México y Corea tienen las tasas más altas de desempleo de profesionistas
Es necesario impulsar una reforma laboral y revisar cómo se puede disminuir la demanda de trabajadores menos calificados, señaló Gabriela Ramos, directora de gabinete del organismo
Laura Poy Solano
Periódico La Jornada
Martes 9 de septiembre de 2014, p. 40
Martes 9 de septiembre de 2014, p. 40
En nuestro país, el mercado laboral aún favorece más a quienes sólo han cursado estudios de primaria y secundaria, revela la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su Panorama Educativo 2014.
Únicamente México y Corea mostraron las tasas de de-sempleo más altas entre quienes cuentan con educación superior, con 4.6 y 2.9 por ciento, respectivamente, mientras para quienes sólo tienen formación básica fueron de 3.5 y 2.6 por ciento.
En videoconferencia desde París, Francia, Gabriela Ramos, directora de gabinete del organismo, aseguró que no sólo se debe mejorar la calidad del sistema educativo. Es necesario impulsar reforma laboral y
hacer una revisión con el vínculo del mercado laboral y ver cómo se puede disminuir la demanda de trabajadores menos calificados, pues a mayor nivel educativo las tasas de desempleo son mayores.
Tras considerar que con la aprobación de la reforma educativa se han tenido
avances impresionantespara alcanzar una mejor política educativa, advirtió que de no abordar el tema del trabajo informal
este incentivo negativo a incrementar el nivel educativo de la población no va a desaparecer. Y si el mercado laboral demanda un mercado educativo no tan elevado, o lo está premiando menos, la productividad seguirá siendo baja.
A contracorriente de lo que ocurre en la mayoría de los países de la OCDE, las tasas de empleabilidad de quienes cursaron educación básica en México se mantienen en 64 por ciento, frente a 55 por ciento del promedio en el resto de naciones; pero alcanzan 72 por ciento en los que egresaron de bachillerato frente a 74 por ciento del promedio alcanzado por las naciones miembros. En educación superior son de 80 ante 83 por ciento.
A esto se suma que México sigue a la zaga entre los principales indicadores educativos evaluados en 41 naciones –34 de ellas miembros de la OCDE–, pues ocupa la última posición en la expectativa de quienes lograrán concluir su bachillerato o una licenciatura durante su vida, con 47 y 22 por ciento, respectivamente, mientras existen elevadas tasas de deserción en bachillerato y licenciatura.
Se mantiene entre las cinco naciones de mayor población que no estudia ni trabaja (ninis), con 22 por ciento, es decir, sólo se redujo 0.5 por ciento en comparación con 2010. Y si se considera el factor de género, por cada joven nini hay tres mujeres, quienes dejan de estudiar y laborar para atender tareas domésticas y el cuidado de los hijos.
Es un fenómeno, señala la OCDE, que se ha mantenido constante por más de una década con índices que superan 20 por ciento, sólo por arriba de Turquía, España, Italia y Chile.
El organismo multinacional estima que los jóvenes mexicanos de 15 a 29 años pasarán 3.3 años sin estar empleados o en la educación formal, el cuarto promedio más alto de las naciones miembros, sólo detrás de Turquía, España e Italia.
Además, las altas tasas de deserción de quienes cursan bachillerato nos ubican en las últimas posiciones de los países de la OCDE.
Se estima que 53 por ciento de los jóvenes de 15 a 19 años están matriculados en bachillerato, promedio únicamente por arriba del de Colombia y China, y 30 puntos porcentuales por debajo de la media del resto de las naciones.
Gabriela Ramos, quien llamó
el paso de la muertea la deserción de primaria a secundaria y hacia bachillerato, aseguró que el incremento en la matricula de este sector pasó de 42 a 53 por ciento del año 2000 a 2012. Sin embargo, reconoció que el tamaño del reto
aún es enorme.
México es también el único país de la OCDE donde los jóvenes de 15 a 29 años pasarán más tiempo trabajando que estudiando, pues en promedio dedicarán 6.4 años a actividades laborales, frente a una media de 5.4 años; y 5.3 años en su educación y formación, cuando en la mayoría de las naciones desarrollada destinarán 7.3 años.
El abandono temprano de las aulas se mantiene como una característica del sistema educativo mexicano, pues sólo 62 por ciento de los jóvenes de 16 años está inscritos en bachillerato, cifra que desciende a 30 por ciento para quienes tienen 20 años y están en edad de cursar estudios universitarios.
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