque sea lo último que haga, dice el papá de Christian
Esperábamos del Presidente respuestas diferentes, expresa un normalista
Reunión de alumnos de El Colegio de México con familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en la sede de la institución educativaFoto Víctor Camacho
Alma E. Muñoz y Fernando Camacho
Periódico La Jornada
Sábado 1º de noviembre de 2014, p. 3
Sábado 1º de noviembre de 2014, p. 3
Padres y familiares de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos se reunieron ayer con estudiantes de El Colegio de México y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en encuentros por separado, en los que denunciaron que a 15 días de los sucesos ocurridos en Iguala representantes del gobierno de Guerrero les ofrecieron 100 mil pesos a cada uno, para que dejaran de buscar a sus muchachos.
“Llega gente del gobierno diciéndonos: ‘sabes qué, ¿necesitas algo?, ¿te podemos ayudar en algo? Mira, firma estos papeles, te vamos a dar 100 mil pesos’. ¿Para qué? Para que nos calláramos”, narró ante estudiantes y académicos de El Colegio de México Bernabé Abraham Gaspar, padre de Adán Abraham de la Cruz, desaparecido, junto con otros 42 normalistas, desde el pasado 26 de septiembre.
“A muchos compañeros padres de familia también los anduvieron buscando pa’ darles la cantidad. Nosotros dijimos: ‘realmente mi hijo no vale cien mil pesos’. Es por eso que andamos de escuela en escuela, buscando apoyo para que nuestros hijos vuelvan”, continuó su relato.
Clemente Rodríguez Moreno, padre de Christian Rodríguez, de 19 años, se preguntó si lo ocurrido a su hijo fue un
castigopor haber
conocido la educación y los librosy responsabilizó a las autoridades de los tres niveles de gobierno de colaborar con grupos del crimen organizado para cometer asesinatos y desapariciones forzadas.
No sabemos dónde están, qué les ha pasado, si cargan la misma ropa, los golpean o los torturan. Yo lo estoy esperando con los brazos abiertos y voy a luchar hasta encontrar a mi hijo y a sus compañeros me pase lo que me pase, aunque sea lo último que haga. Quiero encontrar a mi hijo aunque sea la última vez que yo lo vea, dijo con voz entrecortada por el dolor.
Siento en mi corazón que (mi hijo) está vivo, pero el maldito gobierno me dio una puñalada en lo más profundo de mi corazón, donde más me duele. Dice la canción que los hombres no deben llorar, pero la verdad es un pinche dolor que no soporto, lamentó Rodríguez en medio de aplausos, gritos de solidaridad y lágrimas de muchos estudiantes del plantel sur del Colegio de Ciencias y Humanidades, de la UNAM, con quienes se reunieron por la mañana.
Insistió en que el gobierno federal
no ha hecho nada, ni encontrado nada. Ya pasaron 35 días, por eso quiero anunciar, si hay un medio (de comunicación), una cámara, si mi hijo me está viendo, si me está escuchando, que no se desespere, que voy por él, voy por los 43 jóvenes. Me pase lo que me pase, lo último que quiero es verlos con vida, continuó con su relato, que causó el llanto de varios de los presentes.
El campesino responsabilizó al gobernador Ángel Aguirre Rivero, al ex edil de Iguala, José Luis Abarca; al munícipe de Cocula, César Miguel Peñaloza –detenido recientemente– y a los policías de ambos ayuntamientos de lo ocurrido y por eso
deberían estar en la cárcel, subrayó.
Valentín Cordelio González, cuñado de Gabriel García Hernández, uno de los 43 muchachos desaparecidos, subrayó que
Iguala está hecho un cementerio, en referencia a la gran cantidad de fosas clandestinas que se han encontrado ahí en semanas recientes, pero advirtió que no van a ir a
recoger cuerpos y luego largarnos a nuestras casas, como quiere el gobierno.
Yo no sé
Los familiares de los desaparecidos lamentaron que el miércoles el presidente Peña Nieto no les diera resultados sobre las investigaciones para hallar vivos a los 43 muchachos.
“El Presidente nos respondió: ‘Yo no sé, ni la PGR tampoco sabe. No los engaño, les digo la verdad, pero vamos a investigar y me comprometo con muchas cosas’”, comentó José Solano, estudiante de la normal de Ayotzinapa, quien manifestó sentirse decepcionado, porque
esperábamos del Presidente respuestas diferentes.